Misma Sangre, Mundos Distintos

Pijamada

Pasaron los días, todo iba "normal", la puerta aparecía y todo eso, nada cambió.

Ya era miércoles, acabé de almorzar. Yo ya le había informado a mi padre sobre la pijamada, aceptó sin rodeos.

Tocaron el timbre, abrí

Kevin: Hola!! Hace tanto que no te veo!!- Me abrazó- Buenas tardes, señor- Dirigiéndose a mi padre.

-Entonces aún no llega César?- Dije.

Kevin: Oh vamos! Sabes que él siempre llega tarde, a puesto que está viniendo con su lámpara y con su peluche- Dijo en tono bromista mientras se adentran en la casa.

-Ummm... buen punto, vamos a mi cuarto?

Kevin: Claro!! Bueno, hasta luego, señor- lo último dirigido a mi padre quien leía un periódico en el sofá.

Entonces subimos, Kevin dejó su mochila cerca de la puerta.

Kevin: Wow... tu cuarto es muy grande!! Que envidia- Dijo bromista, él es así.

-Ammm ¿Gracias? Jugamos video juegos mientras esperamos a Ce..- Algo, o alguien, me interrumpió.

César: ADAAAAAAM, KEVIIIIIIIIIIIN DONDE ESTAN?!!!- Gritó desde el piso de abajo.

Bajé hasta la mitad de las escaleras

-Aquí estamos-

César: Oooh- Se dirigió hasta mí -Hasta luego, señor- Dijo alegre en medio del camino.

Entonces subimos y nos reunimos los tres.

Kevin: Al fin llegas! Y eso...?- Señalando la mochila, o maleta gigante, de César.

César: ah, esto? Es mi mochila, lleva mis mantas, un peluche de Pikachu, unos mangas para leer por si me aburro, videojuegos, mi laptop, ropa, una almoha..- Kevin Lo interrumpió

Kevin: Ok, ok, ya entendimos, aunque todo eso no era necesario...

César: Claro que lo es, que pasa si Adam no tenía almohadas o sábanas extra? O si..- lo interrumpí.

-Trajiste videojuegos? Juguemos entonces- Dije para que no siguiera hablando.

Kevin y César: CLARO!!

Instalamos el juego, era uno de terror. Nos entretenidos tanto que no nos dimos cuenta de la hora. Tocaron mi puerta.

-Chicos, lamento interrumpirlos, pero la cena ya está lista- Dijo mi papá.

-A si, ya vamos- Dije sin despegar la vista de la pantalla de la TV que contenía el videojuego.

-No demoren mucho, ya son las 11- Dijo amigable y se fue.

Como 30 minutos después, al fin terminamos el nivel 28 y bajamos a cenar, cenamos y volvimos a subir a mi habitación.

Kevin: oigan ¿Contamos historias de terror?

César: T..terror?- Dijo un poco espantado

Kevin: Que? Acaso te... asusta?

César: N..no!! Para nada- cruzó los brazos y alzó el pecho con una sonrisa victoriosa.

Kevin me tocó el brazo con su codo.

Kevin: un otaku que le gusta el gore que le tiene miedo a historias de terror- Me dijo susurrando y aguantando la risa.

Reí un poco, aparentemente César escuchó.

César: Claro que no!!- Su pose anterior se volvió una con cara de enojo, se inclinó y puso los brazos para atrás. -Vengan esas historias.

Kevin: Ok, pero, sin tu Pikachu- Sonriendo maliciosamente, tomó al Pikachu y lo lanzó a un estante muy alto.

César: Mi Pikachu no!!!! Y si se asusta?! Quien lo abrazara entonces?!

Kevin: -Rió- Bien ya contemos las historias, quien se asuste primero tendrá que cumplir un reto del que contó la historia ¿Quien empieza?

No respondí, César sólo miraba triste a su Pikachu.

Kevin: Nadie? Bueno entonces yo

Nos sentamos en círculo con las piernas cruzadas.

Kevin: Mmm... Ya sé. Había un niño de 13 años al que le encantaba coleccionar peluches de todo tipo, una noche, su peluche favorito, se movió, el joven se asustó un poco y dijo "Estas vivo?" Y el peluche no respondió nada -Se acercó a César desde atrás- se lanzó sobre aquel niño y de lo devoró entero. -Le tocó la espalda a César haciendo que este grite aterrado, se rió.

César: Por qué hiciste eso?! Te odio!! Vas a ver mi historia- Dijo en un tono algo desafiante.

Por otro lado, yo no mostré miedo ni terror alguno, es más, Kevin contó esa historia exclusivamente para asustar a César.

Kevin: suerte intentándolo- Dijo en medio de carcajadas que se escuchaban por todo el cuarto.

César: Bueno es mi turno- Miraba de muerte a Kevin- Mmm... Había una vez un joven, él fue al bosque, encontró una caja de madera muy antigua y la abrió, encontró dos perritos vivos y los adoptó. Aquellos perros crecieron y 3 años después, la casa entera se llenó de sangre, el joven volvió al bosque donde había encontrado a los perros y resulta que, en la superficie de la caja, había una nota "Estos perros fueron traídos aquí para matar a la humanidad, son los perros de Satán". El pobre no pudo creer lo que leía y sólo corrió y corrió, pero fue perseguido por sus perros y estos lo desvoraron vivo.

Kevin quedó paralizado, él tenía dos perros y eran grandes que se había encontrado en el bosque.

-No me digas que eso te asustó ¡¡NO ASUSTA!!- Dije con una pequeña risita.

Kevin: Lo dice alguien que no le teme a nada...

-Bueno ahora mi historia. Un chico se había mudado de casa porque sus padres se acababan de divorciar. Todas la noches despertaba a las 3:33am y veía una puerta que en el día no estaba. Misteriosamente murió su mamá y entonces su padre vino a vivir con él. Unos días después, sus amigos hicieron una pijamada y acordaron entrar a esa puerta misteriosa.

Kevin y César quedaron boquiabiertos y con los ojos como platos

Kevin: Eso es...

César: Verdad?