16:Torturas, diversion y arena -parte 2-

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Ya era de noche, actualmente Tomó se encontraba en la cocina, preparando su cena, la cual consistía nada más que en ramen instantáneo. Bufo por lo bajó, era increíble que Yoshiatsu se haya molestado en mandar a cocinar tantas exquisiteces para su especial "cena romántica" a la orilla del mar y a el le dejasen a un lado, ¡pero quien les necesitaba! Tomo sabía valerse por si mismo y cocinaba bastante bien, pero se sentía demasiado holgazán como para prepararse algo más digno que un tazón de fideos instantáneos, así que sus ganas de "
hacerle comer el polvo a los idiotas y demostrar que no les necesitaba", sería luego, ya que, por el momento era más interesante seguir leyendo el conde de montecristo y comer ramen instantáneo.

Perezoso, tomó el envase plástico medio lleno de ramen y camino de regreso a la hamaca a las afueras. Desde que llego estaba más que claro que ese era su sitio favorito, bajo la sombra, cómodo, desde ahí podía escuchar las olas chocar contra la orilla, también disfrutar de la ligera brisa y el olor del mar. Si el lugar era perfecto, aún en la noche donde gracias a las luces exteriores se podía leer tranquilamente y también ver lo que pasaba unos metros más allá.

Desde la tranquilidad de la hamaca Tomo podía apreciar a la pareja a unos metros, sentados en una amplia mesa elegante de mantel floreado. Takashi y Yusuke vestían elegantemente como mayordomos, sirviendo y atendiendo cada capricho de Yoshiatsu así como las esporádicas peticiones de Hikage.

Según Tomo, esos dos -Takashi y Yusuke- tenían ganas de humillarse y a tal punto sólo les faltaba lamer las suelas de las sandalias playeras de Yoshiatsu.

Rodó los ojos, regresando su atención a su ramen y a su libro de mil docientas cincuenta páginas.

—¿Te gusta?.— Pregunto Yoshiatsu a Hikage, pues el le había dado a probar un costoso vino y también se había tomado las molestias de enseñarle a la chica la forma de catar un vino y degustar lo de mejor manera.

—Es dulce.— Comento ella torciendo un poco el gesto.— Me agrada.

La cena romántica tenía treinta minutos de haber iniciado, para Yoshiatsu, quien estaba como un tonto hombre enamorado, se la pasaba contemplando a la joven. No se acostumbraba del todo verla haciendo gestos y contestar de esa manera menos robótica, pues desde lo ocurrido, incluso su voz ante los oídos del joven resultaba más dulce y humana que antes, no cabía duda, que lo único que tenía que agradecerle a Tsuzuku, fue el hacer "activado" de alguna forma esas emociones en Hikage, por mucho que su querida chica no estuviese de acuerdo.

Hikage miro atentamente a Yoshiatsu, comenzaba a sentirse incómoda con su mirada encima todo el rato. Se sentía ligeramente cohibida y tímida, como si le intimidase por momentos cuando la mirada de ambos casualmente se encontraba.

Con un chasquido de dedos, el azabache hizo que le sirvieran más vino, también que pudiesen finalmente el plato principal, el cual era nada más y nada menos que tentáculos de pulpo al ajillo, con papas fritas y también algo de ensalada de repollo y zanahoria.

Con sólo ver lo que le servían, el estómago de Hikage parecía exigirlo. Ella se adelantó a dar el primer bocado, quedando fascinada por ese estallido de sabor que se generaba dentro de su boca. Nunca había probado algo tan delicioso en su vida.

—¿Te gusta?.— Pregunto Yoshiatsu con una sonrisa.

—¡Esta delicioso!.—

La chica se relamió los labios y le dedicó una sonrisa sincera a su acompañante, cosa que le maravillo al pelinegro y perturbo a quienes le servían.

Takashi y Yusuke tendrían pesadillas con esa sonrisa, era demasiado extraño y poco agradable ver a la joven haciendo ese gesto y para peor, por verdadera alegría.

