Capítulo uno: Fawless

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El dolor de los músculos y el calor que el cuerpo de aquel alfa alto y bronceado emanaba hacía contraste con el característico viento del bosque de Fawless. Oliver Moon era el típico hombre que no se sabía a ciencia cierta como podía tener ese cuerpo y color con un frío como aquel, era un espécimen digno de sacar más de un suspiró, lo que mucha gente del pueblo no sabía era que no solo sabía de canes por ser veterinario.

Quizás cualquier otro día, se hubiese transformado en lobo corriendo por el bosque como un niño tras una pompa de jabón, pero aquel día contradecía a su instinto animal y simplemente estiró sus brazos antes de ponerse a correr por el bosque, al fin y al cabo, lobo o no, el físico hay que cuidarlo. De pronto un olor casi insignificante llamó su atención haciendo que de golpe se parara para cambiar su dirección, aquel olor le resultaba particularmente llamativo y necesitaba saber que lo provocaba.

Ante sus ojos había un chico de pelo marrón grisáceo con rizos y los ojos del color del océano. El olor venía de él cosa que le extraño demasiado, ¿Cómo podía una persona tan normal tener un olor tan llamativo? Una idea casi tan insignificante como estúpida acudió a su mente. Se volvió humano caminando con cautela hacia él, no quería asustarlo.

-¿Estas perdido?-Preguntó, su voz grave hizo que la piel del menor se erizara, el chico asintió-. ¿Puedo ayudarte?-.

El castaño se encogió de hombros, no es que le gustase mucho hablar con desconocidos, pero cuando te pierdes por el bosque cualquiera es una buena opción antes de una hipotermia.

–Te estaría enormemente agradecido si me ayudaras a salir–Le sonrió tímidamente, gesto que Oliver correspondió complacido.

–No tienes porque agradecermelo, simplemente tómalo como la buena acción del día de Oliver Moon–Sin duda alguna el castaño había escuchado ese nombre antes, aunque en ese momento no sabía a ciencia cierta dónde o de quién. Para él simplemente era el nombre de la persona con la mejor dentadura que había visto en su vida–. ¿Puedo saber tu nombre?–.

El castaño asintió.

–Lucas–.

/.../

El cielo era azul, de un tono hermoso que hacía recordar al verano de California, pocas veces había un sol así en Fawless, por lo que la gente no acostumbrada a ese clima salían a la calle con la ropa más fresca que tenían dispuestos a disfrutar del clima pasase lo que pasase.

El pequeño Oliver de ocho años no era la excepción, al igual que su familia. Su madre llevaba su rubia melena recogida en una coleta de caballo y charlaba alegremente con su marido, que al igual que toda la familia llevaba una sonrisa en la cara.

Su hermana mayor, Cara, iba enfocada única y esclusivamente en su música y su mecha rosa. Eliot, el mediano de los hermanos, llevaba al Oliver de ocho años de la mano hasta los columpios.

–Quiero un helado–Dijo el menor de los Moon con una sonrisa en la cara.

–Voy a buscarte uno, espera aquí, ¿Si?–Oliver asintió efusivamente zarandeado los pies.

Al rato de que su hermano se fuera un chico de cabello castaño claro y ojos verdes se sentó en el columpio a su lado.

–Hola–Le saludó Oliver.

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