Mamá, estoy embarazada de un ¡IDIOTA! (Harry Styles y tú).

#7

Cuando escuché a la matrona decir "posibles gemelos" me puse pálida, no sabía que hacer.

— Genial...

Harry se encogió de hombros, no sabía que más decir.

Nuestro camino a casa fue incomodo, estoy esperando dos niños o niñas de Harry Styles. Él no me hablaba y yo menos, solo me acariciaba la pierna derecha cuando tocaba el semaforo rojo.

— Gracias por traerme Harry.

Me bajé del auto.

— ¿No quieres hablar conmigo?

— ¿De qué tendríamos que hablar?

— Sobre los gemelos Isabella.

— Ah, vamos pasa.

El asintió e iba detrás mío, se sentó en el sofá y sacó su celular.

— Antes de hablar Isa, recuerda que me tengo que ir mañana a los Estados Unidos por la nueva canción, llego el viernes.

— Está bien...

Saqué dos vasos y eché jugo de manzana.

— ¿Me extrañarás?

Le pasé el vaso y me senté junto a él.

— Eso creo.

— Si lo harás.

— Lo haré.

El me abrazó y besó mi mejilla.

Pasamos casi todo el día así, acariciaba mi panza todo el tiempo y les hablaba a nuestros gemelitos.

— ¿Te vas a quedar a dormir?

Pregunté.

— ¿Quieres que me quede?

Me encongí de hombros.

— Me quedaré, pero mi vuelo sale a las seis de la mañana, quizás no nos podremos despedir.

— Está bien.

Harry estuvo viendo "Instagram" todo el día, se reía y se sonrojaba. Yo sabía que estaba hablando con alguien, tampoco soy tan estúpida.

Me fui a poner pijama y Harry se sacó casi toda su ropa, quedó en boxers. Me acosté en la cama y agarré mi libro, el cual tenía unas quinientas páginas. Mientras este idiota seguía con su celular, me enojé y cerré el libro con fuerza.

— ¡Deja el celular de lado y ponme atención!

— ¿Estás celosa?

— No me pones atención, estás todo el día con tu maldito celular ríendote, para por favor.

Agarré mi almohada favorita y me fui a la habitación de mis padres, ya que no estaban.

— ¿Porqué estás aquí?

Harry preguntó confundido.

— Cierra la puerta y vete con tu maldito celular.

— No te pongas así Isabella, estaba resolviendo unos asuntos.

Rodé los ojos.

— Vamos a tu habitación.

— No, ya me dió flojera.

El se llevó una mano a la cabeza.

— ¿Qué haré contigo Isabella?

Me tomó tipo nupcial y me llevó hasta mi cama, me di vuelta mirando el ventanal, mientras el me abrazaba por la cintura.

Me agarró morfeo y los dos nos quedamos dormidos.

*****

— Buenos días belleza.

Me besó la mejilla.

— Buenos días.

Contesté adormilada.

— Te traje el desayuno cariño, sientate.

Me senté y puso una bandeja en mis piernas, habían waffles con miel y jugo de naranja.

— ¿Qué hora es?

— Son las cinco de la mañana, estoy por irme, vuelvo en dos días.

— ¿Porqué me despertaste tan temprano?

— Porque quería darte un desayuno Isabella.

Besa mis labios y besó mi pancita.

— Nos vemos en dos días, ¿bueno?

Asentí y volvió a besarme.

Agarró su maleta y se fue. Tengo un presentimiento raro, no entiendo el porque.

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