La cena acabo unos minutos más tarde. Cansados Yusuke. Takashi se dejaron caer a los pies de la escalera, donde se encontraron a Tomó, leyendo aún ese estúpido y largo libro.

— Nunca pensé ver al jefe intentando ser lindo con una chica.— Comento Yusuke. Mirando a lo lejos a la pareja, que iban caminando por la orilla tomados de la mano.

—Yo nunca me imagine a Hikage sonriendo... Eso fue tan..— Takashi sintió escalosfrios.

—Espeluznante.— Le segundo su compañero y Tomó soltó algo parecido a una risa.

—Si tanto les molesta deberían pedirle a Tsuzuku que lo revierta.— Sugirió el azabache como solución.

—Ni loco.— Contesto Takashi.— Podría liberarse y no creo que al jefe le guste, el parece disfrutar de que ahora Hikage sea diferente.

—Un asesino no debería tener emociones, menos sentimientos.— Los dos empleados miraron a tomo sin entender.— Esas emociones, llevarán a Hikage al desastre y Yoshiatsu esta colaborando con ello.

—¿Colaborando con ello?.—

Tomó sonrió con suficiencia ante la mirada perdida de los dos hombres.

—A su tiempo lo verán.—

(. . .)

La mañana llego y con ello, los tres asesinos, junto con los dos empleados de confianza de Yoshiatsu, estaban reunidos al rededor de la jaula de un moribundo Tsuzuku, quien a primera vista parecía más bien muerto.

Lo poco que se lograba ver de su piel, estaba pálida, su cabello mugroso y lleno de arena, sus labios pálidos como los de un muerto, resecos y cuarteados por la falta de hidratación.

Yoshiatsu le miro con frustración.

—Ay, vamos, no me digas que estas muerto.— El azabache ordeno que quitasen la jaula. Inmediatamente Yusuke presiono un botón que hizo que el metálico objeto se elevara gracias a la grúa a la que estaba conectado. Entonces Yoshiatsu se acerco.— Oye.. Chuchu...— Le tapó la nariz, pero aún no había respuesta.

—Genial, ahora resulta que esta muerto.— Tomó soltó un bufido de molestia.

Hikage vio al azabache, este le estaba haciendo una que otra morisqueta al rubio. Prefirió guardar silencio.

—No, no, muerto no está..— Soltó Yoshiatsu con cierto pánico, hasta comenzaba a temer de que en serio estuviera muerto. Sin pensarlo mucho se puso de espaldas a sus compañeros y en frente de la cabeza del rubio, se posicionó abriendo sus piernas y bajo la bragueta de su pantalón, seguido de eso sacó a su "amigo" y comenzó a orinarse sobre el.— Vamos, lindura, es hora de despertar.

—Por el amor a..— Tomó no término la palabra, se sentía demasiado asqueado para decir algo.—¡Eres asqueroso! Hikage ¿cómo puedes gustar de esa bazofia?

La chica se encogió de hombros, ni ella se esperaba que hiciese tal cosa.

Sin embargo, parecía que orinarse encima de el estaba dando resultado, por que un muy asqueado Tsuzuku movía su cabeza y con un gesto de asco iba escupiendo todo lo que le caía en la boca.

—¡Esta vivo!.— Grito Yoshiatsu.— Señores, chuchu, no estaba muerto, ¡sólo estaba de parranda!.— Su risa maniática resonó por todos lados y con su vejiga aliviada, devolvió su miembro a sus pantalones y llevo sus manos a sus bolsillos antes de virar hacia sus compañeros.—Bien, ya podemos irnos. Hoy es un gran día para nosotros, también, para nuestro querido chuchu..— Les regaló una sonrisa sombría a sus compañeros, ellos le miraron cómplices, pues bien sabían que lo que venía, era bueno.

—¿Es la hora?.— Pregunto Hikage.

—Así es, querida. Ya es la hora.

Yoshiatsu estuvo por acercarse a ella, pero Hikage tomó distancia.

—Lávate las manos primero.— Eso dejo al azabache hecho cuadros.

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⏰ Last updated: Jul 04, 2018 ⏰

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「  Let Me Kill∥Let Me Love。」Where stories live. Discover now