XX

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Yo no te extraño, te lo juro. No te necesito más, porqué ya tengo mi estabilidad emocional y mis tardes acompañada de un café.
Yo no te extraño más. Mi alrededor si te extraña.
Mis brazos extrañan entrelazarte atrás de tu cuello y mis manos extrañan enredarse en tu pelo. Mis ojos extrañan encontrarse con los tuyos entre miradas furtivas y verte sonreír de esa forma ridícula que es solo tuya, que indica que sabes cuantas debilidades tengo.
Yo no te extraño. Pero mis oídos necesitan esas peleas diarias que hacían que una sonrisa involuntaria apareciera en mi cara. Mi cabeza extraña apoyarse en tu pecho y sentir el tacto de tus dedos en mi pelo, haciéndome sentir por un rato que todo esta bien. Que no hay finales tristes, que la injusticia social es una mentira y que los políticos me dicen la verdad. Mi mente extraña esa dosis de felicidad y tranquilidad que me dabas. Mi cintura extraña tus manos, porqué cuando la sostenías el mundo era menos complicado. Más cálido, más perfecto. Mis labios extrañan los tuyos. Pero ya no saben en donde ni en quien buscarlos.
Mi cama extraña tu cuerpo, mi sartén vieja que cocines con ella y mi corazón extraña que juegues con el. Ahora apenas late y dice que se aburre, pero lo prefiero así, más tranquilo.
Yo, ya no te extraño. Pero mi vida si, si te extraña.

En Pedazos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora