Oro blanco.

Salvación {1}

CÓRAL.
Amo el canto de sirena, duerme a un bebé toda la noche hasta las nueve o diez de la mañana. Sin el canto lloraria toda la noche.
Abro los ojos y Drac está acariciando a la niña entre los barrotes de la cuna. No tiene casi pelo y el que tiene parece como pelusilla. Cuando lo toca se ve lo suave que es. Son las nueve y media de la mañana y estoy bastante cansado. Me muevo y Drac se gira hacia mí.

-Buenos días.

-Mhm...

Le miro y sonrío. La niña comienza a despertarse y cuando ve la mano de Drac se ríe medio dormida y la chupa como un biberón. Me río y Drac también.

-Tengo que admitir que hace gracia. Lo malo es que muerde con las encías.

- Es peleona.

-Tenemos que pensar en un nombre.

-Tengo uno pero no se si te gustará.

-Probemos.

-Marseline.

-No es feo y podemos llamarla Marsi. Creo que nos quedamos con ese.

Me mira y pasa su mirada de mis labios a mis ojos.

-Quiero besarte.

-Nada te lo impide-le acaricio la mejilla y le beso. Es muy cálido y ahora me transmite seguridad. Me acaricia la barbilla y junta sus labios con los míos suavemente.  Cuando se separa mira a la niña que ha empezado a llorar. Tiene hambre. Me voy a levantar pero Drak me lo impide.

-Duerme un poco más, yo le daré de comer y vender cuando terminemos.

-Mhm...

Asiento y me acurruco el la cama. Noto como se levanta y veo como coge a la niña. Yo cierro los ojos.

-Eh, Córal-alguien me zarandea el brazo despacio y abro los ojos, Drac está sobre mi y sonríe cuando abro los ojos-son las once y veinte, ¿vas a despertarte ya o vas a hibernar?

-Si te quedas diez minutitos conmigo me despierto.

Se apoya a mi lado y me sube encima suya. Me acurruco en su hombro y el besa mi cuello.

-Hay noticias.

-¿Qué noticias?

-Dicen que hay un portal abierto en lo que queda del reino de las pesadillas, un portal al mundo magico.-Lo miro y se lo que ocurre.-Nos encontrarán y tenemos que ponernos a salvo, supuestamente hay un escuadrón de ese mundo que viene a ayudarnos pero necesitamos salir de aquí. No estamos totalmente a salvo.

-¿Cuándo saldríamos?

-Dentro de unas dos o tres semanas, hay mucha guardia del reino del sol y por suerte creen que no hay nadie aquí así que jugamos con ventaja. No podemos arruinarlo.

-¿Y la niña?¿Dónde está?

-Se ha quedado con Henry,  le recuerda a su nieta.

-¿Es abuelo?

- Si, tiene dos hijas y una de ellas tenía una niña de tres años, hace tiempo que no la ve.

Respiro hondo, todos estamos perdiendo a gente aunque sea durante un tiempo.

-Tiene que ser muy duro.

-Conseguiremos llegar, no hay que mover a mucha gente y me sé el camino.

- En unas semanas podremos enseñarles a lo mejor alguna táctica de defensa.

-Hay que enseñarles a atacar la defensa ya se la enseñé yo.

Toco sus mejillas con la llema de mis dedos.