La tormenta se desato afuera, sin intención de parar pronto. Nubes negras cubrían todo el cielo y los relámpagos iluminaban las calles cubiertas de una niebla, que aunque no era muy espesa, te impedía conducir por estas. Aun así, mis responsables padres fueron a trabajar.
Me encontraba parada frente al ventanal que había en mi cuarto, pensando en como se sentiría ser el viento, la lluvia, las nubes en este clima. Mimi se encontraba entre mis pies mirando a través de la ventana, justo como lo hacia yo en este momento. La tormenta me encantaba desde que tenia uso de la razón, ese coas tan hermoso. Inhale hondo, el olor a tierra mojada que había entrado por la ventana antes de que la cerrara, era exquisito.
El resto de la tarde transcurrió tranquila, sin mas sueños raros ni visitas inesperadas, exceptuando a Let que se había aparecido en mi casa con una bolsa enorme de doritos y una sonrisa en el rostro, me explicó que su computadora se había quemado debido a la tormenta y que venia a hacer uso de la mía, también de mi cama y de mi heladera, porque si se lo preguntan, la bolsa de doritos no le fue suficiente. Me preguntaba donde metía toda la comida y como se mantenía tan delgada.
Cuando el día llego a su fin, un poco antes de que la noche hiciera acto de presencia, Let se fue.
Mi mente voló a James y fruncí el ceño, se aparecía en mi casa de un momento a otro, después de tanto tiempo y luego vuelve a irse como si nada, no tenia sentido. Y que hay de... su nuevo estilo? lucia mucho mejor que cuando terminamos, de eso no había duda, pero había algo extraño en él, algo que simplemente no podía describir...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Cuando entre por la puerta de la universidad, percibí un cambio en el ambiente, el barullo era el mismo de siempre, pero todo el mundo miraba hacia un mismo punto. Camine un par de pasos hasta que me detuve, viendo como un chico se abría paso entre la multitud de alumnos curiosos, parecían sorprendidos. Yo, por mi baja estatura no pude apreciar del todo al chico hasta que estuvo lo suficiente cerca. Entonces entendí el por que de tanto ajetreo.
Se trataba del chico nuevo, el hijo del director, pero no lo miraban precisamente por eso, sino porque era condenadamente hermoso. Su pelo era muy rubio casi dorado y su piel, se veía suave y blanquecina, como si fuera leche. Iba vestido enteramente de blanco, no usaba otro color, solo blanco. Trague un par de veces al percibir que se me había secado la boca. Cuando paso frente a mi se detuvo unos segundos, ladeo la cabeza y me sonrió antes de seguir por su camino, fue una milésima de segundo pero para mi, ese pequeño gesto habia durado mucho mas. Tuve que retener la respiración cuando poso sus ojos grises en mi, me costaba explicar lo bello que era.
-Maldición, lo has visto?- Let estaba a mi lado, con las manos entrelazadas y los ojos bien abiertos.
-Claro que lo he visto, toda la institución lo ha visto- dije obvia y queriendo restarle importancia, comencé a caminar hacia mi casillero con Let pisándome los talones.
-Oh vamos, no quieras restarle importancia, el chico esta que se come solo y tu actúas como si no estuvieras tan fascinada como todas las chicas en este maldito lugar- de un segundo a otro había pasado de sorprendida y emocionada a indignada, conocía bien sus cambios de humor.
-Mira, no voy a negar que tiene lo suyo- dije subiendo los hombros.
-Si que lo tiene- se abanicó simulando tener calor al mismo tiempo que miraba a sus espaldas, seguí su mirada y efectivamente estaba a unos cuantos metros de nosotras hablando con un chico que vestía casi igual a él y digo casi porque aunque usaba blanco, sus jeans eran algo oscuros.
-Vaaale- rodé los ojos al mismo tiempo que sacaba los libros para la materia que me tocaba- pero tampoco es la gran cosa- dije antes de comenzar a caminar con Let a mi lado.
-Que no es la gran cosa?- soltó una carcajada que hizo que varios alumnos posaran su atención en nosotros- Oh Lyra, tu indiferencia es absurda- volví a rodar los ojos.
Caminamos en direcciones opuestas, a mi me tocaba mitología y luego de un rato de buscar el salón, lo encontré. Cuando entre no había mucha gente, faltaban 15 minutos para que la clase comenzara así que me puse los auriculares y deje que sonara XO de The Eden Project. Me quede mirando un punto fijo a través de la ventana, pasee mi mirada por el patio vació de la institución o... no tan vació. Me enderece cuando vi al chico nuevo saliendo del edificio y caminando por el patio hasta llegar al chico con el que lo había visto conversar en el pasillo.
Intensifique la mirada para captar mejor lo que estaban haciendo, poniendo toda mi atención en ellos, vi como el chico numero dos sacaba un objeto muy grande de su espalda, no lograba ver que era ya que estaba envuelto en una tela de color blanco, maldición estos chicos de verdad tenían un problema con este color. Se lo paso no sin antes mirar hacia todos lados buscando alguien que los viera, como lo hacia yo. El otro chico tomo el objeto y lo descubrió un poco. No pude evitar abrir los ojos exageradamente cuando vi lo que tenia entre sus manos.
Era una espada, una jodida espada.
¿Acaso estaban locos? ¿como y por que traerían un arma a una institución?.
No pude seguir pensando porque lo que vi a continuación me dejo anonadada, el chico, con la mano abierta hizo círculos alrededor de la espada y de sus manos unas luces azules emanaron, segundos después el objeto se encogió, pero ¡¿que demonios estaba sucediendo?!.
En un momento, volteo bruscamente hacia donde yo estaba y me regalo una sonrisa cálida, pero yo no la tome de esa forma. Despegue la mirada de ellos cuando escuche a una voz llamarme.
-Lyra!- la profesora me miraba con las manos en las caderas y con el ceño fruncido, al igual que toda la clase. Mire una vez mas hacia la ventana pero ya no había nadie, suspire antes de regalarle una mirada de disculpa a la profesora.