Mal día

32 2 0
                                    

Desperté en la mañana. Vi a mi alrededor y todo seguía desordenado.
Sentía mucho cansancio para ordenar así se sólo me recoste en la cama a hacer... nada.

Estuve unos minutos hablando con mi padre en WhatsApp. De pronto me levanté y bajé a la cocina, me tendré que preparar el desayuno...

Ahora que lo pienso... No habría sido mala idea que la tía Diana me cuide...

Opté por hacer panqueques, me encantaba los panqueques, aunque, ahora que recuerdo... Mi madre siempre los hacia sólo para mí... No he probado uno desde que ella murió.

Al intentar hacer paqueques, lo único que conseguí es hacer un desmadre en la cocina, ¡Ahora yo tengo que limpiar la cocina! En estos momentos quiero un perro que le gusten los huevos crudos y la leche en el piso...

Sólo comeré cereales con lo que queda de leche.

Luego de comer tengo que ordenar mi cuarto y la cocina, menuda suerte la mía.

Comencé a comer mientras veía las noticias. Nada raro. Todo normal.

Terminé de comer y comencé a limpiar la cocina ya que si pasaba más tiempo se llenaria de insectos y yo los odio. Puse un poco de música rockera para limpiar. Terminé algo rápido, en dos horas y media para ser exactos. Subí a mi cuarto y comencé a ordenar. Esto no me llevo más de 30 minutos.

Al finalizar me puse a pensar en aquella chica, es algo rara... aunque supongo que yo también lo soy. Me cae bien. Esta noche la volveré a ver pero... aún son las 11am...

Esperen...

¡¿SON LAS 11AM?!

Eso significa que tengo que preparar mi almuerzo pronto... eso significa que habrá otro desmadre en la cocina... y peor. No. No. No. No y no, me niego. Pediré un delivery.

Ahora... ¿Dónde está el dinero que me dio mi papá? Seguro que lo guarde en mi cuarto... ¿En qué parte? Ay, no puede ser, tendré que hacer un desorden en mi cuarto ya ordenado. Estoy empezando a creer que este no es mi día. Mi estómago empieza a crujir de hambre, probablemente limpiar me dio más hambre.

¿Mi cuarto o la cocina?

Creo que mi cuarto... sería más fácil de limpiar. Creo.

Debo aprender a cocinar.

Así que comencé a desordenar mi cuarto para ver donde estaba ese maldito dinero.

Busque bajo la cama, bajo la alfombra, en los cajones, en las repisas, en las mesas, en todos lados. No. No estaba.

¿El fantasma se lo llevó? Yo recuerdo haberlo dejado sobre mi mesa de noche ayer. Seguro que el mal nacido lo movió.

Me rindo. Desordené mi cuarto sin razón y ahora tengo que desordenar la cocina para que sólo me salga un maldito grano de arroz.

Ahora desearía conocer a algún vecino que me dé comida gratis...

Baje las escaleras con dirección a la cocina, pasando por la sala y... ¡Oh! ¡El dinero estaba en la mesita de café! ¡Que suerte tengo! Bueno no, he desordenado mi cuarto que acababa de ordenar por las puras. Bueno ahora iré por mi teléfono a averiguar el número del delovery y volveré...

¿DÓNDE CARAJOS ESTÁ MI MALDITO TELÉFONO?

Seguro que se perdió en el desorden de mi cuarto... tendré que volver a ordenarlo...

Horas después

¡Al fin lo encontré! Prendí el celular y ya eran las 3:00pm...

Esto no puede estar peor. Espero que aún esté abierto el delivery...

Llamaba telefónica

Buenas tardes, el servicio delivery acaba de cerrar ¡Lo sentimos!

Fin de llamada telefónica

¿Y ahora qué demonios comeré? ¡¿Una manzana?! Compraré algo en la tienda...

Sólo compré unos snacks que no me dejaron para nada satisfecho... odio este día.

Ya quiero que anochezca. Mientras tanto sólo miraré TV para no caer en mala suerte de nuevo.

Prendí la TV y no encendía ¿QUE RAYOS? Intente encender la luz de la sal pero tampoco encendía! Demonios, seguro la luz se fue.

¿QUÉ DEMONIOS HARÉ AHORA?

Supongo que dormiré. Son las 5pm y no tengo nada que hacer.

10pm


Desperté. Todo estaba oscuro así que decidí ver si la luz ya había vuelto. Fui al interruptor y lo encendí. Sí, había vuelto la luz. Encendí la TV para ver la hora, eran las 10:15pm. Decidí alistarme para ver a Lucy.

Mientras me alistaba sentí una sensación extraña en mi estómago. Hambre. Tenía hambre. Comeré algo en el camino, si es que alguna tienda está abierta.

Terminé de alistarme y salí con mi linterna. Hacia frío, suerte que traje una bufanda.

Llegué al lugar donde nos solíamos encontrar. Parecía no haber nadie pero al voltear la vi. Estaba como siempre.

—Hola— Dije.

—Hola— Dijo.

Ninguno de los dos tenía una expresión en el rostro. Es raro conocer a alguien como yo.

—Veniste, pensé que no lo harías. Yo ya estaba por irme.

—Perdón, se me hizo un poco tarde...— Cogí mi estómago ya que tenía mucha hambre.

—Tienes hambre?

—Sí, un poco...

—Valla... yo igual.

—Perdona por decirte esto pero...

—Pero...?

—De alguna manera siento que ya te conozco.

—En serio? Yo igual siento eso.

—Conoces alguna tienda cerca de aquí?

—Claro, sígueme.

Comenzó a caminar a lo cual yo le seguí el paso. En serio tengo hambre.

Misma Sangre, Mundos Distintos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora