Cap. 6 ¿Quién eres tú?

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Los rayos plateados de la luna iluminaban el cielo en conjunto con las estrellas. El viento hacia revolotear bruscamente las hojas de los árboles provocando ruidos violentos. Las hojas de los árboles comenzaron a desprenderse y a caer bruscamente en el cielo. De pronto abrí los ojos. No podía ver nada a mí alrededor ya que mi vista estaba borrosa. Mi cabeza retumbada cual tambores en un desfile. Me levanté de golpe del césped pero me caí en el intento. Mis piernas estaban adormecidas y no tenía fuerza para hacer nada.

Levanté mi rostro para observar mí alrededor. Una sombra bastante aterradora se encontraba a 1 metro de mí. Me miraba fijamente. Sus ojos color rubí se hacían más intensos y brillosos. Se acercaba lentamente a mí. Comencé a entrar en pánico, pero no podía hacer nada. Mis piernas no respondían.

Casi frente a frente. Sus amenazantes ojos me miraban sin parpadear y no podía despegarme. Me seducía con tal acto. Seguía sin poder distinguir de qué se trataba. Solo veía un bulto enorme frente a mí. Caminó hasta por fin encontrarse con los rayos plateados de luna.

Era bastante raro. Su piel era pálida sin imperfección alguna. Sus labios eran delgados y se notaban bastante suaves. Su cabello era negro el cual podría camuflarse muy bien en la oscuridad de la noche. Llevaba puesto una sudadera que lograba taparle los glúteos. Tenía una complexión mediada y una altura impresionante. Bueno, no es novedad que una persona logre rebasar mi altura. . Sí, se trataba de un humano, quería pensar, pero... no cualquiera. Desprendía una sensación de incomodidad y terror. Y más el color de sus ojos... el cual estoy segura que no podría olvidar nunca.

Se acercó más a mí hasta casi poder rozar su nariz con la mía...

-¿Tú eres Hotaru?-

Al escuchar me quedé perpleja. Su voz logró llenar de éxtasis mis oídos lo cual me hizo quedar aún más inmóvil. Era muy atractiva y agradable. Todo lo contario a su amenazante mirada.

-¿Qué? ¿Acaso eres muda?- Me dijo engrosando un poco la voz.

- Eh... sí. Yo soy Hotaru... ¿Por qué la pregunta?- Le dije tímidamente.

- Eso aún no te incumbe.-

- ...- Me quede callada sudando frio.

- ¿Qué? ¿Acaso esperabas que te contestara amablemente? Por favor, qué tontería.- Dijo riendo.

Al escuchar su risa me fui por un momento de la estabilidad de mi mente. Era raro pero este chico era perfecto en ciertos sentidos. Llamaba mi atención de cierta forma por su manera misteriosa de aparecer ante mí, pero nunca pende toparme con una persona de ese estilo en mi vida. Esto era bastante surreal, primero Gin un chico bastante fuera de lo ordinario y luego este sujeto. ¿Qué clase de bosque era este? Por decir que este sujeto era perfecto no hacia una referencia a que me gustase, claro que no. Hasta eso siempre he sido de las que necesita más de una primera impresión para generar una atracción por algo o alguien.

-Oye, ¿Sigues en este mundo?- Me dijo chocando su frente con la mía.

- ¿Eh? Ah... eh... sí.- me separe de repente asustada.

- La forma de perderte en la inmensidad es bastante curiosa. Pones cara de boba. Y parece como si las partículas de aire te hablaran.- Me dijo moviendo la cabeza.

- ... ¿Quién eres tú?- Le dije ignorando mi comentario.

- ¿Tiene importancia?-

- Claro que sí. No es ordinario que alguien te rapte así y comience a interrogarte-

- Bah, qué molesta eres. No sé cómo Gin te soporta.-

- ¿Eh? ¿Gin? ¿Lo conoces?-

- Es obvio, no por nada lo mencioné.- Me dijo volteando la cara.

-Al igual que el soy un espíritu del bosque. Estoy encargado de cierto territorio a cuidar al igual que Gin. Mi nombre es John.-

- Vaya... no me esperaba que hubiera más espíritus con tal forma humana.-

- Bueno, ya fue bastante formalidad. Ahora que has despertado tenemos que alejarnos de aquí antes de que Gin nos encuentre.-

-Yo no pienso moverme de aquí y menos contigo. ¡Quiero ir con Gin!-

- ¡No iras a ningún jodido lado! Tendrás que seguir mis órdenes si quieres evitar consecuencias. Ya no molestes y levántate. No pienso cargarte de nuevo.-

- Aunque quisiera no puedo. Mis piernas están entumidas y no puedo pararme, prefiero arriesgarme a que algo malo me pase a irme contigo.-

- En verdad que eres molesta.- Se hincó para quedar a mi altura y tomó mis hombros bruscamente para pararme. Hice una mueca de dolor al sentir forzar mis músculos, pero por fin me había puesto de pie.

- Camina y cállate.-

De repente mis piernas se comenzaron a mover sin mi consentimiento y comenzaron a seguir al chico.mo podía parar aunque quisiese, algo andaba mal. Ese poder de convencimiento... esa sensación del principio la volví a sentir. Esto no era obra de algo normal. A lo mejor tenía algún poder que hace manejar las cosas a su antojo. Era bastante raro, pero, no tenía nada más que hacer.

Caminamos por el espeso bosque hasta llegar a una choza abandonada y sin luz en su interior. Nos paramos frente a la puerta hasta que fue abierta bruscamente por él. Por dentro lucia bastante acogedora, todo lo contrario al exterior.

-¿Tú vives aquí?-

- No es como que viva aquí, pero me brinda comodidad cuando lo necesito.-

- Ya veo.- Le dije mirando alrededor.

Entramos a la choza y nos sentamos en el piso de madera. Me sorprendía ver que no estaba sucio y mucho menos olía a humedad.

-¿Por qué me trajiste aquí?-

-¿Acaso querías quedarte a dormir en medio del bosque? No, espera... conozco tu respuesta. Preferirías quedarte ahí a esperar a Gin.- Dijo en tono de burla.

-... –

- Qué sensible eres, Hotaru.-

- Ya dime para qué diablos me raptaste. ¿Qué quieres de mí?- Le dije molesta.

- No es de tu incumbencia. Ya te dije, solo calla y obedece lo que te digo.- Me dijo acostándose en el piso.

Todo esto era muy aterrador para mí. Me recosté al igual que él dándole la espalda. Mis ojos se llenaron de lágrimas y lo único que hice fue cubrir mi rostro.




~Acaso... ¿no volveré a ver a Gin?~


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Gracias por leer. uwu 

Hotarubi no mori e (Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora