Jugando con la bestia

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Las cosas fueron diferentes desde que volví del hospital. Blake me sorprendió en muchas maneras.

Una tarde después de volver de la fundación me encontré con que todas las cosas de mi cuarto ya no estaban. Entonces vi a Blake parado en la puerta con una sonrisa de lado que me derretía las bragas, camino hacia mí y me tomo en sus brazos

_ has tenido tu cuarto, y yo he tenido el mío pero necesitamos un cuarto nuestro_ dice y tira de mi mano para llevarme con él. 

Entramos en el cuarto que estaba al final del pasillo del segundo piso. Había sido reformado. Era un hermoso cuarto que tenía una forma circular en una de sus paredes. Las ventanas hacían un balcón que daba a la extensión del jardín que tenía el invernadero. Había una hermosa cama con dosel, alfombra en la mitad del suelo y un enorme vestidor, allí estaba la mitad con mis cosas y la otra mitad con las de Blake. Había dos tocadores, uno con luces para mí donde estaban mis perfumes, maquillajes y cremas y el otro de Blake con sus perfumes.

Mis ojos se llenaron de lágrimas al darme cuenta. Había hecho de este nuestro cuarto.

Unos días después me sorprendió diciéndome que en la noche vendrían a cenar los hijos de Milva. Mark con su esposa Casandra que era arquitecta y Jake con su esposa Indra que lo ayudaba a administrar los clubes que tenía en asociación con Blake. También Milva y su marido James cenarían con nosotros.

Para esa noche Blake contrato a un chef que hizo unas deliciosas pizzas.

Todos estaban emocionados por conocerme pero creo que estaban más emocionados por poder pasar tiempo con Blake. Indra y Casandra resultaron increíbles.

Ellas eran amigas desde hacía tiempo y me hicieron sentir parte de su grupo. Era increíble ver a Blake interactuar con Jake y Mark. Hablaban de cuando eran adolescentes y de sus escapadas. Le decían a Milva que iban a la preparatoria y a mitad de camino se desviaban e iban a pescar al rio. A eso de las cuatro de la tarde siempre llegaba James, se les unía con su caña de pescar y les traía bocadillos que les haba preparado Milva. Ella siempre de alguna manera sabía cuándo iban a escaparse en vez de ir al colegio y jamás se los reclamo.

_ Los chicos necesitan escaparse a veces, es parte de ser adolescente y de tener aventuras_ dijo Milva con su habitual sabiduría.

Después de esa noche casi todos los viernes nos juntábamos con Indra y Casandra a comer en algún lugar. Nada pretensioso, ellas eran tan sencillas como yo. A veces solo elegíamos una película en la sala de cine de casa y comíamos sushi, mientras Blake y los chicos miraban futbol y comían pizza en la sala.

Pasaba mis días en una especie de sueño. Las noches y los momentos a solas con Blake eran apasionados y dulces al mismo tiempo. El que se haya abierto a mí no mermo su deseo, al contrario le gustaba jugar y a mí me gustaba que juegue. Ahora ya no me ataba las manos o me vendaba para que no lo mire o lo toque. No, ahora eso era parte de sensuales juegos de alcoba en donde el me volvía loca de placer antes de venirse mientras temblaba sobre mí.

Aun soñaba con tener hijos nuestros pero habíamos adelantado tanto en tan poco tiempo que no quería apresurar las cosas.

Una tarde de sábado me sentía aburrida. Las chicas estaban trabajando y nos reuniríamos aquí a la noche con sus maridos para comer todos juntos. Blake estaba terminando el bendito trato con los franceses en su oficina. Aun Mark era su rostro en los negocios y él lo prefería así. Aunque tenía una hermosa oficina en la central de Castellrock Ind. Le gustaba trabajar en casa. Decía que le gustaba la idea de tenerme alrededor.

Había estado recordando nuestra noche, habíamos tenido un apasionado enredo en el yacusi que me dejo temblando como una hoja pero aun así quería más. Lo quería a él.

Entre a su oficina y lo escuche hablando en francés por el auricular. Era tan sexy escucharlo hablar en francés. El me miro y levanto una ceja.

Yo me senté en el sofá frente al escritorio y solo lo mire. Sabía que no había cámaras aquí así que nadie más vería lo que tenía pensado hacer. El seguía hablando en francés mientras me miraba.

Yo acaricie mi cuello y solté mi cabello dejándolo caer. Acaricie mi cabello desplegándolo al mí alrededor. El no dejaba de mirarme mientras seguía negociando. Entonces levante mi vestido y me quite la ropa interior. Un culote de encaje negro y lo deposite en su escritorio. Él lo tomo atreves del teclado y lo llevo a su nariz sintiendo el aroma de mi estación profundamente.

Abrí mis piernas y las subí al asiento. Dejándole ver mi coño expuesto. Él se movió los labios mientras daba instrucciones. Con dos de mis dedos llegue a mi centro y comencé a acariciarme suavemente expandiendo mi humedad. Sus ojos se volvieron oscuros de deseo, moví mi otra mano hacia mi pecho y abrí el escote dejándole ver cómo me acariciaba. Él se quitó el saco y la corbata. Se aflojo la camisa mientras no dejaba de mirarme.

Me acaricie un poco más brusco ahogando un gemido y luego lleve mis dos dedos a mi boca probando mi humedad. El respiro bruscamente mientras decía algo a quien estaba del otro lado de la línea y luego con mi francés básico note que dijo

_ seguiremos con la reunión en un momento. Arreglen las cláusulas del contrato que hablamos y todo estará hecho_ corto la llamada y se quitó el auricular bruscamente. Camino directo a mí con paso firme y se arrodillo entre mis piernas

_ eres una chica mala Donatella Castellrock, tendré que castigarte por distraerme durante el trabajo_ dice mientras su dedos acarician mi centro mojado.

Me toma de la cintura y me lleva hacia el gran sofá del costado. Me pone boca abajo mientras mi vientre descansa en una de las almohadas.

Levanta su mano y me da un par de azotes sensuales mientras la otra sigue acariciando mi centro mojado

_ Señora Castellrock usted me vuelve loco_ dice mientras escucho como se deshace de su cinturón y abre el cierre de su pantalón de vestir. Abre mis piernas y me levanta un poco mientras me 'penetra profundamente de una sola estocada haciéndome gemir y gritar al mismo tiempo.

Con sus manos ancladas en mis caderas se mueve dentro de mi dándonos placer a ambos hasta que nuestros cuerpos tiemblan. Sale de mí y con la misma facilidad que a una muñeca de trapo me da vuelta y me sube sobre sus piernas. Lo monto mientras nos besamos furiosamente hasta que ambos nos venimos en un grito.

Luego recostado en el sofá, medio desnudos, medios vestidos me acaricia mientras mi cabeza descansa en su pecho. Levanta mi rostro y nuestros ojos se encuentran

_ Donatella..._ susurra_ ¿ te casarías conmigo?_ susurro y las lágrimas pueblan mi garganta

_ ya estamos casados_

_ nos casó un juez legalmente pero hablo de una boda como la que mereces, con nuestros amigos, una fiesta, un sacerdote, verte en un bello vestido. Una boda donde al final allá un anillo, votos y un beso... una boda verdadera_ dice mientras acaricia mi rostro y mis lágrimas se suelta mientras le digo

_ no necesito nada de eso porque ya soy tu esposa pero si te hace feliz si, Blake me volveré a casar contigo_ digo y el me besa profundamente.

Creí que ese sería nuestro final feliz a este retorcido cuento pero no... había un cruel enemigo esperando para rompernos en pedazos.

The Beauty of the beastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora