I. El inicio

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Death City. Ocho de la mañana, primer lunes del mes. Casa de Maka Albarn y Soul Eater.

-¡Soul! ¡Apresurate! ¡Llegaremos tarde al primer día!- gritaba algo molesta Maka detenida del otro lado de la puerta. Apuntaba variadas veces la motocicleta de su compañero, Soul, quien a duras penas salia de la casa somnoliento.

-Deja de gritar, para ser una tabla haces mucho ruido eh- replicó el de ojos carmesí subiendo y encendiendo aquel transporte.

-Si no fuera porque eres la única persona cercana capaz de manejar una moto, tendrías un Maka Chop en tu cabeza encima ahora mismo- frunció el ceño la de coletas al escuchar una ligera risa como respuesta. Y después de otra ligera discusión se dispusieron a marcharse hacia el Shibusen.

Comenzaría un año más en aquel colegio para armas y técnicos, que sin dudas iniciaría con el pie derecho al recibir nuevos alumnos con un gran potencial. Alumnos completamente diferentes a los usuales.

Sep. En otras palabras, raros.

Maka Albarn «una chica de 14 años de edad, responsable, inteligente, competitiva y sobre todo... Plana», Soul Eater «un chico de 14 años también, genial, despreocupado y extraño» y otra serie de chicos retornarían a sus clases, volviendo a ver caras familiares, viejos profesores, las mismas instalaciones, etcétera, etcétera.

Pero eso no quita lo interesante.

-Vaya, hoy hay mucha gente, me pregunto que discurso dará Shinigami-sama para los alumnos de nuevo ingreso- decía al avanzar la loli albina junto a su compañero.

Como bien lo ha mencionado, había una cantidad algo impresionante de alumnos comparado al de años anteriores. Se observaban varios tipos de alumnos, pero "nada de que preocuparse", pensaba Maka tranquila. Hasta que un chico albino con un extraño traje chocó con ella, interrumpiendo sus pensamientos.

-¡Eh! Disculpa, no te vi– decía el chico recogiendo con agilidad una serie de papeles que se habían caído al suelo por el choque. Tenia unos curiosos ojos verdes y una peculiar espada colgada en su espalda.

-Eh... Descuida, se nota que eres nuevo después de todo...- dijo la Loli observándolo de pies a cabeza -Tiene un alma muy fuerte para su edad- pensaba algo confundida ante esto.

-Sí, soy nuevo.. Un gusto conocerla señorita- el albino realizó una reverencia y retorno su camino a prisas. Esto sólo causo desconcierto en la mirada de Maka.

La pareja de compañeros se paso saludando a sus amigos, tales como Black Star, Tsubaki, Kim, Jaqueline, Ox, Harvard, Kilik, Pot Thunder and Fire, antes de escuchar las maravillosas palabras de bienvenida. Con maravillosa me refiero a cortas y directas.

-Hola holaaaa nuevos y viejos estudiantes, hoy iniciamos otro año, cada uno más especial que el anterior, les deseo un buen inicio, ¡es todo!- dijo Shinigami-sama alegre para después irse. No era el mejor para dar discursos motivacionales. Literal.

Pero con buenos discursos o no, comenzaron las clases.

La clase Luna Creciente tenía prácticamente los mismos estudiantes, excepto por una cosa, el profesor. Y era alguien conocido por Maka.

-Buenos días, mi nombre es Toshiro Hitsugaya y seré su maestro este año- dijo el joven albino de traje raro. Un haori. Pero quitando el tema del traje lo que causó más conmoción fue que un chico que aparentaba su edad fuera quien ahora les dirigía sus clases. Y mayor aún... ¿dónde estaba el profesor Stein?

Él se encontraba en una nueva clase, Cuarto Menguante, en ésta prácticamente estaban alumnos de nuevo ingreso: un tipo en silla de ruedas, un tipo con una rara armadura, un sujeto fumando, una chica de largos cabellos azules, y otros personajes... Originales. Stein los llamó OC «Original Character». Pero volvamos con el grupo anterior.

