El rey de las sombras.

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-¡AI!

-Si no te movieras no te pincharía.

Me miro en el espejo que tengo delante y todo lo que veo es mucho azul.

-¿Solo va a ser azul?

-¡Pues claro que no!¡Me ofendes!

-Perdón.

La ropa para la coronación debe ser a medida. Mis diseñadores barra amigos han optado por un top. La camiseta desde el pecho hasta el cuello ceñida. Los hombros al aire y un pantalón pegado desde justo debajo del ombligo hasta los tobillos. Por ahora sólo es azul.

-Tendrá muchas piedras preciosas de muchos colores-aclara Marshall, mi amigo y estilista-a petición de Sera los filos tendrán una mezcla de lapis lazuli y perlas.

-¿Es también a petición suya que esté tan puñetera mente pegado?

- No, eso es idea mia.

- ¿Quieres que el Reino me quiera o que quieran follarme?

-Un poco de todo, admite cariño que ser boquerón a los veinte tampoco es muy normal.

-Ya vale-le doy un guantacito en la cabeza.

-Ya paro-da la última puntada y se gira para verme-estas estupendo. Y cuando esté terminado estarás incluso más perfecto. Ya te lo puedes quitar para que no se ensucie.

Me quito la ropa y me pongo un mono corto blanco adornado con algunos dibujos en espiral plateados.

Los gritos de alguien me sobresaltan. Marshall y yo vamos a la ventana y a lo lejos, justo donde el rio se divide vemos a una mujer adulta sumergiendose y saliendo del agua. Grita un nombre. Bajamos corriendo las escaleras y salimos del castillo. Corremos todo lo que podemos junto a unos curiosos que vienen a fisgonear.
Llego a la mujer y la agarro del brazo.

-¿Que ocurre?-ella intenta zafarse de mi brazo un segundo hasta que ve que quiero ayudar.

- Mi hijo, dijo que había encontrado un lugar, un sitio donde había miles de joyas preciosas y quería traerme un rubí. Lo he perdido de vista un segundo y no lo veo. No lo veo.

-Calmese, iré a buscarle.

Me quito el mono rápido y entro al agua. Ese lugar es el Reino de las sombras, han pasado cinco días desde que no voy. Nado lo más rápido que puedo por todo el río hasta que llego al lago. Escucho a alguien gritar y retorcerse y a pocos metros de mi los guardias se llevan a rastras a un chiquillo de unos siete años.

-¡Esperad!-Grito, me transformo en humano y no me doy cuenta de que estoy desnudo hasta que se me quedan mirando-dejad irse al niño, no es un delincuente.

-¿Como estas tan seguro?-Una persona alta vestida con un uniforme de cuerpo entero y una capa negra se coloca delante de mi. Lleva una corona doblada y una máscara azul. En el cinturón creo ver alguna que otra arma. El rey.- Este chico ha admitido haber entrado para robar un rubí.

-Era para su madre, él no sabía que estaba mal y que se estaba alejando del Reino. Los niños sólo recuerdan el muro de arbustos. Por favor-me arrodillo en el suelo-él sólo quería darle un regalo a su madre no tiene por qué ser castigado.

- Supongo que podemos hacer negocios-noto mucha presión en el estómago, se acerca a mi, me levanta y me agarra la barbilla-tú a cambio del niño.

Me quedo petrificado, el frío tacto de sus manos me palpita en la cara y siento dolor en la barriga. Sólo oigo mi corazón. Pero reacciono y hago una contra oferta.

-Yo a cambio de las vidas de la gente que entren aquí por equivocación.

-Me parece un trato demasiado exigente. Un tritón a cambio de todos los demás-mira mi brazo marcado con un simbolo-. ¿O eres más que un tritón?

Oro blanco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora