Cap 8: El poder interior, el demonio y el pobre de Grey

7 1 0
                                    

Grey: ¿Por qué vamos a hacer esto si se supone que estais muy cansados?

Yo: Las ganas me pueden.

Dai: Y a aprte, hacia bastante tiempo que no hacia este tipo de cosas.

Grey: Es verdad, no podemos dejar morir al antiguo Dai.

Yo: Venga, vamos a avisar a Yume.

Grey: Stop.

Yo: Why?

Grey: No me digáis que soy el únicos que se ha dado cuenta.

Dai: Tranquilo, solo es Seika.

Yo: ¿El que?

Grey: Yume no sabe nada de esto, ¿verdad?

Yo: Puff, es verdad, pero pobre de ella.

Dai: No pasa nada por dejarla un día sola.

Grey: Eso si que es ser cruel. Yume esta loca por ti.

Dai: Ya, pero bueno, no tengo que estar esclavizado a eso.

Yo: Eso es verdad.

Grey: ¿Te gustaría que yo te hubiese hecho eso Seika?

Yo: Eh, no, pero lo nuestro es distinto.

Dai: Eso es verdad, sois pareja, así que duele más, a parte Grey, a ti también te duele estar separada de mi hermanita.

Yo: ¡No lo digas en voz alta!

Grey: Oh my Good. Podemos hacer eso y luego ir a por Yume.

Yo: Podemos ir a cenar por ahí los cuatro, como antes.

Dai: Tu misma lo has dicho, como antes, no se si nos dejarán.

Grey: Les suplico, seguro que eso funciona.

Dai: No tienen ni idea de que tu sabes esto. NI de que estais saliendo.

Yo: Es verdad, si lo llegan a saber, no quiero pensar en las consecuencias...

Grey: ... Bueno, ya haremos las cosas a medida que pase el tiempo, no somos de hacer planes por adelantado.

Yo: Se nota que esta nueva vida nos está cambiando – Los dos asintieron y nos fuimos hacia la plaza más cercana.

Grey: ¿Como hacemos esto?

Dai: Tengo una buena idea – Sacó esa sonrisa malvada que desde hace tiempo no veíamos.

Yo: Jajaja, esa cara dice mucho.

Grey: Comida, ¿verdad?

Dai: Sep, vamos a esa tienda, hay bastante gente, podemos aprovechar eso.

Yo: ¿Y si sale mal?

Dai: No pienses eso, venga, como en los viejos tiempos.

Grey: No tan viejos, ha pasado tres semanas desde la ultima vez que hicimos algo parecido.

Yo: Vamos allá – Nos levantamos del banco, entramos a la tienda y decidimos coger un buen queso de romero y aceite. Básicamente esto también nos beneficiaba para manejar mejor nuestros poderes y podíamos mejorar la disimulación. Nos acercamos al pasillo de quesos, cogimos el que tenia mejor pinta y Dai se lo metió bajo la camiseta - ¿Qué haces?

Dai: ¿Yo? Nada.

Grey: Hazlo pequeño.

Dai: No, Hay mucha gente, vamos a otro pasillo – Cuando llegamos a un pasillo donde podíamos maniobrar Dai cogió su diamante, pero en vez de hacer la espiral en la mano, hizo una raya encima del queso y salió una flecha a la izquierda, a medida que lo fue moviendo hacia la derecha el queso se iba haciendo pequeño, hasta que quedó del tamaño de un dado.

El mundo a donde iremosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora