Clamor en las sombras

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DISCLAIMER: Los personajes y lugares le pertenecen a J.R.R. Tolkien. Asimismo, la canción Bohemian Rhapsody es interpretada por Queen. Algunos fragmentos no aparecen o lucen ligeramente cambiados, para una adaptación coherente de la historia.

[...]

¿Ésta es la vida real o sólo una fantasía?

Atrapado en la caída

Sin poder escapar de la oscuridad

¡Abre tus ojos, mira el cielo y verás!

Grandes nubes oscuras. El impacto de las olas. La brisa cargada de sal. El graznido de las gaviotas. La arena quebradiza bajo sus pies. El calor del fuego sobre la madera. El aroma a sangre. El creciente pecado en las tierras benditas.

Eso y mucho más podían captar sus sentidos, empeñados en destruir su paz interior. En días menguantes como aquél, tras la destrucción de los dos Árboles de Valinor, cualquier rastro de luz había desaparecido para su espíritu.

¡Sólo soy un pobre muchacho!

¡No necesito compasión!

Porque así como vine, me iré

Algo contento, algo triste...

Maedhros reaccionó al trance que la misma declaración de guerra había generado. A su alrededor, podía ver a sus propios seguidores y los leales a Olwë batirse en una lucha interminable. Hombres, mujeres y niños enloquecidos por huir de la maldición que ya empezaba a llevarse vidas inocentes.

¿Cómo, en su ingenua obediencia a su padre, había subestimado la voluntad del Juramento? ¿Cómo, siendo tan previsor, no anticipó las consecuencias de aquellas palabras pronunciadas por Fëanor, poderoso señor entre los Noldor? ¿Por qué ya no se sentía inmaculado, pese a no haber hecho nada... aún?

Donde quiera que sople el viento

Realmente no me importa

No importa...

La fricción del metal templado con el aire lo alertó. Un segundo, quizás dos o tres: tal detalle no tenía relevancia. Un viscoso líquido rojo manchó parte de su rostro y armadura, en tanto veía a un teler caer a sus pies, por la brecha mortal que su espada le había hecho a su cabeza.

El primogénito de Fëanor retrocedió espantado, tropezando con otros cadáveres que manchaban las blancas orillas de Alqualondë. El fruto de su entrenamiento bélico, aparentemente inservible en Aman, cobró su primera víctima. Un elfo a imagen y semejanza de los habitantes de Tirion, Formenos y la Tierra Media. Un desdichado con quien no compartía nada, excepto el amor a Eru y la belleza de Valinor.

Deseaba que su voz expresara el horror del que era partícipe. La frustración se apoderó de su ser y por una razón incomprensible, sobrevivía a los ataques entre Noldor y Teleri, sin oponer ni una pizca de resistencia. Los veía, pero ellos no. Era como si el mundo hubiera olvidado su presencia. Maedhros había dejado de existir por un instante.

Mamá, asesiné a un hombre

Puse un arma sobre su cabeza, y ahora está muerto

Mamá, la vida recién comienza

¡Pero lo eché todo a perder!

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