Represalias.

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Cuando tu libertad se vea afectada por la sociedad, cuando te digan qué programas debes ver, qué cosas debes decir, cómo debes vestir y qué debes aspirar en tu vida.
Pero cuando veas el cielo una vez más.

Cuando quieras decidir por tu cuenta.
Cuando sea momento de decir ya basta.

La Anarquía te abrirá sus alas para ofrecerte Libertad. ~

Lincoln contempló maravillado la fachada del club. Era tal como imaginaba que sería un club de motociclistas, un lugar grisáceo, con un par de hermosas motocicletas estacionadas en la entrada y una música de primera calidad, rock y metal, saliendo de su interior hacia afuera.

El viaje con Bobby no fue muy largo, pero él francamente habría querido poder conducir la moto. La sensación que tuvo cuando el aire comenzó a golpear su rostro era algo que nunca había sentido, una libertad que lo había llevado flotando hacia lugares desconocidos para su imaginación. Debía volver a sentirlo. Debía poder conducir una moto y así sentir la experiencia completa, el gran viaje que Bobby y su padre hacían a lomos de sus corceles de metal.

— Bien, Lincoln, contempla nuestro club. — Le dijo Roberto, tras quitarse el casco. — La primera regla, jamás toques la moto de nadie.

— Wow... ¡Es Genial! — Lincoln respondió al ver a su alrededor. — ¿Y por qué no puedo tocar la moto de alguien más señor Roberto?

— Bueno ¿te gustaría qué alguien más tocará a tu chica? — Roberto preguntó mirando sutilmente a sus espaldas.

— Eh, bueno, realmente no me gustaría. — Lincoln respondió regresando su mirada al presidente de S.A.M.C.R.O.

— ¡Exacto! — Respondió caminando junto a su hijo y Lincoln a las puertas del club, donde un hombre joven y robusto estaba en una de las mesas de afuera. — ¡Mike, ¿qué mierda haces holgazaneando?!

— Hey, son mis horas libres, déjame fumarme un cigarro al menos. — Respondió para mirar al hijo de Roberto y al joven qué venía con ellos. — Eh... Roberto ¿quién es ese chico? — Mike preguntó curioso ante la vista de Lincoln.

— Soy Lincoln, señor. — Dijo él, por alguna razón no quería quedar en vergüenza frente a aquel motero, como si estuviera otra vez en la escuela con los que fueron sus amigos.

— Mike, es un amigo de Bobby. — Dijo Roberto — Desea unirse al club.

— Él no tiene veinte años. — Dijo Mike, y eso avergonzó a Lincoln, cuando lo decía así le daba la impresión de tener once años de nuevo. — Tiene como..., quince años o algo así.

—Tengo dieciocho, señor. — Le respondió Lincoln, y el motero rio un poco.

—Señor..., creo que ya está entrenado para Prospect — Dijo levantándose y se acercó hacia Lincoln, y este no pudo evitar sentirse intimidado. — Dime chico, ¿qué crees que vas a encontrar aquí adentro?

— Eh... Yo... Yo busco...— Lincoln trató de responder, pero la visión de ese hombre lo intimidaba más de lo que él podía imaginar. — Eh... Yo busco Libertad. — Ante esa respuesta Mike levantó ambas cejas.

— Jo-Der. Me agrada que digas eso niño. — Mike respondió riendo. — Je jeh, digo aún tienes cara de niña, pero parece que tienes huevos. Dime ¿te gustan las motocicletas?

— Eh, sí de hecho estuve estudiando algo sobre mecánica y...

— Ahórrate esa basura para después niño, la verdad es que me vale madres lo que sepas de una moto. — Mike respondió sentándose de regreso. — Espero que estés listo para ser Prospect niño, va a ser un viaje algo duro y lleno de mierda de por medio, pero... Sí tienes los huevos necesarios para afrontarlo te daré mi simpatía.

The Loud House: S.A.M.C.R.O. Libro 1: El Capítulo Gris. (ESPAÑOL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora