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Todo aquello ponía a Nega de los nervios.

Cuando su ahora esposa llego con la noticia de que iban a ser padres, se sintió el ser mas feliz y afortunado del mundo. Tener un hijo con la persona que amaba, debía ser una de las mejores cosas que le pasaban en la vida; mas un par de segundos después, aquella inmensa alegría se vio opacada cuando millones de malos pensamientos asaltaron su mente.

¿Humano? ¿Mogeko? ¿Híbrido? ¿Qué se supone que seria ese niño? Que fuera la segunda opción era lo que mas le preocupaba, ya que seria una muerte segura para la de ojos negros. La simple idea de perderla, lo aterraba. Mas, afortunadamente, ya habían pasado bastantes meses para que fuera un mogeko, pero aun eran demasiado pocos para determinar si seria híbrido o humano. Tenia mas posibilidad la primera.

Después estaba el hecho de que él, por su forma y tamaño ¿Cómo se supone que iba a poder cuidar de un bebé? La criatura seria algo grande para él, con duras penas encontraría una manera para poder cargarlo. Y para empeorar la situación, los doctores de las aldeas por las que pasaban, y hasta la misma Yonaka, tenían la sospecha de que era mas de una criatura las que ella cargaba en su vientre, y varias pruebas y análisis lo confirmaron.

Serian dos. Gemelos, gemelas o mellizos; ahora eran dos bebes que tendrían que cuidar. El pobre por poco se desmaya cuando se enteró.

Y por último estaba el hecho del rey. Durante esos años, él y Yonaka habían logrado esconderse bien de este, pero con dos niños la cosa iba a complicarse bastante. En cuanto el rey se enterará de la existencia de aquel par de criaturas, movería hasta los infiernos para lograr encontrarlos y decapitarlos, incluso no dudaba que ya hasta estuviera enterado del embarazo de la pelinegra.

Se la pasaba pensando en todo aquello, y cada día que pasaba, le angustiaba cada vez más y más.

Escucho un fuerte sonido que lo saco de sus pensamientos y lo hizo ponerse en guardia con su katana.

A la joven pelinegra, que se encontraba recostada en la cama de aquella posada, se le había caído la cobijita, que estaba a medio tejer, y era para los futuros miembros de aquella familia.

Yonaka realmente estaba emocionada por la llegada de los pequeños. Claro que debes en cuando llegaban a su mente las preocupaciones de ser madre, más estas se veían opacadas cuando imaginaba los ojitos de sus hijos reflejados en los suyos.

El mogeko bajo la katana, y rápidamente fue a recoger aquel tejido para que la de ojos negros no tuviera que levantarse.

—Gracias... —menciono la pelinegra agarrando el tejido.

La joven extendió lo poco que llevaba de la cobija sobre su vientre.

—Soy bastante mala para esto— menciono la ojinegra, para después reír con algo de pena. Tejer no era su especialidad.

—Yo creo que va quedando bonito— opino el ex guardián del VII piso.

Ella solo suspiro para después dejar a un lado el tejido. Ya se había cansado, más cierta sensación en su vientre la hizo voltear rápidamente y colocar las manos sobre este.

—¿Qué ocurre? — pregunto el mogeko verde con un poco de preocupación en su voz.

La pelinegra estuvo un par de segundos en silencio, hasta que, por fin, una sonrisa apareció en el rostro de esta.

—Se están moviendo— respondió ella acariciando su vientre, para después voltear a ver a su marido— ¡Ven! ¡Acércate!

Nega se subió de un salto a la cama y se sento junto a la joven, la cual rápidamente lo agarro de una de sus patas, para así colocarla sobre su vientre.

Era una sensación indescriptible. Sentía como si sus hijos trataran de tocarlo, como si trataran de decirle algo. Era un momento tan tierno y bonito, que, aunque sea por un solo instante, al mogeko se le olvidaron todas aquellas preocupaciones y vio el lado positivo.

Nega miro a su esposa, la cual tenia una resplandeciente sonrisa en el rostro.

Pasara lo que pasara iban a enfrentarlo juntos.

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Esta historia va a ser como una serie de one-shots o algo así :v

Y como va a ser una historia de partes cortas y de mi OTP, pues creo, CREO que la voy a actualizar seguido :v

Children. «Mogeko Castle»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora