Quizás no me creas. Seguro pensarás «llévenla a un manicomio». Acepto que si no me hubiese pasado, nunca lo habría creído. Pero espera a que termine mi relato para que puedas decirme si merezco la llave del cuarto acolchado en blanco.
Me llamo Allie, tengo diecisiete años y desde hacía tiempo quería que mis personajes literarios favoritos cobraran vida. Quería que alguno fuera mi novio. Pero cuando por fin logré sacar a uno de ellos(a los dieciséis años), mi vida, no volvió a ser igual.
Espero que me creas,y si no, al menos lo intenté (inserte emoticón de guiño.)
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--Entonces quieres ir a la venta de garaje que organiza el padre de Lucia, para...
Jorge no terminaba de entender mi empeño en ser la primera en la fila de la venta anual de garaje que el Sr. Mauricio Morata organizaba. Me pasé una mano por el cabello y gruñí. Era lunes y salíamos del instituto, la molesta falda de lino azul me llenaba de impaciencia. Jorge llevaba mi mochila en su brazo y sus ojos negros me observaban confusos detrás de sus anteojos de fórmula. ¿Por qué los chicos reales no podían ser como los de los libros?
--Lucía me guardó la colección de las primeras ediciones de las crónicas de Narnia—mi voz resumía impaciencia y fascinación. Con una sonrisa tirando de mis labios, y una ceja enarcada en el moreno rostro coronado por una mata de pelo negro alborotado adrede con gel de Jorge, salimos del instituto y una ráfaga del gélido viento invernal nos abrazó con ímpetu.
--Allie, algún día tendrás que dejar de leer fantasía. ¿Existen otros libros, sabes?—sacudió su cabeza y el pelo le cayó a los ojos. Fruncí el ceño y erguí la espalda.
--Cada quien lee lo que le gusta—aduje con voz gruesa. Mi amigo respiró hondo y lo aceptó a regañadientes. Jorge era amante de la literatura clásica: Hamlet, Matar a un ruiseñor, El gran Gatsby, En el camino, Al este del Edén, Los vagabundos del Dharma, y todas esas maravillas escritas por los iluminados de los siglos pasados. Yo era fanática de la literatura fantástica y su prima, la de ciencia ficción; no osaba adentrarme en las historias profundas y filosóficas porque, básicamente, leía para divertirme. Eso, si obviábamos que los profesores de literatura de la escuela eran unos pesados que prácticamente nos ponían una pistola en la cabeza para que leyéramos a García Márquez y Pablo Neruda. No creía que no los leería, pero ese momento no llegaría aún.
--... Entonces Julian la salvó de los soldados Moon, Kira no sabía cómo agradecérselo así que le ofreció alojo en su castillo y Julian, dubitativo, lo aceptó—mi voz se alzaba por encima del traqueteo y la música a todo volumen que resonaba en el interior del autobús en el que nos transportábamos. Jorge alzaba las cejas de vez en cuando, simulando interés por mi relato. No me importaba; amaba el libro que estaba leyendo: Los hijos del rey, así que podía pasar toda la tarde hablando de él.
--Kira estaba comprometida con Augustus, el hijo del emperador Von Harsen, pero mientras Julian comandaba el ejército real, se enamoraron y escondieron su romance hasta que Augustus los descubrió besándose y ordenó el destierro de Julian. Kira, sufriendo, le imploró que la escuchara, pero no logró otra cosa que apresurar el matrimonio. —fruncí el ceño. Jorge me miraba confundido, su expresión servía de eco respecto a la de la señora de ojos marrones junto a su otro brazo.
--Tengo miedo de que Van Harsen conquiste el reino de Los piedra y Julian quede en medio de la guerra—algo en mi interior se estremeció al imaginar aquel giro de la historia. Mis ojos se abrieron como platos ante la posibilidad--¡No!—chillé provocando el respingo de Jorge y sus ojos inquisidores se fijaron en mi rostro, su expresión reprobatoria y confusa. – ¡Louis Carsten no puede hacer eso! ¡No puede separar a Julian y Kira! ¡Simplemente, no puede!
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Allie y la pluma dorada
FantasyAllie es una chica de 15 años amante de la literatura juvenil fantástica, que junto con su mejor amigo, Jorge, consigue una pluma fuente dorada con el poder de traer a la vida a cualquier personaje ficticio que ella desee. Sin embargo, no todo es co...