X.- Degollado

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~ N. Kai. ~

Aún con los ojos cerrados, pues eran aproximadamente las 4 de la madrugada y podía escuchar la manera en que la tormenta caía fuera de casa. Más había algo extraño... Yo habría jurado haber dejado la ventana cerrada antes de irme a ir dormir, pero podía sentir la brisa y el viento en mi rostro. No había duda. La ventana estaba abierta y la lluvia atentaba contra mi.

Con esfuerzo abrí los ojos y me incorpore sobre la cama.

Un escalofrío seguido de un sudor frío recorrió mi cuerpo al ver colgada de la ventana... La cabeza de...

Era la cabeza de mi profesor de educación física, según lo que alcancé a reconocer de él gracias a un rayo que iluminó el cielo y el interior de mi habitación.

La cabeza goteaba sangre... La persona había sido torturada de una forma atroz. Los dientes habían sido removidos al igual que los ojos dejando ver únicamente dos huecos negros en su lugar. Lo siguiente... Con ayuda de dos pinzas para ropa, la boca había sido acomodada de tal forma que mostrara una mueca de tristeza, tal y como las máscaras de teatro...

Una cabeza colgante en mi ventana, como si se tratara de un adorno o una medalla de la cual debiese estar orgulloso...

- Yusei, sal de donde estés... - fue lo único que pude decir.

- ¿No te gusta, amor?

- Muestrate frente a mi y explícame que es exactamente esto.

Yusei salió de debajo de mi cama y se sentó a mi lado.

- Que bonita forma de aparecer. Ahora dime, ¿Por qué mi profesor?

- Era un maldito.

- Nunca me hizo a...

- Planeaba hacerlo.

- ¿De qué hablas?

- Ha... ¿Acaso piensas que en verdad la muñequita es la adoración de la escuela como lo parece? ¡No! Si te veneran, si te mantienen a salvo es sólo porque alguien, oculto entre ese montón de imbéciles espera el momento ideal para sacar los colmillos y devorar a su presa...

- ¿Qué planeaba?

- Tu no sales a educación física, ¿Cierto?

- Sabes que no puedo.

- Bien... ¿No crees que era cuestión de tiempo?

- ¡Tus celos son...! - en ese momento Yusei me arrojó un par de fotos mías sentado en el vestidor de niñas de la escuela... Claro, con el traje de "muñeca".

- ¿Dónde crees que las encontré?

- Di... - arrojó un celular a la cama.

- Donde encontré esto. Y de esas fotos hay más - en el celular, como era de esperarse, había fotos, vídeos y... ¿Escritos?

- Yusei...

- ¿Si?

- ¿Cuanta gente así hay en mi escuela?

- ... No sabría decirte... Pero podría encontrarlos a todos por ti.

- Yu... Voy contigo.

- Es peligroso.

- No. No quiero que alguien le vuelva a hacer daño a... ¡A nadie! ¡Yusei, no quiero que me toque alguien que no seas tu! - me levanté de la cama y arranqué la cabeza de ese maldito de mi ventana.

- Pero... No quiero que pases por lo mismo que yo...

- ¡Quiero vengar lo que te hicieron!

- Eso ya lo hiciste, amor... Mataste al único idiota que me tocó... - Yusei me tomó entre sus brazos aún cargando la cabeza de aquel demonio.

- Pero... No me basta con eso... Quiero acabarlos a todos...

- ¿Ese es tu deseo?

- Sí... A todos... ¡A TODOS!... Ja... Jaja... - comencé a reír, todo me causaba risa, gracia, diversión... Todo era bueno en los brazos de Yusei.

- ... Comprendo, mi amor... No te dejare solo...

- ¡Yusei! ¡No llores, amor! ¡No ves que todo es bueno ahora! ¡Estaremos juntos siempre y haremos el bien!

Mi risa era incontenible, no lo podía evitar, ¡Era hermoso!... Pero Yusei lloraba y no lo entendía... Aún así, me repetía al oído que siempre estaría conmigo y eso lo sabia. Por esa razón hacia lo que hacia.

Para eso me hacia convertido en la muñeca de la ciudad.

...

Desperté en el piso de mi habitación y Yusei no estaba a mi lado. La cabeza del demonio fue arrancada de mis brazos... ¡No! ¡Debía estar cerca! ¡En algún lugar de la casa!

Salí de mi habitación a buscar desesperadamente.

El baño. No estaba ahí. Cocina. No. Ático. No. Sótano. No.

Recorrí toda la casa excepto tres habitaciones: el cuarto que era de Yusei... Antes de que todo ocurriera; el cuarto de mamá y el cuarto de mi hermana.

Me encamine al cuarto de mi hermana y abrí lentamente la puerta. ¡No estaba! ¡Maldición! Después de caminar evitando jeringas y toda clase de basura, lo único que pude encontrar fue a ella tirada en el piso en mitad de un viaje.

Salí de ahí y me dirigí al cuarto de Yusei... Cuando una mejor idea cruzo por mi mente.

El bosque.

Corrí a mi cuarto y entré a mi armario.

...

Vestido negro. No había a quién velar este día... Aún no. La venganza de los Onoe pronto estaría hecha.

Tomé el lápiz labial rojo y pinte mis labios. Mis uñas del mismo color.

Baje las escaleras y me encamine hacia la cocina, tomé un cuchillo y lo afile lo mejor que pude.

- "Espero que a la cuidad le gusté la nueva vista que tendrán de su muñeca"

___

~ Hola!

No se desesperen si no entienden algunas cosas de la novela, es parte de.

Este capitulo es dedicado a todos los lectores (por cierto, sólo se anuncian dos), los amo.

Tomates... O zanahorias para ustedes!

Cuando el próximo? ~

MuñecaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora