Capitulo 3: intercambio de favores

64 5 1
                                    

Dudé en abrir la puerta porque sabía que me iba a molestar por lo de mi piercing, pero  es que esta en mi boca hace 2 años. Si no lo notó antes fue porque no me prestó la suficiente atención o porque simplemente lo dejo pasar. ¿Qué es lo que queria de mi persona? ¿Acaso necesita de mi para vivir?

Ya es suficiente con que esté en mi casa los siete días de la semana a las 24 hs. Poniéndo la escusa de que sus padres fueron a un viaje de negocios hace ya 2 meses pero, ¿pensaban regresar alguna vez?

Después de analizar mi situación (unas cinco veces) lo dejé pasar. Él estaba recostado en mi puerta, es decir, que cuando yo abrí el muy inteligente se cayó, literalmente, sobre mi ser. No era tan pesado pero…

-¿ERES IDIOTA?¿PRACTICAS O QUÉ?-Le grité molesta, mientras me ponía de pie- ¿Cuál es la propuesta que querías hacerme? Acabemos con esto de una vez, estoy cansada de tus jueguitos.- le dije así sin mas. Él me miró sorprendido pero rápidamente cambió su expresión de sorpresa por otra de “chico malo”. Levantó sus comisuras formando así una sonrisa, pero era ese tipo de sonrisas en las que sabes que está tramando algo, es por ese simple hecho que no le respondí con otra.

¡PERO ES QUE DEBERÍA SER ILEGAL QUE ALGUIEN SEA TAN PERFECTO, JODER! – 

-Como te decía-comenzó a hablar mientras que yo analizaba todas sus muecas y razgos, era perfecto, pero esa etapa de mi vida fue superada hacía ya 4 años- Creo que no quieres que tus queridísimos padres sepan sobre tus cigarrillos, o sobre tu piercing, muy lindo por cierto-me decía todo eso con una pizca de sarcasmo bueno no una pizca creo que millones de pizcas- asi que decidí que tendrás que pagar mi silencio- lo interrumpí. 

-¿Cuánto quieres? ¿1000? ¿2000?-pregunté con desinterés, pero otra vez, el individuo me interrumpió. 

-No quiero dinero, no me hace falta y lo sabes- es verdad, vive en una de las mejores  casas de todo este planeta-  Quiero que me acompañes el sábado a una fiesta de bienvenida de mis padres.- si tan solo mi mandibula no hubiese estado conectada con mi cráneo (lo cual agradezco) estaría ya por planta baja, allí donde dicen que las personas descansan en paz- es algo formal, asi que arréglate, pasaré por ti a las 9- comenzó a  caminar hacia la puerta, pero lo detuve. 

-James- lo llamé, éste dio vuelta-  ¿Por qué yo? ¿Por qué no sales con Chelsie, o con Megan? ¿Por qué no haz de ir con mi hermano, son mejores amigos desde siempre, no? ¿Por qué tienes esa necesidad de joderme la existencia a mí? ¿Te he hecho algo?- le pregunte todo eso en un susurro casi inaudible, lo cual me pareció que no había escuchado pero al cabo de diez segundos contestó. 

-¿Por qué tu? Porque me pareces la adecuada para este tipo de cosas, mis padres te conocen, te adoran. ¿Chelsie o Megan? Ellas son solo unas perras, mis padres ni siquiera las conocen. Iremos con tu hermano, pero él tiene que buscar su propia pareja. ¿Es eso verdad, enana? ¿Yo te jodo la existencia? No lo creo. Tú, Allison, nunca me has hecho nada malo, ¿ has escuchado?- Respondió a todas mis preguntas por orden, ¿Cómo es que se acordaba? 

-Sí, tendré que pensarlo, no se me dan mucho esas cosas de ir a fiestas, pero te responderé antes del sabado.- fue lo único que pude decir, quería estar sola, hablar con Summer, y descifrar lo que me pasaba con James. 

