—¡Señoras y señores sean bienvenidos a la ruleta de la muerte!.— Grito Yoshiatsu con aquellos aires de presentador de televisión, en sus manos tenía una barra de chocolate la cual usaba como micrófono.
—¡Mnhh!! ¡Unmj!! ¡Mnhhg!
—Oh, creo que nuestro querido Tsuzuku esta ansioso de comenzar.— Soltó el azabache, con aquella sonrisa tan psicópata adornando su semblante.
Yusuke inmediatamente alzó la mano, su rostro se notaba sin expresión alguna.—Jefe... Creo que lo que Tsuzuku quiso decir fue: "Sueltame maldito bastardo, te vas a arrepentir de esto."
Tomó sonrió.—Buena traducción.—
Habían pasado dos días desde el secuestro de Tsuzuku. Después de una gran fiesta entre los responsables del malicioso acto, venía la parte favorita de los asesinos. La tortura.
Ellos muy bien habían ideado todo tipo de planes, pero al final la dichosa idea de hacer algo parecido a una ruleta de la suerte con las múltiples opciones de tortura fue mejor idea.
Así es. Tsuzuku estaba amordazado, atado de pies y manos a una gran ruleta que Yoshiatsu se había tomado la molestia de comprar en el eficiente mercado negro. Irónicamente el vendedor mafioso gustaba de torturas extrañas para hacer a sus enemigos hablar, y de alguna forma, tenía esa extraña ruleta metálica a la venta en lo más profundo de la deep web.
Un día después de la compra, ahí estaba el susodicho aparato de tortura, siendo estrenado por el grupo en la inconfundible habitación blanca.
—Oh, pero como crees. Tsuzuku esta emocionado. Igual que todos nosotros. Su corazón debe latir de alegría, mira nada más... He comprado un juguete exquisito sólo para usarlo con el.— Tsuzuku frunció su entrecejo.
—¡Mmnh! ¡Mmuj! ¡Mmggg!!
Hikage Rio.—Ahora dijo que quiere que te pudras en el infierno. Todos nosotros más bien.
—Oh. Que palabras tan crueles. Deberías cuidar de tu vocabulario.— Fingió sentirse afligido.— Takashi, activa la ruleta.— Soltó Yoshiatsu.
Takashi no dudo en cumplir las órdenes, presionando el hermoso botón rojo que hacia que la ruleta comenzara a girar y girar a una gran velocidad.
Se podían escuchar los gritos de Tsuzuku, mientras que los demás.. Bueno, los demás disfrutaban de su sufrimiento como los sádicos que eran.
La ruleta comenzó a detenerse lentamente, la cabeza de Tsuzuku quedo hacia el lado derecho, apuntando a una de las frases del tablero externo de la ruleta.
Inmediatamente el rubio hizo para vomitar, sin mucho éxito pues no tenía nada en el estómago.
—Bueno, a ver que salió.— Soltó Yoshiatsu con emoción.
Hikage se acerco siendo la primera en leer las palabras, sonrió maquiavélica y con gusto tras leer.
—¿Y bien?.— Pregunto Tomó.
—Gusanos y sanguijuelas.— Contesto.
En menos de dos segundos los rostros de los hombres parecían otros y el aura maligna se extendía por toda la habitación.
—Yusuke, pásanos la caja roja.— Ordeno Tomó.
El inmediatamente cumplió las órdenes, acerco la caja a los asesinos y la destapo en presencia de ellos. Ahí dentro habían varios tipos de gusanos completamente asquerosos, también algunas sanguijuelas.
Tsuzuku temeroso por lo que se le venía encima, miro con curiosidad al trío de asesinos. Quienes precavidos tomaron algunos guantes antes de tomar algo de apariencia viscosa y horrible entre sus manos.
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「 Let Me Kill∥Let Me Love。」
FanfictionYoshiatsu un joven adinerado con extraños fetiches y negocios decide hacer su mayor sueño realidad, bajo amenazas y trucos sucios logra hacer que Tomo un asesino que gusta asesinar a mujeres jóvenes y Hikage una asesina sin emociones formen una extr...