15, I'm Sorry

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Los disparos continuaban resonando a mi alrededor sin pensar en tener un final.

Thomas, ¿me escuchas? —oí entonces reconociendo a Teresa. Su voz resonaba en toda la ciudad haciendo aquel llamado.
Se que no tienes por que confiar en mi... pero necesito que vuelvas... ¡Thomas, tú puedes salvar a Newt! Aun hay tiempo. Hay una razón por la que Brenda no está enferma. Es tu sangre, ¿entiendes? Ya no está enferma por que tú la curaste. No tiene que ser la última. Solo vuelve aquí... Thomas, solo vuelve conmigo.

Entonces las luces de La Ciudadela se apagaron.

—¡Aaahhh! —grité cayendo al piso. Mi pecho bajaba y subía y un hormigueo corría por mis piernas. No podía dejar de sentirme inservible en ese momento. Golpeé el suelo con mi puño sollozando, sintiendo como toda la pena se adueñaba de mi.

—¡Levántate! —oí entonces. Minho agarró mi cintura obligándome a continuar corriendo junto a él y Gally. Algunos disparos se oyeron a mi costados provenientes del arma que cargaba el chico.

—¡El suero! —grité —¡entréguenme el suero!

Me obligaron a continuar. Subimos escalones hasta el tejado de un edificio.

—¡Brenda! —gritó Minho —¡¿Donde está el suero?!

Brenda enseñó el suero en su mano. De su boca solo salieron preguntas sobre Thomas.

—¡Entrégamelo! —grité dándole un empujón. Ambas nos miramos en silencio mientras mi pecho subía y bajaba —... lo siento, Brenda.

Bajé los escalones rápidamente con el suero en mi mano.

—¡_______! —oí a mis espaldas. Minho y Brenda continuaron corriendo tras de mi.

—¡Tengo que llevarle el suero a Newt! —grité enojada. Mi garganta comenzó a carraspear luego de aquel grito. Corrí sin importar lo que se cruzara en mi camino directo hacia ellos.

Sentía los pasos de Brenda tras los míos, y así era cuando volteé. Mi respiración ahora era por la boca mientras sentía un leve dolor en mi costilla derecha. Entramos entre los autos incendiándose por completo.

Mis pasos se detuvieron de golpe cuando los encontré frente a mi. Newt estaba recostado en el piso junto a Thomas. Nuestras miradas se hicieron cómplices y supe que había sucedido.
Observé cómo mi mano temblaba con el suero en ella... mi vista estaba borrosa, entonces las sentí cayendo por mis mejillas, las lágrimas.
Al igual que los míos, los ojos de Thomas se encontraban con dolor. Fue como si todo el esfuerzo hubiera sido en vano, había llegado tarde.

—Lo siento—susurré acercándome a Newt —... ¡Nooooo! —grité. Observé su rostro con los ojos abiertos —¡Newt! —volví a gritar con el llanto en mi boca. Sacudí su cuerpo esperando a que reaccionara mientras Thomas caminaba apartándose de nosotros. Podía sentir el dolor en mi pecho como si la navaja me la hubiesen enterrado a mi.
Observaba su rostro. No podía olvidar tantas ocasiones en las que había tenido que ayudarlo y él había sido lo suficientemente fuerte para continuar.
Oía los pasos del resto deteniéndose tras nosotros, entonces vi a Minho cayendo a mi costado. Sartén del otro lado me observaba con los ojos en llanto.

—¡Minho, has algo! —continuaba. Movía su rostro esperando ver su sonrisa, pero para entonces solo era el cadaver de un Crank que había decidido quitarse la vida para no ser una carga.

Todos esos momentos, toda esa sabiduría ya no resonaría más en mis oídos. No tendría más reproches cuando esté dándome por vencida.

Los brazos de Minho me rodearon, pero no podía aceptarlo, había fallado con mi promesa. Volví a mirar a Newt con gritos, desesperada por esperar a que el chico moviera sus dulces ojos y me observara con una sonrisa.
Cerré mis ojos con fuerza. Su presencia ya no podía sentirla.

—Hay que llevarlo —dijo Minho tomando a su amigo junto a Sartén.

—¡No lo toquen! ¡No lo toquen! —grité viendo a Gally y Sartén levantar su cuerpo mientras Minho contenía con fuerza mis movimientos. Miré mi mano comprimiendo el suero con fuerza, entonces lo dejé caer. No tenía sentido.

Tenía el corazón roto, como si una parte de mi fuese arrebatada. Había fallado.

Llevaron su cuerpo hasta el Berg. Vince cerró sus ojos sintiendo la pérdida al momento de entrar con él. Alejamos a los niños mientras Minho, Sartén y Gally cubrían su cuerpo en un plástico, ocultándolo del resto. Nos quedamos ahí un instante contemplando su cuerpo cubierto, como si después de todo lo mereciera de esta manera.

Las puertas del Berg se cerraron y así sentimos como este comenzaba a ascender para buscar a Thomas.

—Era una promesa —susurré quebrándome en los brazos de Minho.

—Vamos por Thomas —dijo Brenda. Minho asintió mientras pasaba su mano por mi espalda.

—Ya casi, ______. Ya casi...

She's My Runner: The Death Cure | Minho | TMRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora