—¡¡¡Cielo!!!—Grite desesperada.
—¡¡¡Esto es tu culpa!!! —Grita Lucia llorando.— ¡¡¡Todo es tu maldita culpa!!! —Ella me empuja haciéndome caer muy cerca de la orilla.
—¡¡¡Callate!!! —Grito tratando de calmarla.
—¡¿Tenías que gritarle de cosas?! ¡¿tenías que hacerla sentir mal?! ¡¡¡Maldita perra!!! ¡¡¡Te odio!!!—Grita Lucia molesta.
—¡Calmate Lucia! —Dice Monse— Esto no es culpa de nadie.
—¡Pero ella...!
—¡Pero nada! ¡Te callas de una maldita vez porque esto no es culpa de nadie!—Grita Monse consiguiendo callar a Lucia.
—Lo siento...—Digo yo levantandome y comenzando a caminar. —Ella tiene razón...Es ki culpa...—Comento alejándome de ellos.
—No es tu culpa...Sólo que ahora de verdad tenemos un verdadero problema...-—Dice Nicolás.— Ella se fue con la cura para el mundo...
Me detengo y me pongo a pensar, Nicolás tenia razón, ella se fue con la cura para este mundo de mierda, ella era la única que conocía los ingredientes necesarios para la cura.
—Calma...—Comenta Monse.— Ella tuvo que haber dejado algún registro o una copia de los ingredientes... Tuvo que haberlos anotado en algún lado..
—Debemos irnos...—Dice Agni caminando— No soporto estar aquí.
Todos comenzaron a caminar excepto yo, yo me recoste en la orilla del barranco olvidando mi miedo a las alturas. La culpa me consumía, yo tenía que decirle la verdad a Cielo más sin embargo nunca imagine que ella reaccionaria de esta forma.
Primero Newt se iba de la base y ahora Cielo se suicidaba...Todo por mi culpa...La base se estaba llendo a la mierda al igual que el mundo.
Unas gotas de agua comenzaron a caer indicando que comenzaría a llover.
—¡Vamonos Vania! —grita Monse— Es hora de irnos.
—Vayanse ustedes...Yo al rato voy...
Ella me mira y se va dejando me sola.
Me sentía tan mal por lo que hacía, todo lo que pasaba en la base siempre era mi culpa, siempre de alguna u otra forma lo arruinaba
Me levante y comencé a caminar lista para irme.
Después de un buen rato logre llegar a la ciudad, había comenzado a llover más fuerte haciendo que toda yo terminara empapada.
Me detengo enfrente de una tienda de ropa, veo la ropa que hay desde afuera de la tienda.
Comenzaba a oscurecer así que entro a la oscura tienda. Lleno todo el piso del agua y me dirijo a la sección de suéteres.
Alumbró con mi celular ya su todo esta oscuro. Trato de no tropezar para evitar atraer a los zombies.
—Demonios...— Digo alumbrando a uno de ellos
La tienda tenía a más de 15 zombies dentro. Comienzo a caminar en reversa lista para salir corriendo pero tropiezo y caigo. Caigo sobre unos estantes de ropa y estos caen uno por uno.
—Mierda
Trato de sacar armas pero no llevaba.
—¡Demonios! Olvide mis armas en el tanque.
Ellos comienzan a caminar hacia mi y yo solo gateo en busca de una salida.
—Mal día en el que decidí salir.— Dije molesta — me hubiera aventado del barranco.
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El Escuadrón
De TodoUn extraño virus había invadido al mundo, aquel extraño virus convertía a las personas a un ser muerto-vivo.