.Alma.

Eire

Una noche más, mi corazón está triste sabiendo que nunca estaremos juntas.

Te imagino morenita de piel como papá y con el pelo largo, fino y castaño claro como el mío. Tal vez, con mucha suerte, podrías heredar los ojos claros de tu abuela.  Y aún que fueras blanca como la leche, como yo, y de pelo y ojos negros como tú padre, serias preciosa. Linda como tus hermanos.

Hay mil cosas que me hubiera gustado poder hacer contigo. Mil cosas que enseñarte e historias que contarte.

Me hubiera gustado poder comprarte esa ropita tan "cuqui" , llena de volantes y flores, que un día, en mi adolescencia, dije que jamás te pondría, pero que de pronto, al sobrepasar los 25, me parece de lo más adorable.

Tendrías muchos lacitos y pinzas brillantes, aunque luego nunca te los pusiera porque preferiría que estuvieses lo más cómoda posible.

No te haría agujeros en las orejas hasta que fueras mayor y lo decidiese tú misma.

Te habría hecho una foto vestida de Bella y tu padre de Bestia. Tus hermanos podrían ir de Lumière y Tic-toc. Estariais preciosos todos juntos!

Te dejaría el pelo largo y te haría todo tipo de trenzas y peinados bonitos.

Te vestiría conjuntada con tus hermanos. O con tu padre y los chicos conmigo.

Te enseñaría a bailar, a jugar al fútbol y te llevaría a kárate desde pequeña, para que nadie pueda contigo.

Te enseñaría a ser fuerte, a creer en ti y a no depender de nadie. Te enseñaría lo valiosa que eres.

Cuando fueses un poco más grande, veríamos novelas juntas, te ayudaría a cambiar de aspecto tu habitación, te consolaria después de tu primera ruptura y te abrazaría antes de volverme loca por haberte visto llegar a casa después de la hora acordada.

Habría sido muy bonito tenerte comigo, como siempre había soñado, pero hoy sé que ya no vas a venir. No como mi hija al menos. Tal vez algún día, como sobrina o ahijada, y entonces te querré como si fueses mía.

Mi pequeña niña. Algún día, de alguna forma, terminaremos encontrandonos.