*Estados Unidos*
La madre de Adam tuvo que decirle de inmediato lo que se le avecinaba.
-Hijo, tu padre era el patrón de la mafia que él tenía y tu como su único hijo tu debes seguir con ella -dijo ella.
Adam sintió como si le hubieran golpeado con una barra de plomo en la cabeza y hubieran atado otras barras de plomo sobre sus hombros. En efecto Adam no sabía que quería hacer con su vida, a Adam le gustaba la idea de ser escritor pero por culpa de su padre no podía exponerse de esa manera.
-No, no lo haré -dijo Adam tajante.
Su madre confundida le explicó que si no había quien dirijiera la mafia antes que la mafia enemiga sepa la muerte de su padre habría una guerra constante, matarían a todos los miembros y sus familias.
-Ay por favor ¿cómo no son capaces de entre ellos elegir un nuevo lider? -preguntó Adam indignado.
-Le son fieles a tu padre y la orden de él era que tu serías su sucesor.
Adam se fue de la vista de su madre y caminó de una manera que hizo que la mujer recordara a su difunto marido.
La mujer fue a su habitación y se sentó en su escritorio a pensar. Tenía que hacer que su hijo se motivara para dirigir.
Un golpe en la puerta distrajo a la mujer.
-Adelante -ordenó.
-Lamento si vengo en mal momento, señorita Mádison -dijo Osmán, uno de los hombres que trabajaba para su marido.
-No, vienes en el momento justo, tenemos que hablar sobre Adam.
-Se rehusó ¿verdad?
-Entiendes rápido, ahora veo por qué mi esposo te admiraba.
-Quizá debió prepararlo mentalmente para decirle, después de todo el patrón nunca lo preparó para algo así.
La mujer no evitó sentirse irritada por el comentario, pero se serenó cuando vio que Osman tenía razón.
-Tengo una idea -dijo Osman.
La señorita Mádison pudo sentir una mínima esperanza.
-Te escucho -dijo ella.
*Madrid, España*
Allen dormía tranquilamente y comenzó a oir murmullos.
-Para, por favor -decía Ángel en un delirio.
"Claramente no está mejor", pensó Allen.
-Papá... -dijo Ángel a medias y comenzó a llorar entre sueño y delirio.
A Allen se le partió el corazón, claramente no soñaba con los monstruos que Allen tenía en mente, solo soñaba con uno: su padre.
Allen siempre se preguntaba ¿cómo alguien podría maltratarlo tanto y aún así dejar su inocencia intacta? Allen de lo primero que se enamoró fue de la inocencia de Ángel, cómo siempre veía lo mejor de los demás, de su timidez. Se sorprendía como Ángel no era capaz de odiar a su padre luego de todo lo que le hizo.
Ángel abrió sus ojos y creyó ver a su padre.
-Por favor, no más golpes... -dijo sin terminar y volvió a dormirse.
Allen fue a cambiarle los paños, pero pensó que ya no serviría. Tomó su teléfono y marcó un número.
-Hola Bruno -dijo Allen.
-Hola ¿pasa algo? -dijo Bruno desde el otro lado de la linea.
Allen miró a Ángel delirando.
-Si, es Ángel, está muy enfermo.
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El esclavo de la mafia (Parte 1)(gay)
AcakÁngel es un chico de Madrid que dedica su vida a la danza árabe. Un día en una presentación una mujer tomará fotografías y las sube a un periódico virtual. Las fotografías llegan a los ojos de Adam un hombre de Estados unidos que hereda la fortuna...