El mundo a donde iremos

Cap 5: El hermano que llevas dentro

Emiko: Dai es tu hermano – Se me erizo la piel y me quede muy confusa, se me saltaron las lágrimas, él era mi mejor amigo y de repente mi hermano mayor, ¿acaso él lo sabía? Si eso fuese verdad... habría estado engañada toda mi vida y a saber que más me habían ocultado ¿Ahora en quien puedo confiar? – Dai también estaba la semana pasada igual que tú, ya sabe más o menos manejarse.

Yo: ¿Pero... él sabe que somos hermanos?

Emiko: No, él está abajo en el comedor, creo que deberías bajar a verle, yo me voy a seguir trabajando, luego nos vemos.

Yo: Vale, ahora voy – Emiko salió de mi cuarto y yo me quede en la cama pensando, yo siempre quise a Dai tanto como un hermano, pero literalmente lo somos, no sé cómo tomarme esto, supongo que bien... tal vez debo de dejar llevarme por mi corazón.

Según la hora que ponía en el reloj de mi cuarto eran las doce de la mañana del miércoles, el cuadro daba una esencia que me hacía sentir muy bien, fui al balcón y el paisaje que vi fue simplemente increíble, el palacio era muy extenso, los jardines parecían que no tenían fin y realmente era muy bonito, también había un lago bastante grande, no hacía ni frio ni calor, la temperatura era agradable, y el aire se respiraba muy bien, era muy puro. Salí de mi cuarto, el pasillo era digno de un castillo, al igual que la decoración, las escaleras, las salas... Me paré a mirar los cuadros, allí estábamos Dai y yo, pero éramos muy pequeños y apenas se nos reconocía, bajé las escaleras, fui cotilleando el palacio hasta que llegué a la sala del trono, allí estaba Dai, con su corona... Observando un cuadro donde estábamos sentados en los tronos, ahí ya se nos reconocía más fácilmente, llevábamos nuestros bastones, blancos con un diamante de aproximadamente el tamaño de una mano, con cuarto diamantes más pequeños flotando alrededor del mayor, este estaba hincado en el bastón, anudado con una tela blanca casi transparente, nos daba poder y siempre lo teníamos que llevar encima.

Yo: Dai – Dai se dio la vuelta lentamente y se quedó mirándome.

Dai: ¿Seika?

Yo: Hola... hermano, uh, es muy raro llamarte así ¿De cuándo sabes esto?

Dai: ¿Hermana? – Nos miramos fijamente.

Yo: Si, y el resto te lo habrán contado, supongo – Hubo un silencio muy grande y Dai me miraba de arriba abajo.

Dai: Te veo rara con vestido.

Yo: Si, no me recuerdes que lo llevo – Dai rio.

Dai: Es la primera vez que te veo con falda, que raro, bueno, en realidad todo es muy raro – Se llevó la mano a la cara – Si, el resto me lo han contado, ahora, tenemos que hacer ''vida normal'' de hadas, yo ya llevo aquí una semana y... vas a tener que aprender a manejar tus poderes, te puedo enseñar yo, aunque Emiko es la responsable de eso, es tu criada personal, estará el mayor tiempo contigo.

Yo: ¿Qué quieres decir con ''vida normal''? ¿Ya no vamos a volver a...? iba a decir a casa, pero esta es la nuestra. Y Emiko es como mi guardaespaldas ¿no?

Dai: Si y entiendo lo que quieres decir, haremos ''dos vidas'', en principio, a la mañana estaremos en el instituto y al ''volver a casa'' venimos al palacio, ¿entiendes?

Yo: Si – Me quedé pensando – Pues mira, nunca pensé que el delincuente del instituto fuese mi hermano.

Dai: Cállate – Dijo en tono bajo tapándome la mano – Aquí piensan que soy muy responsable y si se enteran de que soy un gamberro el personal se pondrá pesado conmigo.

Yo: Aaah... entiendo – Empecé a reírme mucho – Presiento que esto va a ser divertido.

Dai: Y yo sigo sin creerme que seas mi hermana, anda la que me ha tocado jajaja.