Cinco palabras

Día 6

Adrien miraba Marinette la cual estaba sonrojada, muy nerviosa y desviaba la mirada.

-Dilo Marinette, di que me amas.

La azabache se sonrojo aún más, suspiro profundo, levantó la mirada y se lo dijo mientras cerraba sus ojos con fuerzas.

-Adri-Adrien...m-me... ¡te amo!

El chico se sonrojo al extremo mientras ella continuaba con los ojos cerrados.

No podía creer que Marinette dijo ésas palabras.
Nunca creyó que oiria ésas palabras tan letales para su corazón salir de ella, de su mejor amiga.

La azabache sólo apretaba sus puños y aguantaba la respiración por hacer algo tan vergonzoso.

"¡Ya! Lo dije, ahora sólo debo esperar su respues..."

-D-deberías seguir prácticando, además no debías decir mi nombre.

La chica levantó la mirada incrédula.

-¿Eh?

El rubio asintió con una sonrisa infantil y sin perder ni un poco su sonrojo.

-Debo admitir que lo hiciste muy bien, tartamudeaste mucho pero lo hiciste bien, hasta pareció que en verdad me lo dijiste a mí. Pero siempre se puede mejorar.

Le acarició la cabeza con una mano.

-Recuerda que la práctica hace al maestro. Hasta luego.

Y se fue mientras ella seguía con la mirada pérdida.

-¿Eh?

Casi se le olvidaba que le pidió a Adrien que le ayude a practicar su declaración de amor como hizo Kim con Alix pero... ¿Cómo es que él no se daba cuenta de que cuando hablaba del chico que le gusta lo describía a él?
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Adrien estaba en el baño lavandose el rostro con su corazón latiendo más rápido que el de un conejo mientras Plagg jugaba con la cadena del inodoro.

-Calma Agreste, esto no te debe afectar. Marinette sólo practicó contigo ya que le gusta alguien.

Cerró sus ojos, suspiro profundo y se imaginó a Marinette siendo abrazada por otro chico.

-¡Hijo de tu mamá y tu papá! ¡Andate a la pluma del gallo tuerto! ¡Saca tus manos de mí amiga o te voy a sacar los ojos y se los voy a dar a los perros, luego agarrare esas manos sucias tuyas y las voy a cortar de a pedazos con un cuchillo!

Suspiro histérico mientras Plagg lo miraba preocupado.

-¿Ya te sientes mejor?

Él lo miró con una sonrisa lunática.

-¡Si! ¡Ya me siento mejor sucio roedor amante del queso!

El kwami lo miró algo ofendido.

-Hieres mis sentimientos.

Adrien apretó los puños y suspiro profundo para calmarse.

-Lo siento Plagg, no quise gritar...

-¡Ya es tarde! El daño está hecho.

Y Plagg se fue a la cocina para robar queso a escondidas mientras Adrien se miraba al espejo.

-¿Por qué rayos te molesta tanto pensar que una escoria saldría con Marinette? Él la puede rechazar.

Ahora le vino a la mente la imagen de Marinette siendo rechazada por ése tipo.

-¡La punta del lápiz roto! ¡Yo lo mató, lo remató y lo despedazo con mis propias manos!

Y estuvo gritándole a su reflejo por unas 2 horas hasta que perdió la voz por tanto gritar.
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Ésa misma noche.

Los padres de Marinette habían salido así que los dos se quedaron sólos y ahora miraban una película mientras Adrien se limpiaba las lágrimas y hablaba con voz ronca.

-No puedo creer que después de esperar tanto tiempo por fin Yuta y Rika se besaron.

Marinette asintió igual de emocionada que su amigo el cual volvía a poner la película desde el inicio.

La azabache agarró su tablet y escribo algo.

"-Por cierto ¿no terminan mañana de fumigar tu casa?"

El rubio asintió.

-Si pero como mi padre me dio permiso de quedarme por más tiempo decidí hacerlo.

La chica volvió a escribir algo.

"-Aprovechado."

El chico rió divertido.

-¿Sigues enojada por que desde que estoy aquí te debes levantar a la 5 de la mañana?

"-¿Tú qué crees Agreste?"

Él volvió a reír mientras Marinette se recostaba sobre el hombro de su amigo y éste la abrazaba para continuar viendo la película.

Continuará...
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¡Hola!

Pobre Plagg, hirieron sus sentimientos.

Espero que les haya gustado el capítulo.

Gracias por su tiempo.

Volveré...