Historia de Leiriel

Shia -IV

El "inmortal"

Llegando a su escondrijo se dio cuenta que el tipo aun lo seguia, aunque de lejos.

-Maldita sea...-susurro antes de hablar un poco mas alto- ¿Por que has venido?-
-Me sacaste de una cárcel, y me diste un bofeton... no se si para darte las gracias por lo primero o enfadarme por lo segundo... pero gracias, supongo-
-no me digas que a un inmortal le duele un golpecito -dijo Shia con desdén - por qué no me la cuelas.
La ladrona se dirigió hacia cualquier sitio menos al refugio, no podia verlo nadie, o se lo quitarían, seguro.

El chico la seguia de cerca mientras hablaba
-Oye, se que es de mala educacion y todo eso pero creo que es de necesidad pedirte ayuda, pues no se donde estoy, o por que casi me encarcelan... y quisiera volver a casa mas pronto que tarde... mi padre pagaria cualquier rescate, creo.
Ella suspiro -¿Quieres dejar de seguirme?
-Necesito tu ayuda- deja caer la cabeza - no se que hacer...

-Maldita sea... Estas en Samriel, capital mundial, subido al tejado de una posada de la zona portuaria, mas concretamente sobre El gato amarillo. Ahora largo maldito inmortal-
-Uo uo... ¿donde cae todo eso? No me suena nigun sitio con una capital llamada Samriel-
-¿Como? ¿Como es eso de que no conoces Samriel? ¿Como no conoces la capital mundial?
-¿Capital mundial? Lo mas cercano a eso es... Washington supongo... ¿Sabes donde cae España? ¿Y por que demonios me llamas inmortal?
-No se donde cae Washington.
¿Y no lo eres acaso? Inmortal digo-
-No -Carlo solto un suspiro- ¿Por que lo iba a ser? Solo soy una persona normal... aunque creo sinceramente que me han drogado
-Oh bueno... y yo me caí ayer de un tejado.- fruncio el entrecejo -Bueno, de hecho si me caí de un tejado ayer, pero no soy idiota. Dejame en paz-
Shia se dio la vuelta y se bajo del tejado antes de salir corriendo para desaparecer entre la multitud.