Girl Saves Evil-Bangtan Boys-(BTS)

Capítulo 33

—Tu mente no puede dejar de pensar en tu abuelo. ¿Cómo está el? —Pregunta acercándose a mí.

—No sé de qué estás hablando. —Aparto la mirada ignorándola lo más que pudiera.

—A verdad se me había olvidado...! ¡Está a siete pies bajo tierra! Por tu culpa. —Me empuja con un solo dedo al estar delante de mí.

—Cierra la boca—Cierro mis ojos al igual que mis manos.

—Ese choque automovilístico, —Junto ella sus dientes haciendo un sonido mientras negaba. —no era tu culpa o sí. —

—Calla calla calla—Lance mi primer puño, pero ella la detuvo con facilidad.

—Creo que sabes perfectamente de lo que estoy hablando. —Suelta ella mi mano con suavidad. —La falta de un perdón, amor, unión, respeto y otras cosas más están fuera de su alcance. —Menciona ella mientras que mi cuerpo se desplomaba por si solo al suelo. —Acéptalo de una vez, estas destruida completamente por dentro, no sabes si en realidad eres tú misma.

—Tu no me puedes ayudar. —Susurro sin tener punto fijo a algún objeto.

—Claro que sí, —Brinco de la emoción. —por eso estoy aquí, para ayudarte. —Se pone de cuclillas ante mí. —Solo si tú misma te lo propones. —Alza ella mi quijada viéndola a sus ojos azul intenso.

—¿Cuál es el trato? —Pregunte.

—Como veras, Jin...se supone que este entre los muertos con los otros seis. —Se endereza y comienza a caminar en círculos alrededor mío. Esas palabras que acaban de llegar a mis oídos hicieron que una parte de mi corazón se cayera de su lugar rompiéndose en mil pedazos. —Hago que tu abuelo salga entre los muertos si me das parte de tu vida y si me entregas el cuerpo de Jin antes de la media noche. —Termina ella de explicar.

—La mitad de mi vida. —Dije confundida, más bien, asustada por su oferta.

—Ejemplo tú puedes vivir cien años, me deberías de dar cincuenta de tu vida y entregarme el cuerpo de Jin aquí mismo antes de la media noche. —Se me vuelve acercar repitiéndome una vez más la oferta.

—Yo no puedo matar a Jin, el aún sigue con vida. —Digo en un hilo de voz.

—Mi amor si supiera que en poco tiempo va a morir, sus palpitaciones son leves. —Coge mi rostro entre sus manos frías.—Anda, hazlo por esas lagrimas injustas.—Limpia ella una que caía por mi mejilla.—Es lo que siempre has deseado.—Ladea su cabeza a un lado sonriéndome tiernamente.