Misma Sangre, Mundos Distintos

Con mi padre

Me senté en una de las 4 sillas que habían.

-Buenos días, mamá- dije

-Buenos días, como te fue esta primera noche en la nueva casa?

Decidí que no le diría nada de lo ocurrido anoche a mi madre ni a nadie, me crearían loco, además hasta yo mismo estoy pensando que estoy loco.

-Bien, gracias por preguntar- comí los cereales con leche que habían en la mesa.

-Me alegro. Tu padre llamó esta mañana, dice que este fin de semana estarás con él.

-De acuerdo.

Mis padres se divorciaron hace apenas 1 semana, los papeles decían que los fines de semana me quedaré con él y esa es una de las razones por las que me mudé con mi mamá, aunque no me llevo mal con ninguno, me da igual.

Terminé de desayunar, di las gracias por el desayuno y subí a mi cuarto. Era viernes por lo que mañana iré a la casa de mi padre, decidí alistar algunas prendas, sólo 2 jeans, 2 polos negros, un par de convers negras y una pijama gris.
Eran las 10am cuando terminé de empacar, mamá ya se había ido por lo que tenía la casa sola. Amo estar solo.
Empecé a chatear con mis amigos.

Llegó el sábado. Lo curioso es que anoche pasó lo mismo que la noche anterior: Me desperté a las 3:33am y vi aquella puerta y al despertar en la mañana, ya no estaba la puerta. Supongo que en verdad estoy volviéndome loco.

Bajé, tomé el desayuno y me fui, claro, luego de despedirme de mamá.

Fue un fin de semana normal, salimos a pasear en auto, almorzamos y hablamos de unos cuantos temas, obviamente no dije nada sobre lo ocurrido en la noche. Cenamos y me fui a dormir, esta vez no pasó nada.

Desperté con total normalidad y bajé a desayunar. Vi que mi padre estaba hablando por teléfono y tenía una cara de preocupación.

-D..de acuerdo, gracias- dijo él al teléfono y colgó -Hijo... tenemos que hablar

-De acuerdo- tomé asiento en la mesa y comí un poco.

-Tu madre... Fue asesinada.

Casi me ahogo, tenía cereales en la boca y al recibir aquella noticia me atraganté. Mi padre me dio un poco de agua y me sentí un poco mejor.

-Qué ella qué?!- dijo con los ojos abiertos como platos.

Hubo un silencio muy, muy incómodo. Estuvimos callados por unos 5 minutos, me sentía muy mal pero no derramé una sola lágrima.

-Subiré a mi cuarto...- dije y subí cabizbajo.

Me tiré en la cama a reflexionar... ¿Quien la pudo haber asesinado? ¿Tendrá algo que ver con aquella puerta? ¿Debo volver a aquella casa? Tantas preguntas me atormentaban... Lo peor es que no sabía una respuesta... ¿Y si la respuesta que yo elegía era una errónea?
Pasaron unas horas y escuché que tocaron la puerta de mi habitación, era mi padre.

-Pasa...- dije sin ánimos.

-Estas bien...? Sabes que soy tu padre y puedes confiar en mí- dijo mientras se iba sentando en una esquina de mi cama.

-Claro, estoy bien aunque algo... deprimido...- dije pensativo

-No sé si sea el momento adecuado para decirte esto pero... debido a esta situación...- hubo una pausa en sus palabras y decidí romperla.

-Si...?- dije con una mezcla de desinterés, duda y algo deprimido.

-Me mudaré a tu casa.

-De acuerdo... Pero... cuando?- dije casi desinteresado.

-Se supone que hoy en la noche es cuando regresas así que regresarás... pero conmigo.

-De acuerdo... y que pasará con esta casa?- dije algo dudoso mientras me sentaba al lado de mi padre.

-La venderé- se levantó de pronto -Bueno iré a empacar...- se fue.

Terminó el día. Ya tenía que irme con mi padre ¿Viviré con él ahora? Pues creo que la respuesta es bastante obvia...
Bajé con mi maleta, el ya tenía las suyas y lo vi sentado en el sofá viendo las noticias.

-Ya estoy listo- Dije

-De acuerdo, vámonos entonces.

Y nos fuimos rumbo a aquella casa en donde vivía yo con mi madre... Nada sería igual, pero yo ya estoy acostumbrado a los grandes cambios repentinos.