Tardes de otoño

164 29 39
                                    

Llueven hojas del cielo,
amarillas, marrones y coloradas.
El árbol ha quedado seco,
y las flores sola descansan.

El viento soplaba a lo lejos,
y el cielo era lana deshilachada.
En esta tarde de grises sueños,
la soledad tranquilamente abundaba.

Los pájaros en sus nidos cantaban,
melodías tristes y serenos.
Porque vieron su desilusión,
al no poder realizar sus vuelos.

El sauce movida por la brisa,
en el silencio lloraba.
Porque bajo de sus sombras secas,
sus flores lentamente se marchitaban.

Del cielo lloverán lágrimas,
con sus gotas frías y heladas.
Y mis manos podrán tocarlas,
para poder así consolarlas.

Ha comenzado a llover,
las primeras gotas caen precipitadamente.
Y el cielo me mira con tristeza,
porque sus lágrimas no dejarán de caer.

Se huele a rosales,
se huele a viento.
Es el perfume de aquellas lluvias, que me envuelven por completo.

Hoy no traje mi paraguas,
porque quería ver esto.
Una tarde de lágrimas,
una tarde de grises sueños.

Y ahora el sauce,
me acurrucara por un momentos.
Y veré a sus flores marchitas,
que duermen en silencio.

                                   Fernando Rial

Reir, llorar y soñarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora