The Beauty of the beast

La verdadera bestia

Fue más difícil de lo que creía estar una semana lejos de Blake. A pesar de llenar mis días con las visitas a Camille y a la fundación cuando llegaba a casa y me quedaba sola se me hacía muy pesado. Dormir son Blake era triste. Mi cuerpo lo extrañaba, mi piel lo extrañaba. El siempre se levantaba temprano para correr y levantar pesas pero antes siempre me besaba y me decía que siga descansando y luego cuando se estaba duchando casi siempre entraba con él para una sesión rápida de sexo matutino caliente.

Desayune con Milva mientras repasábamos los últimos detalles de la boda. Seria aquí en la casa en el invernadero. El artista que cuidaba las flores había hecho todo un espacio amplio reacomodando las plantas y flores para poder hacer allí una cena íntima y una recepción.

Jake nos regaló el dj de uno de sus mejores clubes. Seriamos pocos pero nos queríamos divertir. No seriamos muchos. Blake y yo obviamente. Milva y su marido que serían invitados esa noche porque habíamos contratado un servicio de catering privado para atendernos para que Milva disfrutara la noche. Mark y Casandra nos regalaron tres cajas de champaña importada de la mejor calidad para esa noche y estarían Miranda de la fundación con Emily. Jaques, el asistente de la oficina de Blake con su marido Anthony y su hijo adoptado de die años Jefferson. Habían venido a cenar con nosotros unas noches antes de la partida de Blake y eran adorables. Y luego Hammer con su esposa Mirta.

Seriamos un grupo pequeño y de verdad hermoso. Blake había contratado a Michel Blair. Un periodista muy respetado y él lo habían elegido para darle la exclusiva de nuestra boda y su primera fotografía pública en seis años. Él trabajaba un periódico pequeño y respetuoso que hablaba sobre la economía nacional y Blake quería darles la oportunidad de la exclusiva para ayudarlos a lanzarse a nivel nacional.

Después de desayunar Milva fue a supervisar al personal de limpieza. Blake venia esta noche y quería prepararle una cena especial. Pasaría ver a mi hermana y a la fundación un rato a ver a Emily y a los niños y haría las compras para la noche. Hammer había ido con Blake y yo prometí mantenerme en contacto con Milva y los guardias sobre a donde iría.

Llegue a la clínica y estuve un rato con mi hermana. Uno de los medicamentos que le estaban dando había dado buen resultado aunque la bacteria en su corazón estaba siendo resistente.

Después de hablar con el medico estaba dirigiéndome a el estacionamiento por mi auto. Cuando abrí la puerta sentí algo duro en mi espalda

_  hola hijita que bueno volver a verte _ esa es la voz de mi padre o quien creía que era mi padre Richard

_ no sé qué crees que vas a conseguir con esto pero Blake no está en la ciudad_ digo mientras siento que presiona el arma en mi espalda

_ Eso lo discutiremos después, abre la puerta del baúl_ dice y yo miro hacia todos lados esperando a un guardia o a otra persona y justo ahora el lugar está vacío. Abro el baúl y él me toma del brazo con fuerza llevándome hacia atrás.

_ entra allí pequeña_ dice empujándome. Entro en el baúl y el saca una jeringa de su bolsillo_ esto es para que tengas dulces sueños nena_ antes de darme cuenta de lo que pasa me está pinchando y lentamente todo se vuelve negro.