Escuchaba la dulce voz de mi madre cantando esa suave melodía que creía haber olvidado. Esa canción que jamás había entendido.
"Esperando a que vengan los demonios. Espera a que los veamos correr en nuestra dirección. Ahora nos miran a través de los árboles, nos hicieron caer de rodillas para enseñarnos una lección" tarareó suavemente, aunque su tono de voz contrastara con la letra cruel de la canción.
Su rostro reflejaba miedo y angustia, algo que una bebé tan pequeña como yo no era capaz de comprender. Podía sentir lo mucho que estaba luchando por no dejar salir las lágrimas frente a mí antigua yo, pero no entendía que estaba sucediendo. Me pasee por la habitación y me resulto vagamente familiar, sin embargo cuando intente salir, no pude.
Comencé a ponerme nerviosa cuando las luces se apagaban y prendían repetidas veces y toda la habitación adquiria un ambiente aterrador. Todo en ese lugar se sentía tenso y pesado, era difícil respirar.
Mi madre no era capaz de verme, lo supe después de la incontables veces que grité y suplique frente a su rostro que me explicara lo que sucedía.
Ahora me encontraba sentada en una esquina de la pequeña y opaca habitación, con la cabeza escondida entre mis rodillas, simplemente deseando que aquella pesadilla acabara.
Mi padre y mi tío entraron apresurados a la habitación y cerraron todas las ventanas e incluso apagaron las luces. Todos estaban asustados y se miraban entre si como si esperaran por algo horrible, el pánico me invadió por completo cuando todo a mi al rededor se detuvo, solo habia silencio, entonces vi a esa extraña criatura acercarse a la niña que resposaba sobre los brazos de mi madre, ya no lloraba, sino que miraba con mucha atencion a esa criatura.
Nadie se movía, era como si todo el tiempo se hubiera detenido, excepto yo y esa criatura de alas negras que me miraba como si fuera lo más maravilloso que hubiera visto es su vida.
Fue entonces cuando la imagen frente a mi comenzó a difuminarse hasta convertirse en oscuridad.
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Mirrors
Mystery / ThrillerExisten ángeles que han cometido pecados y demonios que no soportan la sensación del infierno.