Oro blanco.

Reconciliación.

La torre oscura de stephen king es la primera obra de este escritor que he terminado de leer. Es apasionante. Sus relatos de miedo y suspense hacen que me olvide de todo lo que está pasando en mi propio mundo. Que por cierto no tengo ni idea de lo que está pasando. Hace ya una semana que vivo en el Reino de las sombras. Paso todo el dia metido en la biblioteca leyendo y por la noche me duermo temprano para no tener que hablar con el rey puesto que duermo con el ya que las habitaciones están cogidas. He conocido a la gente que queda viviendo en Palacio. Sólo son veinte personas. El pueblo de las sombras está vacío y aun si quiera lo he visto. Entre ellas una mujer y un chico unos años mayor que yo que me ha dado la ropa vieja que él ya no usa. El cocinero y yo hemos hecho muy buenas migas y me trae la comida y trozos de pastel. A veces se queda conmigo leyendo cuando termina la cena. Dos días me quedé dormido leyendo y él aviso al rey para que me llevara a la cama. Aún me cuesta llamarle por su nombre sobre todo desde que ni nos miramos. Ambos dijimos demasiadas cosas, sin embargo creo que el culpable he sido yo puesto que yo si sabía que sus padres habían muerto, es obvio,pero el no sabe nada de mi familia, o lo que queda de ella si es que queda. Dejo la novela en la estantería. Necesito que me de un poco el aire así que voy a salir al jardín. También hace tiempo que no me transformo. Cojo el plato de tarta de queso que Henry me ha traído y me dirijo a la cocina. Quizá debería disculparme con el rey. Sin embargo no quiero ir a buscarle. Entro en la cocina y veo a Henry muy atento a un libro de recetas. Dejo el plato en la encimera,me acerco a el y me apoyo en su hombro.

-Henry.

-Córal,hola-me alborota el pelo-has salido de tu nido.

-Si-me rio-voy a salir para que me de el aire-miro el libro y hay un dibujo,reconozco esa fruta al instante. Son bayas de glis-¿qué es eso?

-Es una antigua receta,o más bien lo que queda-pasa la hoja para mostrarme que la letra no se puede leer-esta borroso y no recuerdo como se hacía. Es una lástima el pastel estaba delicioso.

Me separo de él y me pongo delante de un cazón con bayas.

- Mi madre y yo hacíamos bizcochos y tartas con estas bayas.

-¿Podrías recordar la receta?

-Una parecida-cojo un boli de una botella cortada pegada en la pared. Busco en la libreta de cocina y veo que hay muchas hojas en blanco. Apunto los ingredientes mientras Henry me mira atentamente. Una docena de bayas de glis, un vaso pequeño entero de azúcar, cuatro cucharadas de vainilla,cuatro huevos y tres vasos enteros de harina. A medida que voy escribiendo Henry lo va preparando todo. Cuando lo tiene todo lo va echando en un bol.-Ahora deja este bol a un lado y trae otro mas pequeño-le indico. Cuando lo trae sigo escribiendo. Se hecha nata en un bol y se mezcla con chocolate derretido. Lo bastante como para llenar el bol. Escribo mezclar en el libro y cuando Henry acaba de preparar la nata y el chocolate cojo ambos cuencos y hecho el chocolate dentro del que tiene la masa. Lo remuebo bien hasta que queda con un color como marrón con un toque lila. Mezclo bien la masa y le digo a Henry que me traiga dos moldes para bizcochos. Meto la masa en ambos moldes y lo meto en el horno. Pongo la temperatura.

-Se te da bien-dice Henry asombrado.

-Solía cocinar con mi madre, sobre todo pasteles. Ahora hay que hacer crema pastelera para rellenarlo y decorarlo.

-Eso ya lo puedo hacer yo-me limpia las mejillas que al parecer tenía harina-te llamo en cuanto se haga para probarlo. Y con la masa que ha sobrado voy ha hacer unas magdalenas ¿te apetece? Le pongo colorante a la crema y las decoro.

-Me encanta la idea.

Dejo el boli donde estaba y me despido de Henry. Camino por los pasillos hasta salir por la puerta principal. Cuando salgo veo a uno de los que viven en el castillo. Es un niño de once años que vive con sus padres. Creo que se llamaba Louis. Está al lado del lago, de rodillas como si mirara algo. Me acerco a él y se sobresalta un momento cuando me ve.