-De acuerdo- dijo él- cuando sepas la respuesta, sabes donde esta mi puerta.- y lo sabía, final del pasillo, a la izquierda, enfrentada con la mía y al lado de la de mi hermano.- piénsatelo.- caminó hacia la puerta, pero se giró- y sobre lo que pasó hace una media hora, yo no se en qué estaba pensando si?- Pero antes de que pueda decirle algo, el individuo cerro mi puerta, y escuché como caminaba hacia su habitación y cerraba su puerta. 

 Algo andaba mal conmigo. 

Me decidí por dormir, solo un rato, luego hablaría con Summer. 

Eran las 18:30 de la tarde y yo estaba recién despertándome, esto no podia ser posible, no no y mas no. Revisémi celular para llamar a Summer 

Un pitido, dos pitidos, tres, cuatro, cinco, seis, corté. 

Unos gritos agudos me sobresaltaron, abrí mi puerta y me dirigí hacia dónde los gritos se encontraban. 

ERROR. 

Mi hermano estaba echando a Rachel, le estaba explicando todo lo de la apuesta tan cínicamente que ella lloraba. Y me dolía. Mierda me dolía. 

Ella fue mi mejor amiga por mucho tiempo, supuse que bajó de peso por mi hermano, y éste la rechaza, y no sólo eso, sino que lo hace de tal manera que le duela hasta el respirar. 

Mierda. Mierda. Mierda. Mierda. Mierda. Mierda. 

Me sentía mal conmigo misma, por dejar que esto pase, una lágrima comenzó a rodar por mi mejilla, luego la segunda, la tercera, y asi subí las escaleras nuevamente. 

Estaba a punto de abrir mi puerta cuando algo, o mas bien alguien me abraza. Reconocí ese torso de inmediato, ese aroma tan suyo. 

James. 

Y ahí nos encontrábamos nosotros, en el medio del pasillo, escuchando los sollozos de Rachel y cómo mi hermano se reía de ella. 

Yo,  por otro lado, lloraba silenciosamente, solo queria ir y abrazar a Rachel, decirle que todo lo que le esta diciendo mi hermano es mentira, que se merece algo mejor.

Pero no puedo. Hizo cosas en el pasado que nunca se lo perdonaría, no podría por mas que quisiera. 

Lentamente nos fuimos separando. Él me miraba con ternura y confusión. 

James Parcker, eres el ser humano mas raro de esta galaxia. 

Me tomó la mano y se encaminó a su habitación. 

-¿Por qué lloras, enana?- me preguntó 

-Es que no puedo creer que- respiré profundamente- mi hermano trate asi de mal a las personas, ¿es que no ve que la está destruyendo? Probablemente ahora ni siquiera se sienta bien, y él insiste en hacerla mierda.- Se escuchó un portazo y luego como arrancaban un auto.- Creo que no es conveniente que esté aquí.- dije y me encaminé hacia la puerta pero antes de que me vaya James me habló, mas bien me susurró. 

-Tu, te haces lo mismo, Allie. Te destruyes, por algo que seguramente no tiene sentido.- el sólo me miraba, yo en cambio, miraba hacia mis pies descalzos.- El cigarrillo suele hacerle mal a las personas, déjalo.- pero yo negué con la cabeza y le susurré

- No hay nada por lo que luchar, James. Déjame destruirme. 

-No llores, para de llorar ya. Se ha ido, estará bien.- dijo él 

-Déjame ser débil, hoy, solo por un momento.- le respondi lento- Mañana volveré a ser fuerte y la misma Allison de siempre. Solo quiero estar sola. Adiós, Jaimie.- Y cuando estaba cerrando la puerte le dije- Gracias. Y me fui a mi habitación. 

Lloré, lloré por todo. Por ser fría con Summer, por no defender a Rachel, por no ser lo suficiente para mi madre, por no ser la hermana perfecta para mi hermano, por no ser la hija cariñosa que todo padre quiere, por decepcionarlos siempre que puedo. Por no ser feliz con lo que tengo. Por no poder hacer muchas cosas que siempre quise. Por no saber qué me pasa con James. Por no poder superar nada. 

Pero es que soy estúpida. 

Y así me dormí, entre lágrimas y deseando que mañana sea un mejor día.

Do you want to destroy me?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora