Hubo una vez en la que el sol decidió esconderse y dejarnos ver, por fin, las nueves sin cegarnos.
Tu veías conejos y animales variados que acabaron formando un zoo. Nunca te dije lo que veía yo.
Nunca he sido cursi, ni tampoco romántica pero ese día me transforme en una ñoña de película. Después de los corazones blancos del cielo fuimos a nuestras casas, por lo menos yo fui a la mía, y me releí Romeo y Julieta, dejando atrás la faceta de mala niña. Me transformaste en lo que yo consideraba ofensivo, pero realmente sólo acabó siendo una característica más por la que ahora me describen.
Quisimos hacer lo que muchos habían intentado y acabamos con dos corazones rotos en la mano y sólo un Adiós como despedida.
Años más tarde entendimos que el orgullo no lleva a ninguna parte y firmamos la tregua, aunque tampoco cambiamos nada después de eso.

ESTÁS LEYENDO
Palabras que nunca me dijiste
RomansaHoy es tu funeral Nick. Estoy segura de que no te hubiera gustado esto, era yo la que tenía que morir antes. ¿Qué pasa con nuestra promesa ahora? No estoy llorando porque se que no te gustaría, no me alegro de que hayas muerto, pero no puedo negar...