Capítulo Ⅱ: Sonrisas

2K 310 213
                                    

Los pasos de los caballos ser escuchaba, gritos de alegría de los niños jugando en la calle, no faltaban en aquel pueblo. Era un ambiente bastante tranquilo, cualquiera podría decir que era un gran lugar donde podías estar tranquilo y ser...Aceptado por la sociedad .

Freddy quería ser aceptado por la sociedad, pero en esa época personas como él era imposible.

El pequeño niño fue tachado por homosexual a su temprana a edad, había rumores que le descubrieron besando a un niño en la mejilla y otros que le habían visto en sus manos con un peluche de colores que simbolizan la bandera homosexual o como a esa época lo llamaban del "diablo".  Al principio recibía algunos insultos y "pequeños" golpes en su hombro de algunas personas, pero poco después recibió gritos, humillaciones y muchos insultos mas, sin decir que algunas personas le tiraban piedras o cualquier cosa que tuvieran en sus manos. Pero aun así Freddy siempre mostró una gran sonrisa, aunque en su interior estuviera roto como una copa de cristal recién caída.

El pequeño niño, había llegado a aquella librería que estaba situada a lado del bosque, entró y un anciano que ser sujetaba con su bastón le recibió con una gran sonrisa —¡Freddy! ¡Llegaste justamente a la hora de cenar!— grito llevándolo a una pequeña mesa con tres sillas situadas allí, el pequeño niño ser sentó en una de aquellas sillas —¿Que cocinaste hoy abuelo?— preguntó con curiosidad el de ojos azules.

El pequeño Freddy vivía con su abuelo, ya que sus padres en vez de abandonarlos los dejo a cargo de su abuelo. El más mayor nunca ser negó, necesitaba algo de compañía, ya que se estaba volviendo bastante viejo y así podía tener un poco de ayuda con su negocio de libros. El castaño llevaba una gran relación con su abuelo, siempre se emocionaba cuando contaba unas de sus historias, algunas veces iba a pasear con su abuelo al bosque. Sin olvidar que el tenia una granja donde se divertía jugando y alimentando a los animales.

—Bueno un poco de sopa no vendría mal a esta época tan fría— contestó mientras servía dicho alimento en los tazones de madera —¿Alguna cosa que hiciste hoy Freddy?— pregunto ahora sentándose en la silla que está al lado del pequeño —Bueno yo he conocido a un niño muy valiente— contestó mientras comía dicho alimentó tranquilamente —¿Valiente porque?—pregunto sin haber tocado sus comida, la historia de su nieto se de hacía interesante —El me salvo de unos chicos que venían a golpearme— con esas palabras el anciano golpeó la mesa—Cuanto vea a esos malparidos que quisieron hacer daño ¡Tendrán su merecido por tocar a mi nieto!— exclamó con una expresión enojada —Abuelo, no importa—contestó el niño intentando calmar ahora a su furioso abuelo —¿¡Como que no importar!? ¡No te enseñe técnicas de lucha para que me vengas con esa mariconada!— era bastante normal que su abuelo cuanto estaba enfadado soltara algunos "insultos".

Volviendo al presente, Freddy le estaba contando la historia a su abuelo. Algunas veces su abuelo soltaba algunas preguntas y entre ellas era "¿Dónde está tu peluche, Freddy?" y el pequeño niño estaba algo nervioso no quería que su abuelo se enfadará —Y-Yo se le regalé, por su gesto de valentía— contestó el castaño esperando que su abuelo volviera golpear la mesa, pero no lo hizo en cambio mostró una sonrisa —Sabes, cuánto era un niño de tu edad gracias a ese peluche pude conocer a tu abuela— contestó el anciano, era algo raro que en ningún momento hubiera actuado enfadado —¿A la abuela?— preguntó inocentemente, era la primera vez que su abuelo nombraban a más integrantes de la familia —¡Por supuesto! recuerdo cuánto le devolví a tu abuela ese peluche que perdió...Que lindos recuerdos— contesto limpiándose con un pañuelo una pequeña lagrima de su ojo ya que el otro estaba tapado por un parche —¡Pero eso ya es del pasado! ¿Como se llamaba ese niño?— preguntó —Bueno según su madre se llamaba "Fred"— el anciano puso una expresión de sorprendido —¡Conozco ese nombre!— respondió —¿¡De verdad!?— dijo el pequeño niño alegre —Freddy, ¿Recuerdas la vez que te conté que tuve que hacer servicio militar?— el castaño asintió con la cabeza —Allí conocí a un anciano con mi edad se hacía llamar "Frederick" me habló sobre su nieto quien también tenía el mismo nombre que el, algo extraño— dijo mientras intentaba recordar todo con detalle de aquel hombre —También recuerdo que vivía en este pueblo— y el castaño se le iluminó los ojos —¿¡Eso se significa que podré verle!?— preguntó el menor con una alegría que ninguna persona podría quitarle en ese momento —Bueno, no recuerdo mucho en donde vivía, pero sí tal vez podrás verle— Freddy solamente mostró una sonrisa y se fue corriendo a su habitación sin acabar la comida.

—Con un gran sonrisa, como su abuela— contestó con una pequeña risa el anciano viendo la fotografía sin color de su difunta esposa.            

Homofobia 【Frededdy】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora