Habían ya pasado un par de días desde que Ivanna y yo habíamos terminado. Todo marchaba normal, los días se sentían como los demás, no había ningún cambio en ellos, ni siquiera por mi cambio de ánimo tan repentino (solía sentirme feliz y de la nada recordarla y sumergirme en una profunda tristeza, eso era casi siempre).
En la escuela mi tristeza era mayor porque a pesar de que Ivanna no iba en el mismo salón que yo, lograba verla entre el cambio de clase debido a que yo salía de un salón y ella entraba en el que yo estaba, era muy difícil.Era un día de clases, como los demás, y me tocaba tomar Español en el tercer piso a primera hora, así que corrí rápidamente porque como siempre había llegado tarde, para mi buena suerte me encontré con Mona y los dos nos dirigimos al salón. Al llegar pudimos notar la ausencia de la profesora, gracias al cielo no había llegado, creo que está vez mi día iría bien.
Puesto que la profesora no llegaba me puse a hablar con mis amigas de cualquier tontería.
— Y yo le dije: "Si yo tengo cara de mono, tú serias mi madre" — dijo mi amiga Jenn, quien nunca se dejaba insultar por nadie — Jajajajaja — soltó una tremenda carcajada a lo cual todas mis amigas y yo le seguimos, parecíamos unos dementes que se habían escapado de algún manicomio.
— ¡Me estoy haciendo pipi! ¡Paren... ya! — replicó Dann, mientras moría de risa lentamente, aunque también apenas si pude entender lo que había dicho. Yo sólo escuchaba las tonterías que iban diciendo.
— Agradezco tanto tenerlas como amigas, las amo tanto — me dije a mi mismo.
Termino la gran sesión de carcajadas y pasamos a la siguiente clase, los tres deseamos no tener Química para seguir hablando y morir de risa nuevamente, pero lamentablemente no pudimos porque el profesor si había llegado esta vez.
Ocupamos nuestros asientos y para mi mala suerte yo estaba sentado hasta el frente pues ese lugar me había asignado mi maestro, yo quería cambiarme de ahí pero si me movía de ese asiento era un punto menos sobre mi calificación del parcial así que decidí no hacerlo.
El profesor se salió un momento para atender un asunto en dirección, debido a eso todos empezamos a hablar, era mi oportunidad de seguir con las carcajadas. Me levanté en dirección a Jenn y Dann pero una mano me detuvo, era mi amiga Ginna.
Ginna era una chava muy guapa a decir verdad, de cabello color castaño ondulado, tenía ojos color miel y una tez muy blanca.
— ¡Tremendo susto que me diste, Gi!
— Lo siento — me dijo entre una risa muy pícara — ese no era mi propósito — terminó de decir.
— Bueno, ¿qué pasó? — le dije con confusión.
— ¿Aún no te haz enterado?
— No, de... — le dije aún más confundido
— No quería decirte, pero te vas a enterar tarde o temprano — me lo dijo Gi muy seria — Ivanna ya es novia de Arturo — me lo dijo con pena.
¿Por eso quería tiempo? ¿Para lanzarse a los brazos de ese idiota? Debí saberlo desde un principio. Estúpido.
Las pequeñas ruinas que quedaban en mi aún existente y miserable mundo fueron destruidas por completo. Me sentí triste y con un coraje muy grande, realmente no lo creía.
— ¿Estas bien, Oliver? — escuche que Gi me dijo, pero su voz se escuchaba lejana a pesar de estar tan cerca.
— ¿Eh? Si, creo — apenas pude responder, se notaba que tenía un nudo en la garganta.
Nuestra charla fue interrumpida por el profesor de Química quien ya había llegado. Me levanté de mi asiento y le pedí permiso para ir al baño a lo que me respondió con un "si".
Salí del salón rápidamente pero pude notar la mirada de preocupación de Gi.
Iba caminando rápido por el pasillo y baje las escaleras al segundo piso donde estaban los baños de varones, me dirigí al último sanitario que tenía puerta, no quería que me escucharán, cerré la puerta y comencé a llorar sin control. Todas las imágenes de recuerdos con Ivanna vinieron a dar a mi cabeza, la conversación tan seria que tuvimos de nuestro futuro juntos la pude escuchar claramente de nuevo.
No podía más, quería salir corriendo. Lloraba sin consuelo alguno.
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Aún te extraño
Teen FictionOliver vive su vida completamente enamorado de su perfecta novia, Ivanna. Aunque una verdad muy cruel para Oliver va a acabar con su relación de cuento de hadas.