Los dolores de cabeza aún seguían fastidiándome la existencia. El sonido de las pastillas sonaba al yo voltear el frasco, mirándolos cómo se movían y se mezclaban uno entre los otros.
Camino al baño encerrándome en ella delante del lavamanos mirándome en el espejo. Mi rostro había perdido su color, y las ojeras me eran visibles.
Abro el frasco, sacando una pastilla y colocándola en el centro de la palma de mi mano. Por más que no quería tomar esas pastillas tan coloridas por su amarillo y naranja brillante. Otro dolor de cabeza vuelve aparecer en mí inconscientemente tomándome la pastilla. Dejo que el agua empiece a caer en el lavamanos y con ambas manos llenarlas de agua a la cual luego lo arroje en mi cara pasando mis manos por esta. Alzo mi rostro brincando del susto al ver al chico pelirrojo detrás de mí, me volteo y no había nada.
Salgo del baño abriendo mi boca poco a poco del asombro por lo que estaba viendo. Lo que era antes mi habitación ahora era una habitación en blanca sin decoraciones ni ventilaciones por donde el aire pudiera entrar. Me voltee topándome con la pared en blanca, pase mis manos por donde debería de estar la puerta del baño. El sonido del tic proveniente del reloj se empieza escuchar por la pequeña habitación creando eco con ella. El reloj marcaba a las exactas doce de la madrugada y en dos partes de las paredes pastillas empezaron a salir por montones. Camino confundido pisándolas, cogiendo una de esas pastillas en mi mano y tragándomela sin miedo.
—Demonios—Susurro mirando como las paredes ahora tenían muchos colores.
Las visiones, los chicos, cambios de temperatura y los sentimientos. Solo estaba gritando todo ese dolor por dentro, golpeaba las paredes desquitando todo coraje y pataleaban las pastillas haciéndolas volar. Vi una pequeña ventanilla dejando ver el otro lugar, corrí viendo una pintura de una mujer cargando su cría, luego el bosque de colores oscuras y por último a lo lejos una mujer. Golpeaba la pared gritando, intentando de llamar su atención.
El dolor de cabeza volvía aparecer
La desesperación era tanta que me golpeaba a mí misma dándome puños a mi rostro, golpeando mi cabeza contra las paredes y alaba mis pelos tanto el punto de arrancarme unas cuantas. Mi corazón empezó a latir por millón y mi respiración fue disminuyendo, necesitaba aire. La visión se me estaba volviendo borrosa y todo me daba vueltas. Sin control alguno mi cuerpo se desplomo al suelo encima de las pastillas viendo todo negro.
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Girl Saves Evil-Bangtan Boys-(BTS)
Fanfiction¿Como es posible que la palabra "curiosidad" te puede llevar a tantos problemas? Porque yo si los tuve y con todo eso no me arrepiento. Aunque eso sí, hubo par de veces que me quise tirar de un edificio para terminar de una vez. Solamente quería tir...