Lejos De Tu Piel {Wariam}

1.Recuerdos

(NARRA MIRIAM)

Ya había pasado un mes desde que salimos de la academia y ninguno nos habíamos visto, ahora nada volvería a ser como antes ya que se habían formado pequeños grupos entre nosotros.

Yo siempre he ido mas con Nerea, Mireya, Raoul, Agoney y Thalía y los demás bueno:

Ricky y Mimi iban por libre.

JA, Thalia y Marina quedaban de vez en cuando.

Cepeda, Aitana, Alfred, Roi, Amaia y Ana solía quedar con más frecuencia.

La verdad es que desde que me mudé con "El Team Amigas" todo me va mucho mejor, la relación entre Raoul y Agoney fue viento en popa y ya llevan saliendo una semana, Nerea nos comentó que estaba enamorada pero no sabemos de quién, Mireya está feliz sola y yo sigo enamorada de alguien que ni me habla.

Cuando OT acabó le comenté a Mireya lo que me sucedía: Estoy enamorada de Ana Guerra.

Mireya al oír mis palabras no se sorprendió y me dijo que se me notaba que no miraba a Ana como a los demás.Esto me alegró porque era un peso que me quitaba de encima, o eso creía porque mi querida amiga propuso organizar una comida para que nos volviéramos a ver pero en el fondo yo sabía que esto era para que pudiera aclarar mi mente.

Mireya envió esto a Ana:

Cuando lo leí casi me muero de vergüenza, pero ya estaba todo hecho, si Ana quisiera comer con nosotros vendría si no, intentaré no seguir pensando en ella.

A la mañana siguiente yo estaba muy nerviosa, eran las 12:54 y yo no podía parar de mirar al reloj, cada segundo que pasaba era crucial ya que no sabía si Ana vendría o no.

Mireya estuvo pendiente del móvil todo el rato, Ana no había contestado al mensaje de Mireya y era raro porque solía llevarse bien.

Mireya y yo, yo y Mireya juntas en nuestro pequeño piso, solas. Agoney, Raoul y Nerea habían decidido marcharse ya que consideraron que ellos no pintaban nada allí.

Ya era la 13.26 y Ana no llegaba, yo lo di todo por perdido y me encerré en mi habitación porque en ese momento solo quería llorar.

No sé si estuve 15 o 20 minutos llorando pero al cabo de un rato sonó el timbre, estaba esperando a que Mireya abriese la puerta pero nadie la abrió así que fui yo a abrirla.

Me llevé una gran sorpresa cuando abrí porque ahí delante tenía a la chica de la cual estaba totalmente enamorada, no sabía que hacer y como siempre dije una estupidez:

-¿Que tal te va la vida? ¿Has cantado muchos boleros?

Me sentí patética, solo pensaba "tierra trágame"

Ambas nos miramos durante unos segundos, ella estaba guapísima, incluso más que la última vez que la vi.

-Pues me va bien, desde que dejé a Jadel siento que soy mas libre, no tengo ataduras y en cuanto a los boleros creo que he cantado 5 desde que salí.

No me podía creer lo que acababa de escuchar, Ana había dejado a Jadel. Me alegré porque ahora estaría libre para mi y porque por fin se había dado cuenta como es en realidad él. Aunque yo también había dejado a mi pareja y sentía un poco más de libertad no era lo mismo, Jadel era literalmente la mochila de Ana pero Pablo siempre fue un gran apoyo para mí.

-¿Y tú, qué has hecho en este tiempo?-Me miró y me sonrió, en ese momento supe que no hice mal en escogerla a ella.

-Bueno, como ya sabrás me mudé aquí con los chicos y últimamente doy pequeños conciertos en una sala de esta calle.

-¿Das conciertos en una sala? Eso es muy bueno-Me miraba entusiasmada y llena de orgullo, como si yo fuera si hermana mayor.

-Sí, si quieres podrías venir a verme el próximo sábado que por cierto, también cantará Mireya conmigo.

-El sábado lo tengo libre así que las iré a ver, me hace mucha ilusión.

Nos fundimos en una eterna conversación llena de preguntas, nos mirábamos y sentía que debía hacer algo para que siempre fuera así, pero ¿qué podría hacer yo?

Ya eran las 18:15 y alguien abrió la puerta, era Mireya que había vuelto de comprar maquillaje y cosas para grabar su próximo tutorial de belleza.

Mireya se unió a la conversación y cuando volví a mirar la hora ya eran las 21:56 por lo que o cenábamos ya o pasaríamos una noche muy mala. Propuse a Ana quedarse a cenar y a pasar la noche aquí, ya era muy tarde y no había venido en coche así que no podría perder nada diciendo que sí.

Ana dijo que se iba a quedar y me giré para mirar a Mireya (siempre sabíamos cuando mirarnos, nos lo podíamos decir todo con una mirada) y con esa mirada supo que había hecho lo correcto, debía aprovechar esa noche para acercarme mas a ella, encima teníamos a Agoney que era mi consejero del amor y muchos juegos de mesa para pasar una noche entretenida.