Palabras que nunca me dijiste

Hoy es tu funeral Nick. Estoy segura de que no te hubiera gustado esto, era yo la que tenía que morir antes. ¿Que pasa con nuestra promesa ahora?

No estoy llorando porque se que no te gustaría, no me alegro de que hayas muerto, pero no puedo negar que hay algo dentro de mi que se refriega las manos, que estaba esperando esto.

Estoy en tu funeral Nick y ésta es nuestra historia.

Es irónico que nuestros momentos sean contados en tu final. Pero la vida me ha enseñado que lo que escasea no es el petróleo ni el dinero, sino el tiempo. Espero que no se vea egoísta utilizar tu momento para hablar sobre los dos. Pero vivimos lo jamás vivido y fuimos durante mucho tiempo testigos y confidentes de nuestros secretos. Tu ya te has ido y yo ya no puedo guardar dentro de mi la historia de mis recuerdos.

El sol nos daba en la cara. Estábamos en esa pradera a la que aún le estoy buscando nombre.

En esos tiempos los coches eran nuevos, pero anticuados si los comparamos con los de ahora. Hacían mucho ruido y subíamos allí para escabullirnos del ambiente de casa y del "run-run" de las calles. La primera vez que acabamos allí sólo estábamos de excursión, en una de las primeras veces que habíamos decidido hacer algo que no fuera mirarnos en la distancia.

Te vi desplomaste sobre la hierba y luego giraste de cara hacia arriba y al verme pareció que acababas de acordarte de que te estaba acompañando.

Me ofreciste espacio a tu lado, algo estúpido ya que la pradera era lo suficientemente grande como para no vernos, pero en ese momento pareció tierno. Tome asiento y contigo echado a mi lado ,me relaje. Esa tarde nos dimos cuenta de que ninguno de los dos era como el otro se lo había imaginado.