5. Cuarta vez.

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Hubo una cuarta vez, increíblemente mi corazón no aprende yo no aprendo.

Se supone que tenía que ser frío, esta vez no lloré, las lágrimas no salían.

Pero esta vez me sentí dolido como siempre.
Vuelvo a caer en los mismos enredos.

Ya no era un crío de 8, 13 o 16 años.

Sólo un joven de 21 años universitario, de vacaciones.

Como unas vacaciones pueden cambiar tanto a una persona en tan sólo tres meses.

Estoy pensando que tengo algo malo en mi, esto ya no es ni era normal.

Sólo tres meses bastó para mi tragedia.

Acabe mal.

No sé como seguir.

Volví a la vida por una razón.

Volví a cometer los mismos errores sin darme cuenta.

¿Otra rubia? Si.

¿Otra con inicial A? si

Amanda McLaren simplemente fue un brillo de ilusión fue un amor no correspondido, engañoso.

Ella era diferente, es cierto rubia con inicial 'A', pero distinta.

Una palabra que la defina sería interesada.

La primera vez que la conocí debí alejarme, no lo hice. Amanda se acercó no hui.

Había pasado sólo seis meses de la muerte de Anne, no me olvide de ella, pero si abrí mi corazón a la persona equivocada.

Amanda McLaren era demasiada mujer para mi, una víbora llena de veneno.

La primera vez que la vi fue en una fiesta de fraternidad de fin de curso, iba borracha hasta las trancas con sus cuatro amigas, yo estaba sentado en la barra observandola mejor dicho comiendola con mis ojos ahora que lo pienso es que realmente tengo mal gusto.

Subió con sus amigas, intentado bailar twerk no funcionó muy bien, cayó encima mía, si me caí de la silla y ella encima mía.

Y lo mejor de la noche fue ese momento sentir como todo su vómito caía encima de mi pecho y estómago.

Lo siguiente que recuerdo son sus disculpas y la risa de los demás, señores hay gravaciones del gran momento asqueroso.

Le ayude a levantarme y me dirigí a la primera habitación que encontré, tengo que admitir que estaba yo también súper borracho intenté quitarme las penas con alcohol. Entre al baño y tropecé me costó como cinco minutos levantarme.

Me saque la camisa la tire al bate, no se porque pero lo hice. Me metí con la ropa a la bañera quería darme una ducha de agua fría pero no estaba en mis cinco sentidos.

Salí corriendo sólo con el roce del agua congelada, volví a caer esta vez mi hermoso rostro pagó las consecuencias. Me volví a levantar no podía ni con mi alma. Decidí tirarme en la inmensa cama a dormir.

Lo siguiente que recuerdo fue a una rubia en mi cama desnuda y yo desnudo. Se Me fue toda la borrachera de inmediato.

La toque pero no despertaba, no recordaba absolutamente nada.

Se que no fue muy caballeroso dejarla hay e irme como si nada.

Transcurrieron dos semanas y media, no podía olvidarme de aquella mujer preguntándome quien mierda  era.

Bueno la respuesta vino a mi esa misma tarde, escuché el timbre de mi departamento sonar abrí la puerta y m la encontré a ella nerviosa con un sobre en la mano, la deje pasar creo que sería un poco tedioso recrear exactamente todo, pero ¿por qué  no hacerlo? ¿Por qué  no desahogarme? Lo necesito.

Azael ColtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora