.Alma.

¡Está Vivo!

Esas fueron las primeras palabras del loco doctor que creó a Frankenstein al darse cuenta de que lo imposible se había hecho realidad.

Mis muy queridos lectores.
Ha pasado tanto tiempo que casi me hace gracia estar aquí escribiendo una vez más.
Y es que han pasado dos años! Largos y finalmente maravillosos, en los que mi vida ha cobrado sentido una vez más.

Me llamaréis loca al saber que durante todo este tiempo he estado releyendo la historia una y otra vez, viendo a través de mis antiguos ojos y sentimientos, y pensando en cuanto cambiaría cada parte si las reescribiese. He estado leyendo cada uno de vuestros comentarios a medida que estos aumentaban sin parar.
No deja de impresionarme e ilusionarme el ver que Brillance sigue conquistando corazones y ganando sonrisas, y que sois muchos, muchos, los lectores que me seguís escribiendo y comentando en cada capítulo. Que sois muchos más los que releéis la historia sin parar y otros tantos los que continuais esperando pacientes la segunda parte.

Llenáis mi pecho de alegría!

Como había dicho, en estos dos años mi vida ha dado un cambio radical y también mi forma de pensar, de sentir, espresarme y ver el mundo.

He sido mamá! Tengo un bebé maravilloso, travieso y lleno de energía, al que adoro con todo mi ser, y un marido al que amo! Toda mi vida ha sido reconstruída. Paso gran parte de mi tiempo sucia y despeinada. Mis horas de sueño son escasas y el tiempo que puedo dedicarle al ordenador es nulo, y sin embargo, hoy por hoy, puedo decir que soy feliz.

No sabía que los bebés tuviesen tanto afán por lo peligroso! Me falta mucho tiempo, pero aún más me faltan manos y ojos! Mi pequeño tiene un año, tiene una extraña obsesión con los enchufes, los tenedores afilados, los vasos de cristal; adora levantar objetos grandes y pesados que bien podrían caérsele en un pie y romperle algún dedito. Intenta comer absolutamente todo lo que pasa por sus manos, ya sean las llaves de casa, los juguetes del perro o el mando de la tele, siempre por el lado donde se colocan las pilas, por supuesto. Se despierta entre una y veinte veces por la noche, a veces por hambre, a veces por sed, otras por el chupete, otras para practicar el grito de Tarzán. Ponerle el pañal en un reto que debería ser incluido en las olimpiadas; hay que ser rápido, ágil, audaz y un poco pillo. Sinceramente, no es la primera vez, ni será la última me temo, en que se me escapa gateando veloz cual anguila, con el culo al aire y riéndose descaradamente de mi. Tampoco será la última vez, que termino con la cara empapada por no cerrar el pañal a tiempo... En resumidas cuentas, mi niño es un torbellino!

Como vereis, no tengo mucho tiempo para "myself". Pero me gusta.

Ser madre me encanta, ser mujer me encanta, estar ejerciendo la profesión para la que he estudiado me encanta. Adoraría tener además la casa siempre limpia y un par de horas libres al día sólo para escribir, pero por ahora no es posible, y sí, eso también me encanta. Eso quiere decir que paso tiempo con mi marido y mi hijo cuando no estoy en el trabajo, significa que en vez de encerrarme en una habitación a solas, estoy revolcada por el suelo jugando, aprendiéndole a mi pequeño a decir palabras y sonidos de animales, disfrutando de una etapa que, aunque agotadora, es preciosa y dura realmente poco!

Volveré a escribir. Volveré a publicar y terminaré todos mis proyectos. Empezaré cosas nuevas y siempre estaré feliz de contar con vuestro apoyo, de leer vuestros comentarios y de responder a vuestros mensajes, pero por ahora mi bebé me necita mucho más que vosotros. Y yo quiero estar con él. 

Espero que me apoyéis con esto, con el mismo cariño con el que apoyáis a Brilliance.

Os mando a todos un enorme abrazo de gorila alpino.

Alma.