El esclavo de la mafia (Parte 1)(gay)

¿Quién es Ángel?

Todos quedan mirando el carrusel como comienza a girar. Ángel se impacienta al no oír nada y toma un sorbo de su vaso con jugo, luego suena la musica:

La musica suena y Ulises le llega el recuerdo del niño que corría por el jardín.

-Esta canción ponía mi madre a su ahijado todo el tiempo -dijo Adam.

Ángel mira el carrusel hipnotizado por la música y un remolino se forma en su pecho, siente mariposas en el estomago y sus ojos comienzan a mojarse. La mano de Ángel pierde fuerza y su vaso cae al suelo rompiéndose. Tapa su boca para no soltar un chillido y comenzó a llorar.

Adam lo vio y de inmediato le abraza y Ángel le corresponde el abrazo por primera vez. Ulises se levanta y se arrodilla frente a él.

-Abuelo tu tobillo -dice Adam al ver que se arrodillaba.

-¿Te sientes bien? -pregunta Ulises ignorando a Adam.

-No...no -dice Angel.

-¿Qué ocurre? -pregunta Adam.

-Es...es esa canción, al sonar hizo sentir que mi alma saldría de mi cuerpo y...como si un tornado retorciera mi pecho -dice Ángel entre lagrima abrazando a Adam.

-Llevalo a tu cuarto, debe descansar -dice Ulises.

-Lo lamento -dice Ángel.

Adam levanta la barbilla de Ángel.

-No te disculpes por llorar, todos lloramos, hasta la persona más fuerte puede llorar -dice Adam.

Ambos salen de la biblioteca, Adam y Ángel se dirigen a la habitación.

-Adam necesi... -dice la madre de Adam que interrumpe su oración al ver que está con uno de los cuncubinos.

-Madre ¿Nececistas algo? -pregunta el patrón.

-Necesito que me veas en un rato más en mi habitación -dice y se retira.

Ángel no la quiso ver, él odia que la gente lo vea llorar.

Cuando ambos estaban en la habitación de Adam él se tuvo que ir a ver a la señora Mádison.

-Volveré pronto lo prometo -dijo Adam acariciando el cabello de Ángel.

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-¿Qué sucede, madre? -pregunta Adam.

-Pues dos cosas: la primera ¿por qué sacaste el carrusel de mi ahijado? -pregunta indignada la señora Mádison

-Solo se lo quería mostrar a Ángel -dice Adam.

-Y aquí va la otra pregunta: ¿Qué hacías con ese chico?

-Pues pasaba el día con él. No sabía que él estaba solo para pasar conmigo la noche -dice Adam con ironía.

-En lugar de hablar sobre asuntos personales que involucran otras personas debes empezar a pensar en ya tener un hijo.

-Mamá, recién acepto dirigir la mafia y me pides nietos.

-Esto es serio, Adam -dice la señora Mádison.

Adam sabía que debe tener hijos y por eso la cantidad de mujeres del harem es mayor que de los hombres.

Adam se siente molesto.