Zayn Malik no oyó al intruso hasta que sintió a alguien sentarse en el extremo de su cama. Abrió los ojos, tratando de deshacerse del sueño que sentía anormalmente pesado. Algo andaba mal.
Las únicas dos personas que lo visitaban regularmente y tenían acceso a la seguridad en el puerto y las llaves de su yate eran su compañero y su novio. Liam, estaba seguro, era el único que se arriesgaría a escurrirse aquí y arrastrarse a la cama de Zayn para despertarlo. Pero Liam estaba en Colorado, dirigiendo a un grupo de niños en riesgo en el campamento donde trabajaba en las inclemencias del invierno.
—Buenos días, cariño —dijo una voz en la oscuridad, y ese acento británico no era, ciertamente, de Liam.
Zayn alcanzó la pistola de debajo de su almohada mientras Niall Horan se reía y golpeaba la culata de su arma contra su propia rodilla. Estaba sentado en la esquina de la cama con las piernas cruzadas, la pistola apuntando hacia Zayn.
—Las manos donde pueda verlas.
Zayn retiró la mano de debajo de su almohada y levantó ambas palmas hacia Niall.
Niall se llevó un dedo a los labios e hizo un gesto para que Zayn se sentara. Mantuvo el arma hacia Zayn hasta que estuvo en la esquina, lo suficientemente lejos como para que Niall aparentemente se sintiera cómodo moviéndose.
Alcanzó la almohada de Zayn, sacando la pistola primero, luego el teléfono. Zayn maldijo mentalmente mientras Niall lo levantaba, elevando una ceja. Zayn había logrado golpear Enviar en su contacto de emergencia, y el teléfono estaba sonando, el nombre de Liam y la foto en la pantalla.
Niall terminó la llamada justo cuando Zayn oía el lejano mensaje de voz de Liam.
—¿Todavía le dices que la vibración bajo tu cabeza te despierta más que el ruido? —preguntó Niall—. ¿Para explicarle por qué escondes tu teléfono debajo de la almohada? Supongo que es mejor que decirle que lo mantienes allí para pedir ayuda cuando yo aparezca, ¿eh?
Zayn sintió que la sangre se le drenaba de la cara.
—¿Has estado escuchándonos?
—Sólo palabras clave. Y ni siquiera eso después de la primera semana o dos.
Zayn se aclaró la garganta, entre la vergüenza y la rabia.
—¿Cómo diablos...?
—No eres tan paranoico como solías ser. Eché una pequeña muestra de mi amor a tu filtro de agua para asegurarme que dormirías bien y largamente—. Niall frunció el ceño mientras metía el arma de Zayn en la parte trasera de sus vaqueros—. Una cosa que no oí mientras escuchaba era que hablaran de su compromiso.
Zayn permaneció en silencio, obligándose a no atragantarse contra el cresciente nerviosismo.
—¿Recuerdas el momento después de la cirugía? —preguntó Niall, y Zayn habría jurado que había preocupación en su voz.
—Algo —admitió Zayn.
—Pero recuerdas nuestro trato, ¿no?
—Sí.
—¿Has dejado que Doc crea que no recuerdas habérselo propuesto?
El corazón de Zayn tartamudeó. Eso era exactamente lo que había hecho. Liam nunca había mencionado su conversación, aquella en la que Zayn había dicho: "Cásate conmigo", y lo dijo con todo su corazón y alma. Liam estaba esperando que Zayn lo repitiera, y que lo dijera sin el efecto de las drogas esta vez. Y Zayn había permanecido en silencio.