De un árbol de manzana,
cayo una fruta.
Era tan dulce y madura,
que con solo mirarla me causaba locura.
Sus cascaras eran rojas,
su figura bien formada.
Su pulpa tenían ese Jugó,
que tanto necesitaba mi alma.
Sediento llegue a este árbol,
y encontré aquella manzana.
¿De donde nacían estos frutos?
Pues eran de aquellos manzanos.
Y ahora,
me siento aliviado.
Pues recogo las manzanas,
que cayeron de aquellos arboles dorados.
Y un pájaro ha venido,
a saciar su loca sed.
Bajo estos arboles de manzanos, bajo la frescura de este atardecer.
Fernando Rial
ESTÁS LEYENDO
Reir, llorar y soñar
PuisiMi idea es describir como se siente la luna cuando esta triste, como mis sueños son tan diferente a mi mundo. describir ese atardecer que se me hace difícil olvidar. y luego sentir el corazón lleno de lágrimas. o ver una tarde en otoño o escuchar e...
