Habían pasado los días, quizás hasta semanas que no había podido buscar la oportunidad de escaparse a visitar de nuevo aquel niño, sus padres aún no estaban enterados de aquella vez que escapo de casa y por dentro rezaba que siguiera siendo así.Tenía un pequeño plan de como lograría salir esta vez, esperaría a la tarde cuando sus padres se fueran y sí llegará a ser descubierto podría decir que fue a la casa de un compañero después de todo sus clases ya habían empezado.
¿Qué le gustaría a Freddy? El mismo vio en la calle como una niña de su edad solía llevar una cesta con flores y dulces hacía su abuelita, tomó aquella idea para llevar una canasta de frutas sin que nadie de su casa se dieran cuenta. Nunca entendió el significado de los obsequios, pero esta vez quería devolverle ese favor al chico que se había vuelto su gran amigo, alguien que realmente puede confiar.
La tarde había caído más rápido de lo que hubiera pensado y sus padres sin dedicarle una despedida o alguna palabra se habían retirado, con ello puso en pie su pequeño plan agarrando su prenda de vestir de la anterior vez que lo tapaba totalmente sin ser reconocible, llevo los zapatos que le habían regalado la cual sus pies estaba al fin totalmente curado y ya no le dolía más caminar como también aquel peluche que era su signo de protección que lo hacía sentir más calmado siempre que se sintiera mal.
Se había aprendido en todo este tiempo cada calle de memoria para tener en claro donde dirigirse y no perderse, lo que menos quería era no poder verlo por su mal sentido de orientación. Sí bien había llegado a su puerta no estaba seguro sí debía de tocar, sus padres siempre le enseñaron a tener respeto y mostrarse educados ante los demás, pero ahora sus pensamientos negativos acerca de que tal vez no quería verlo le influían más.
¿Realmente merece un amigo como Freddy? No estaba seguro sí era lo mejor alejarse tal como le habían dicho, dentro suyo tenía el miedo de que sucedería sí sus padres se enterará de la locura que hacía saltándose una norma o quizás un castigo. En este instante podía volver a su casa como si no lo hubiera conocido o compartido cosas juntos, después de todo no volvería a ver de nuevo ese chico nunca más sin embargo por más que moviera su pierna para salir de aquella puerta no podía.
Quizás hasta su propio cuerpo seguía lo que realmente quería hacer aunque su mente quisiera retenerlo.
Antes que el mismo hubiera hecho un movimiento la puerta se había abierto dejándolo mucho más inmóvil de lo que ya estaba, se asomó un hombre de tercera edad que en vez de parecer amable como los demás ancianos que había conocido tenía un aspecto muy aterrador y aquel bastón que sujetaba parecía estar dispuesto golpear a cualquier niño malo.
— ¡Tú, maldito mocoso! —le grito con fuerzas el anciano y el azabache estaba más que asustado con ello pensando que había sido una mala idea venir aquí— Freddy no está ahora aquí, deja de quedarte esperando en la puerta que los vecinos van a pensar que dejó niños a su suerte por gusto —después de decir esas palabras el mayor se dispuso a cerrar la puerta, sin embargo reaccionó rápido poniendo un pie para que no cerrará por completo—Disculpe... ¿Podría esperar adentro? —pregunto con una voz tímida, el otro solo chasqueo los dientes como si no tuviera remedio y le hizo una seña para qué entrará.
Cerro consigo la puerta y dio un pequeño vistazo general a la casa, anteriormente no había podido hacerlo por la situación, el techo tenía algún que otro agujero con goteras, madera desgastada, como se notaba que las paredes estaban descuidadas y la pintura era desde hace años, había mucha diferencia comparada con su casa. Quien parecía ser el que cuidaba a su amigo se había sentado en un gran sillón sin importarle su alrededor— Señor, le traje esto como agradecimiento de su nieto por ayudarme —el mayor desinteresado hizo una seña de que dejara las cosas en la mesa la cual una de las patas se sostenía con unos libros para que no se moviera.
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Homofobia 【Frededdy】
Fanfiction【感じる】Siglo XIX, reinaba la religión y la guerra, la homosexualidad era considerado un tabú para aquella época. En un pequeño pueblo de Londres, la homofobia era algo común y normal, aquellos que sean homosexuales eran condenados de muerte y humillad...