Los oficiales de policía se encontraban frente a mi y uno de ellos tenia una tablet en la que, según me había explicado, anotaría todo lo que le dijera. Mientras su compañero me hacia algunas preguntas de rutina.
Me habia ido lo mas rapidamente posible del instituto luego de lo que habia visto e iba a delatar a los chicos nuevos, pero algo mas significativo estaba sucediendo.
-Cuando vio por ultima vez a sus padres?- la voz neutra del oficial no hacia mas que incrementar el nudo en mi garganta. Suspire intentando calmarme antes de hablar.
-Ayer en la mañana, iban camino al trabajo- murmure como me fue posible, mi voz salió temblorosa. Estaba nerviosa y tenía miedo, jamas en todos estos años había sentido un temor como este, temor a perder a las dos personas que mas quiero en este mundo. Y si algo les había sucedido a mis padre? apreté la mandíbula intentando controlar las lagrimas que amenazaban con salir ante tal idea.
Apenas desperté por la mañana note que no estaban y algo se revolvió en mi interior, como si muy en el fondo supiera que algo no andaba del todo bien. Corrí por toda la casa buscando una nota que explicara su ausencia pues cada vez que salían o algo por el estilo, me lo hacían saber de esta forma, a través de notas. Lo siguiente fue llamar a sus trabajos, en los cuales me informaron que ellos nunca habían llegado, fue justo ahí que una alarma se encendió dentro de mi cabeza y no había dudado ni un segundo en llamar a la policía para que hicieran algo al respecto.
-Trabajan juntos?- pregunto antes de beber de su café. Mire de reojo como el otro oficial no dejaba de teclear, incluso intenté ver que era lo que escribia pero aparte la mirada cuando el otro oficial llamo mi atención, animandome a responder su pregunta.
-No, mi madre trabaja en una empresa de cosméticos en L'Oreal y mi padre es militar- les explique, el hombre de la tablet que en ningún momento levanto la cabeza, cada vez que yo hablaba, él anotaba. Me tranquilizaba un poco que estuvieran llevando un registro.
Después de pedirme todos los datos personales de mis padres y los lugares que suelen frecuentar, se fueron prometiéndome que harían todo lo posible por encontrarlos.
Pero no fue así.
Los días pasaron tan dolorosamente lentos sin ellos, no los conté, quizá fueron dos o tres días, o tal vez una semana, pero ellos no estaban aquí, conmigo, y un dolor profundo se había instalado en mi pecho impidiéndome comer, su ausencia era abrumadora.
La casa comenzaba a sentirse vacía, lúgubre, sin la risa de mi madre y las bromas pasadas de moda de mi padre.
No paso mucho tiempo para que me dirigiera a la comisaria con la ira corriendo por mis venas, les exigí respuestas que por lo visto no tenían, arme un escándalo cuando me dijeron que no habían conseguido nada aun, ni una maldita pista sobre el paradero de mis padres. Mientras ellos reían y tomaban café en aquella estación, mis padres continuaban desaparecidos. En ese momento me fue insoportable la tranquilidad con la que las palabras salían del oficial y arroje su café por los aires cuando golpee con fuerza su mano, todos en aquel lugar guardaron silencio ante la escena que estaba montando. Pude ver de reojo como un oficial intentaba acercarse por mi espalda, sin embargo, el tipo de las preguntas levanto su mano, indicándole que se quedara quieto, indicándole que tenia la situación bajo control.
Le grite un montón de improperios sin remordimiento alguno, dejandole en claro que era un grandisimo bueno para nada y que se arrepentirían de su incompetencia.
Sabia que parte de toda la basura que salia de mi boca era el estrés acumulado hablando por si solo. Y el miedo.De nada sirvió, me detuvieron por "agresión verbal a un oficial" y de no haber sido por Let, habría dormido en esa asquerosa y pequeña celda.
Ambas caminamos hacia la puerta de salida después de haber pagado la fianza, antes de salir me gire en dirección al oficial mostrandole una mirada que no prometía nada bueno.
-Lyra, vayámonos ahora- masculló intentado no sonar tan enojada. Camine a su lado sin decir absolutamente nada, no me arrepentía de mi comportamiento y tampoco iba a disculparme por ello, si eso era lo que pretendía. En mi cabeza lo único que rondaba eran diferentes teorías en las que mis padres volvían a cada, diciendo que esto había sido una maldita broma de mal gusto, pero muy a mi pesar sabia que las cosas no eran tan fáciles- Escucha, entiendo que estas pasando por un mal momento...- la interrumpí abruptamente.
-Un mal momento? mis padres desaparecieron, entiendes eso? se esfumaron. Esto no es un jodido mal momento Let, es una pesadilla- mis ojos volvieron a llenarse de lagrimas. Vi como abría y cerraba la boca varias veces sin saber que decir- Tranquila, no necesito que digas que lo sientes o que todo va a estar bien- comenté con la voz ahogada, por supuesto que necesitaba que alguien me dijera esa mentira "Todo estará bien Lyra, los encontraremos". Emprendí mi camino de nuevo, pero en lugar de recibir una respuesta, unos cálidos brazos me rodearon y me sentí desorientada por esa muestra repentina de cariño, sentí un poco de alivio en medio de esa situación, me permití llorar en sus brazos que me abrazaban con fuerza.
-Shh, eso es, estaremos bien Lyra- susurro sobre mi pelo mientras el nudo en mi garganta se hacia mas grande y lloraba sin descanso.
Cuando por fin me permití abrir los ojos, algo cansada, me encontré con una mirada que ya conocía.
El chico nuevo me miraba a lo lejos, con una expresión de tristeza.
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Mirrors
Mystery / ThrillerExisten ángeles que han cometido pecados y demonios que no soportan la sensación del infierno.