¿Esquizofrenia?

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Nos fuimos acercando a la puerta, tomé el pomo y...

No se vio nada.

Kevin: No... hay nada...

Eso... parece... deberíamos abrirla un poco más? -Dije.

Kevin: Si

La abrí por completo y me puse a un costado. Kevin se dirigió frente a la puerta dispuesto a entrar.

De pronto un cuchillo se clavó en el pecho de Kevin. Kevin cayó de rodillas.

Kevin!! -Dije angustiado- De donde salió ese cuchillo?!

Entonces la puerta se cerró de un porrazo y desapareció.

Que rayos esta pasando?! Primero César y ahora Kevin! No puede ser! Y... mi mamá? Ella también habrá sido una víctima de esta puerta maldita? Bueno, no importa ahora.

Llamé a la policía y vino casi enseguida. Mi papá se despertó por el ruido de las patrullas.

Oficial N°1: ¿Qué es lo que pasó está vez? -Dijo mientras sacaba una libreta para apuntar mi respuesta.

Verá... estaba haciendo una pijamas con mi amigo Kevin y decidimos entrar a una puerta maldita que sólo aparece a las 3:33am, es entonces cuando a él se le clava un cuchillo en el pecho y muere instantáneamente -Dije apresuradamente.

Oficial N°2: Lo que está maldito aquí es tu imaginación.

Claro que no! -Dije

Oficial N°2: Investigaremos el cuerpo de tu amigo, en cuanto a ti, te llevaremos aún psiquiatra.

QUE?!! Usted está loco! -Dije

Mi padre tocó mi hombro

Hijo, es por tu bien, irás al psiquiatra desde mañana. Dormirás en mi cama está noche. Ve y duérmete -Dijo serio.

Si un suspiro pesado y procedí a obedecer lo que dijo mi padre.

Entre al cuarto donde dormía mi padre. Todo parecía normal y pude dormir con facilidad. No tuve pesadillas esa noche.

En la mañana

Desperté y la policía aún seguía investigando el cuerpo de Kevin.
Fui a la cocina a preparar mi desayuno.

Llegó mi padre

Iré a sacar una cita con el psiquiatra para ver la hora, vendrás conmigo, así que cambiate -Dijo mi padre.

De acuerdo -Dije para luego subir a mi cuarto.

Ahí aun habían policías. Sólo tomé mi ropa y me fui a cambiar al cuarto de mi papá.

Una vez que me cambié, fui con mi papá hacía el auto. Fuimos a un hospital que no quedaba muy lejos. El recorrido no duró más de 10 minutos.

Bajamos y fuimos directo al piso 3, donde quedaba la habitación del psiquiatra. Entramos y pedimos una cita. Me senté a esperar, lo cual demoró unas 2 horas.

Paciente Adam Brown, pase por favor -Dijo un hombre con bata blanca mientras se asomaba por la puerta.

Mi padre y yo pasamos, parecía un consultorio normal, y el psiquiatra también parecía normal.

Cuál es el problema? -Dijo mientras sacaba un blog de notas.

Verá, hoy en la madrugada, su amigo murió por un cuchillo que se le clavó en el pecho de la nada -Dijo mi padre.

Cómo te llamas y cuantos años tienes? -Me dijo el psiquiatra.

Soy Adam y tengo 13 años -Dije frío

Bueno, Adam, cuéntame el problema- Dijo el psiquiatra.

Luego de esto, procedí a contarle todo con lujo de detalles. Mi padre no sabía muy bien lo que estaba pasando por lo que se sorprendió al escuchar mis palabras.

Mmm... Ya veo... -Dijo el psiquiatra- Tienes una severa esquizofrenia.

Me mire confundido ¿Yo? ¿Esquizofrénico? ¿Eso tiene algún sentido?!

Sí, la esquizofrenia es un onjunto de severos síntomas psicológicos los cuales hacen difícil el trabajar, jugar y estar con otras personas. Síntomas "positivos" incluyen ilusiones, alucinaciones, pensamiento y habla incoherente, paranoia o ansiedad intensa e incontrolable y un comportamiento extraño. Entre los síntomas negativos están la pérdida de experiencias y expresiones emocionales, la pérdida de poder e iniciativa, inhabilidad de experimentar placer o de interesarte en cosas, y aislamiento de personas. -Dijo el psiquiatra.

Mi hijo tiene esquizofrenia? Quien lo diría... ¿Y que puedo hacer para ayudarlo? -Dijo mi padre un poco preocupado.

Le recomendaré unas pastillas para la esquizofrenia -Dijo mientras anotaba el nombre de las pastillas en un papel.

Luego de una pequeña charla salimos del consultorio. Yo me miraba serio y sin ninguna expresión, al igual que mi padre. Ninguno dijo una sola palabra.
Llegamos a casa, en donde los policías nos esperaban.

Oficial N°1: Los peritos examinaron el cuerpo, parece que algún intruso le tiró el cuchillo desde la ventana. Investigaremos más.

De acuerdo -Dijo mi padre.

No dije nada y me dirigí a la puerta de entrada, pude ver como retiraban de la casa el cuerpo de Kevin. No le di importancia, iba a entrar

Instalate en otro cuarto -Dijo mi padre

Sin voltear, asenti con la cabeza y entré para proceder con una mudanza de cuarto.

Horas después

Estaba por terminar con el cambio de cuarto. Los policías y peritos ya se habían marchado. De pronto me entró la duda ¿Iba a dejar que me creyeran esquizofrénico? ¿Tenía que entrar a aquella puerta? ¿Me pasaría lo mismo que a César o a Kevin? ¿Y si César nunca existió? No, no, imposible que no haya existido. Tengo tantas preguntas...

Adam, ven a cenar -Dijo mi padre interrumpiendo mis pensamientos.

Ya voy -Dejé un cúmulo de ropa sobre la cama de mi nueva habitación, era más pequeña que la de antes, y fui a cenar.

Entonces, ya es hora de que tomes tu pastilla -Dijo mi padre.

No estoy esquizofrénico -Dije sin expresion.

Así lo dijo el psiquiatra, además todos los síntomas los tienes, así que tómate la pastilla -Dijo mientras me las ponía junto a mi plato.

De acuerdo... -Me la tomé sin hacer berrinche -Seguro se no me hará daño? Sólo tengo 13 años

El psiquiatra lo dijo, él debe saber lo que hace -Dijo y continuamos comiendo.

En la noche

Decidí salir a pasear por la calle. Estaba vacía y muy oscura. Seguí caminando hasta llegar a un pequeño parque. En una banca pude ver a una niña sentada. Me dio curiosidad y me acerqué.

Hola? Que haces a estas horas tú sola? -Dije mientras me acercaba.

Lo mismo me pregunto ¿Qué haces a estas horas tú solo? -Dijo aquella chica sin voltear.

Misma Sangre, Mundos Distintos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora