Todo apuntaba a que sería un día ideal, pero no, esa tonta tuvo que arruinarlo. Estaba esperando por esto desde hace varias semanas y tenía todo planeado. Mis alas son fuertes y veloces. Soy la mejor de la clase y hoy iba a demostrárselo. Ella me iba a ver, tal y como yo la vi aquel día.
Pero, ¿Por qué? ¿Por qué estaba con ella? Con ese bicho raro. ¡Le sujeto la mano! No puede ser... ¡¿Cómo se atreve a soltársela así?! Es una irrespetuosa, debería estar agradecida con que ella le dirija la palabra. ¿Qué es lo que hace ahora? ¡¿La abrazó?! Maldita Estrella, me lo vas a pagar.
Cuando la vi descender hacia el suelo sólo pude en una cosa pensar: es mi oportunidad. La seguí, iba planeando la entrada ideal mientras miraba por detrás de un árbol. Y fue entonces que todo mi mundo se derrumbó. Jaz, mi dulce Jaz, había bajado del cielo para estar con la estúpida de Estrella. Hacían todo lo que yo había soñado este último mes hacer con ella; charlaban demasiado cerca y se abrazaron. Y hasta se tomaron de la mano. Si esto continúa mis oportunidades serán nulas. Ella sólo pensará en ellas y... y... si siguen a este paso, ellas volarán juntas.
Es cierto, ella no puede. Lo recuerdo bien, lo escuché todo desde la cocina. Cuando mi madre se juntó en casa con dos amigas. Yo había bajado de mi cuarto por algo de comer y oí como hablaban de los demás padres y de mi escuela. Me quedé un momento escuchando y fue una de ellas la que pregunto por ella.
- ¿Qué saben de la chica rara? ¿La chica sin alas sigue yendo a clases?
- Sus padres insisten en que asista, aunque ningún alumno lo sabe.
- ¿No va en la misma clase que tu hija?
- Si. Pero no la conozco, no es amiga de mi hija.
Recién en ese momento habló mi madre y yo me quedé atontada asimilando lo que escuchaba, una compañera mía no tenía alas ¿Quién?
- Si fuera tú le diría que se mantenga alejada de ella, esa chica tiene algo raro.
- ¡No digas tonterías! La familia Estrella es muy buena, el que ella haya salido así es sólo un accidente. Y mi hija puede ser amiga de quien ella quiera.
Era la primera vez que mi madre se molestaba tan repentinamente pero yo ignoré completamente eso y sólo pensaba en lo que habían dicho. La tonta de la clase, aquella que siempre estaba sola, al que siempre molestábamos con mis amigas...no tenía alas. Eso sólo lo hacía aún más perdedora.
De no haberme descubierto ese día mi madre, y obligado a no contarle a nadie lo que sabía, le hubiese hecho la vida imposible a Florencia. Las amenazas de mi madre me daban igual ahora, después de verla con Jaz lo único que quiero es destruirla por completo.
¿Qué voy a hacer? Tengo que pensar alguna forma de separarlas, más que eso, algo con qué castigarla para que nunca más se le cruce siquiera la idea de acercase a mi Jazmín. Espera Elena, piensa bien las cosas, si ella te llega a ver golpeándola jamás te lo perdonará, es demasiado buena. ¡Maldición! Golpeé mi puño contra el árbol lo que termino doliéndome, pero la frustración me es peor. Algo tengo que hacer, ¡Maldición!, ¡Maldición!, ¡Maldición!
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Se que es un capítulo super corto, pero es necesario para introducir al ultimó narrador de la historia. No se la agarren con Elena que no tiene la culpa de ser la mala en esta historia (En la novela no fue un personaje malo, solo se metio en medio del ship equivocado)
Muchas gracias a quienes han leido y votado esta historia, me alegra mucho saber que alguien la lee y le gusta. Subire otro capitulo esta noche o mañana. No es muy larga la historia, solo 5 capítulos más, espero la sigan hasta el final.