-¿Él... Es el profesor?- susurro Maka para sí misma viendo sorprendida a Toshiro. En él año anterior en el que había estado nunca había escuchado o visto algo así; y eso que pasó por muchas experiencias, como comenzar desde cero su cacería de almas gracias a una bruja gata, él haber peleado con un antiguo profesor zombie, haber luchado con una bruja serpiente o con una espadachín de sangre negra. Eso comenzaba a quedarse corto comparado con ese profesor.

–Bueno, con tan solo ver sus expresiones me doy la idea de lo que piensan, que soy algo joven para ser profesor, ¿no?– sonreía levemente Toshiro para después suspirar –Me pasa a menudo... Pero bien, en todo caso yo impartiré este curso, primero que nada quisiera conocer las habilidades de cada uno, así que organice un torneo, es como un examen sorpresa, solo que las posibilidades de reprobar son casi nulas, pero dejemos de divagar, vayamos afuera.

¿En serio? ¿Un torneo el primer día? Tiene un pro: se dan a conocer el cómo mejoraron las habilidades de cada persona; y tiene un contra: existía ese futuro alterno donde Black Star acabaría fácilmente con la simetría del Shibusen. O sea, el futuro donde Death the Kid terminaría matando a todo el mundo con sus pistolas láser montado en un pegaso negro como su alma, y que de paso vomitara arco iris. Suena estúpido pero todo puede pasar, ¿no creen?

Sin pensarlo dos veces todos los alumnos de esa clase salieron al patio, donde buscaron asientos en las gradas mientras esperaban su turno. Maka parecía una calculadora humana a punto de explotar por la cantidad de cálculos que estaba realizando para forjar una estrategia. Por otra parte, Black Star estaba como de costumbre: gritando a los cuatro vientos sobre lo grande que es «a pesar de su baja estatura»; mientras que Death the Kid ideaba unas poses completamente simétricas para sus armas y él. Típico. Tres grupos de compañeros, tres maneras de actuar.

–Bien, es hora de comenzar, los primeros en enfrentarse son...– el joven maestro termino interrumpiendo su instrucción por la intromisión de una de sus superiores: Azusa Yumi.

Quizás, ¿qué tiene que ver Azusa con Toshiro? Verán, ella es una de las encargadas de vigilar los trabajos de los escuadrones del Gotei 13, donde éste chico labora, sep, así es en esta historia para darle sentido, lógica y sobre todo, ironía.

Yumi tenía la compañía de tres grupos técnico y arma, dejando más preguntas a lo alumnos de mayor antigüedad en el Shibusen. Maldita sea, cada vez eran mas caras nuevas. 

Después de una serie de explicaciones, los alumnos se fueron a sentar con sus demás compañeros nuevos en las gradas, esperando alguna orden. Era muy común oír que el Shibusen fuera una clase de escuela militar.

Respecto a los integrantes nuevos del salón solo se podían observar sus rasgos físicos, obviamente, se hallaban: un chico rubio de ojos dorados con apariencia de burgués, una joven castaña de ojos amielados que estaba oculta bajo una capucha roja, un joven pelirrojo que demostraba la típica apariencia del chico malo de todo el puto colegio; una chica de cabellos cortos negros y rojizos con una familiar estrella en sus ropas, otro chico pelirrojo con una serie de marcas en su rostro que parecía atemorizante a primera vista; y finalmente otros dos muchachos que literalmente eran una versión anime de Sherlock Holmes y de su elemental y querido Wattson. Personas normales para una escuela de discapacitados mentales. ¿Si o no raza? Bien, enseguida de estas descripciones mentales el profesor más joven del momento retomó la palabra.

–Bien, después de otro sorteo, por la llegada de sus nuevos compañeros, realizaremos definitivamente este torneo, donde los primeros participantes son: Ox y Sam.

O en clave morsa: el tipo del rayo y el sujeto nuevo rubio.

–Bien, esto servirá para observar y analizar los movimientos del alumnos nuevo– decía Maka al observar detenidamente a los contrincantes, que ya estaban en medio del patio.

Mientras, Hitsugaya miraba de reojo a la loli albina, las razones, quién sabe, son desconocidas... Por el momento.

Pero vayamos al grano. Comenzaría el combate. Saquen las palomitas.

Shibusen (Soul Eater ~ Bleach ~ OC'S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora