Capítulo 14

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Capítulo 14

Al notar que eran demasiados infectados, Clary, opto por atraerlos a la casa rodante, aunque lo estuvo meditando un buen rato pues les seguía teniendo pavor a los infectados y, con mas razón a los mutantes. Se alejo de la ventana desde donde odservava  decidida.

—Alex, —llamo al menor, tomo el bate (el que hace un día o dos le avía dado Dylan) de la mesa y se lo dio — nesesito que bajes con cuidado y te escondas, cuando no allá ni un infectado alrededor, corres con tu hermano y los demás.

—Clary, ¿que piezas acer?— pregunto Alex descorsentado.

—Atraerlos.— contesto con media sonrisa, de alguna forma, tenia un poco de valentía.

Alex vaciló un segundo, no sabia lo que Clary tenía en mente pero aun así, y después de conoserla hace unas horas, prácticamente un día, confiaba en ella, después tomo el bate decidido y sonrió.

—¡Esta bien, señora!—exclamo poniéndose en posición firme.

—Señorita por favor— respondió Clary dándose media vuelta.

—¡Okey!—exclamo nuevamente—¡Esta bien señorita!

—Asi esta mejor.— dijo Clary riendo.

Clary, ya serca de la puerta, la abre cuidadosamente para no hacer sonido alguno. Afuera se podía observar varios edificios y casas con ventanas rotas, algunos incendiados ahora solo con humo negro, autos bolcados, las calles estaban totalmente destruidas. Alex salio con cuatela de la pequeña seguridad que proporcionaba la casa rodante, y se escabullo detrás de varios autos. Serró la puerta, y dificultosamente camino hacia el asiento de conductor, se sentó y giro la llave haciendo que el vehículo roroneara, también presiono el centro de el volante produciendo un sonido agudo, el claxon.

—¡Clary!—grito James, atrallendo la atención de los demás, quienes miraron a la nombrada.

—¡¿Clary, que rayos piensas hacer?!— grito Dylan

—¡Alejarlos de ustedes!

—¡No lo hagas! ¡Podrías morir— vasilo un segundo, desidiendo si seguir o no y finalmente abrió la boca para hablar —,... y no quiero que eso suceda!

Clary quedó en choc, Dylan nunca le avía dicho algo parecido, solo en una ocasión en la obra de Romeo y Julieta de la escuela, en la que Clary avía sido Julieta y Roberto Romeo, antes de que la obra comenzará él le avía dicho «No estropees la obra, Donovan... por cierto. Con ese vestido te vez gorda». Fue como si le uviera deseado suerte, a su manera.

—¡Clarissa Donovan, baja de ese auto en este instante!— grito Darryl sacándola de su choc.

—¡Es peligroso Clary!

Ella iso caso omiso de sus gritos y advertencias, tenia que salvarlos, además quería ir un momento a su casa para verificar que su hermano, Will, estuviera allí. Lo echaba mucho de menos igual que a sus medios hermanos, su madre y a Steven.

Los infectados, atraídos por el ruido, se alegaron de Dylan y el resto, acercándose a la casa rodante, su caminar era algo extraño, se tambaleaban de un lado a otro pero no caían. Una vez que estuvieron cerca y comenzaron a golpear con las manos la casa rodante manchandola de rojo y café, Clary arrancó. Max ladraba sin parar a los infectados. Su plan era alejarlos lo suficiente, haciendo una distracción para que ellos pudieran uir, luego perder a los infectados el alguna parte para después regresar con el grupo.

* * *

Giro a la derecha nuevamente y por décima vez, buscando el supermercado. Ya se avía desecho de los infectados, ya no la seguían, pero se avía perdido, ni siquiera sabia en que ciudad estaba. Su corazón palpitaba rápidamente, casi se salía de su lugar, estaba mas nerviosa que cuando le tocaba aser una presentación frente a la clase, mucho mas que eso. La noche estaba por caer, no tenia armas, solo su arco y un par de flechas, y por si eso no fuera poco, la casa rodante estaba por quedarse sin gasolina. Tenia miedo de encontrarse con algún mutante.

—Maldición— susurro.

Sumida en sus pensamientos no se dio cuenta cuando una sombra negra salio de un callejón oscuro y disparó a la casa rodante, haciendo un agujero en el vidrio del frente, provocando que se agrietase. Clary se descontrolo, las llantas patinaban y rechinaban, intento maniobrar, pero a fin de cuentas, choco contra un auto volcado a media calle o carretera, realmente no lo sabia. Se desplomo en el asiento, una delgada línea roja bajo por su frente hasta su mentón, su brazo estaba mojado, y empezaba a ver borroso, divisó una sombra frente a ella, la persona portaba una espada, de esta solo se veía el mango dorado que brillaba como oro por la luz de la luna, éste se asomaba atravez de su hombro.

—Maldición. No eres una de ellos — susurro el chico para él, pero Clary lo oyó perfectamente.

—¿Dylan?—pregunto con un hilo de voz.

* * *

Una mujer alta, con un vestido negro de noche, me apuntaba con un arma, yo sollozaba y le imploraba que no lo isiera, a mis lados estaban los cuerpos sin vida de James, Will, Britanni, Alex y Jack, tenían la boca cortada de oreja a oreja, formando una diabólica sonrisa, como si se tratara de el gato Cheshire o de Jeff the killer, solo que esta vez, en las personas que quiero...

Desperté de golpe, asiendo que la cabeza me punzara, pase mi mano por mi frente, estaba sudando, esta era la segunda vez que soñaba algo así después de que todo empezo, la muerte de mi familia y amigos. Puse una mano en mi frente nuevamente, note que tenia una venda al rededor de ella. Gire mi cabeza observando la habitación, era vieja y estaba totalmente desordenada, fotografías rotas y los vidrios de la ventana rotos, esparsidos por el escritorio que se encontraba frente a ella, el suelo estaba manchado con sangre oscura, probablemente de algún mutante o infectado. Quite la sabana azul cielo que cubría mis pies y saque estos al costado de la cama, golpeando a un bulto negro y blanco.

—¡Max!— llame al canino quien levanto la cabeza rápidamente — Me alegra que estés bien.

Camine apollandome en el pie que no tenia dislocado, por precaución, me acerque a la ventana con Max detrás de mi. Afuera estaba la casa rodante con el vidrio de enfrente agrietado, quizá me encontraba en el tercer piso de un edificio debido a la altura. Algo en mi mente iso clic, recordé a Dylan, mi padre, a James, Alex y a Jack, al viejo señor Robert y a Roberto que se encontraba con ellos, recordé que ise una distracción para alejar a la orda de infectados, también que me avían disparando y la sombra negra.

Aun manqueando un poco, sali de la habitación, baje las escaleras a toda velocidad, tanta que casi me tropezaba en el ultimo peldaño, frente a mi se extendía un largo pasillo oscuro, el cual cruse sin importancia, baje nuevamente otras escaleras y otras, asta llegar al vestíbulo destrozado. Empuje la puerta doble con ambas manos, y corrí con dirección a la casa rodante, Max aun me seguía Subí y intente entenderla, pero no tenia combustible.

* * *

Llevaba mas o menos una hora caminando, me dolian los pies. Por querer salir de ese hotel lo mas rápido posible, abia olvidado mis tenis. Suspire agobiada, tal vez eran las once o doce del día.

Un llanto llamó mi atención, y al parecer no solo a mi, si no también a una mujer infectada que golpeaba el vibrio de un coche rojo. El llanto era de un bebe, me aserque con cautela al coche, y abrí rápidamente una de las puertas traseras, entrando y cerrándola detrás de Max. Efectivamente, un pequeño bebe lloraba en su interior, llevaba un buzo azul pastel, con dos orejillas de oso, estaba sobre un porta bebe

Tome al bebe en bazos y lo mesi un poco. Cuando su llanto acabó, abrí la puerta y salimos del auto, teniendo cuidado para que no despertase.
Unos gemidos y aullidos isieron que me paralizara, gire sobre mis tobillos, para mi mala suerte, quede cara a cara con la mujer que golpeaba el auto. Su mandibula colgaba de la parte baja de su rostro, chorreando sangre putrefacta. Se acercaba a mi cojeando. Seré los ojos con fuerza y apreté al bebe contra mi pecho.
El infectado callo al pavimento con un sonido sordo. Abrí lentamente los ojos y observe el cuerpo sin vida y con la cabeza degollada.

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