La Chica Fría - perspectiva de ella

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LA CHICA FRIA

El chico que me estaba molestando, se giró a verlo y mientras daba unos pasos hacia él le preguntaba si le molestaba o que pasaba con él mientras decía su nombre… Dante (un nombre que nunca antes había escuchado), él volvió a insistir en que dejara de molestarme, el chico se terminó de acercar a él y le dijo “¿oh qué?... ¿Llamaras a tu padre para que mande a sus gorilas a golpearnos?” mientras soltaba una sonrisa burlona, y enseguida dijo “oh… es cierto… ¡No tienes padre!”… eso me molesto demasiado, se lo duro que es el perder a un padre… en mi caso mi madre… pero si lo golpeaba el reporte llegaría a oídos de mi padre, su “amenaza” fue muy clara… Dante se levantó de su asiento dispuesto a golpearlo, pero los compañeros de aquel sujeto tan molesto se metieron y lo sujetaron para que otros pudieran golpearlo… él solo miraba mi cara de confusión, por eso no quería que se acercara a mí, por eso le dije que se alejara, que no le convenía, siempre son los demás los que salen lastimados por mi culpa, pero este chico seguía intentando acercarse a mí a pesar de lo fría e inexpresiva que era con él.

El timbre sonó y lo aventaron hacia las sillas, el golpe se vio y escucho demasiado fuerte, pude notar su expresión de dolor, creo que se rompió alguna costilla… no dije nada, solo tome mis cosas y me dirigí hacia la puerta como los demás, lo mire de reojo un instante, pero no dije nada, justo cuando estaba a punto de abrir la puerta sentí como me tomo del brazo, mire mi brazo y enseguida a él esperando a que me soltara, pero no hizo.

-¿por qué no dejas que me acerque a ti?- Pregunto relajado.

-porque no te conviene- dije nuevamente.

El dejo escapar un leve suspiro y dijo “¿Otra vez con lo mismo?, estaba bastante confundida, le pregunte porque quería acercarse a mi y que interés tenia mientras jalaba mi brazo para soltarme -“solo quiero ser tu amigo”- fue su respuesta.

-¿Quién quiere ser amigo de una chica que sabe karate y tiene pésima reputación ante la sociedad?- pregunte con ligero tono tristeza en mi rostro mientras me giraba para abrir la puerta del salón.

-vaya, ¿así que eres más superficial de lo que aparentas?- Dijo él mientras se recargaba en la puerta para evitar que saliera.

-no lo soy – respondí inmediatamente mirándolo

-¿a no?, entonces, ¿por qué te interesa tanto lo que la sociedad piensa de ti?, Si solo buscas caerle bien a todos entonces es que no estas siendo tu misma en realidad. – dijo con una leve sonrisa pintada en su rostro.

¿Qué no estaba siendo yo misma? ¿Enserio?, tenía ganas de golpearlo, pero ya estaba demasiado lastimado por defenderme. Lo empuje y le grite “¿¡tú qué sabes!? ¡tú no sabes nada acerca de mi vida!”.

Pude ver claramente esa otra cara que todos tenemos y que pocos mostramos ante los demás en él. Él subió el tono de voz diciendo: “¡al igual que tú no sabes nada de la mía! ¡Y aun así te das el privilegio de criticarme y menospreciarme, si te creías mejor y diferente que las demás chicas de esta escuela déjame te digo que no lo eres, eres exactamente igual o peor que ellas”, las cosas iban de mal en peor con ese tema, le apunte con mi dedo índice y le dije que no le permitía que me hablara así.

-¡no te estoy pidiendo permiso!, sinceramente ya m canse de esto, me preocupo por ti, trato de ser tu amigo, de comprenderte, trato de que los demás dejen de verte de manera extraña y ¿tú que haces? Solo me tratas mal y no te importa lo que siento, ¡no sé cómo puede gustarme una chica tan egoísta y egocéntrica como tú! – Dijo realmente molesto mientras me hacía retroceder hacia la puerta.

Quedé atónita unos segundos, ¿había escuchado bien?, ¿dijo que yo le gustaba?, lo mire por un momento en silencio tratando de dijerir lo que había escuchado.

Relato de un hombre enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora